Las exportaciones de EE.UU. pronto caerán
Por KATHLEEN MADIGAN
Pese a las recesiones europeas y las desaceleraciones en Asia, las exportaciones de Estados Unidos lograron llegar a un máximo récord en junio. De seguro, durarán poco en la cima.
De acuerdo con el informe de la balanza comercial publicado el jueves, las exportaciones subieron un 0,9% a US$185.000 millones en junio. Junto con una caída del 1,5% en las importaciones, la mayoría vinculada a los menores precios del petróleo, el alza en los envíos al extranjero redujo de manera marcada el déficit comercial de los US$48.000 millones de mayo a US$42.900 millones.
La mejora del comercio es evidente en bienes solos, que constituyen la mayor parte de los flujos comerciales y corresponden a la totalidad del déficit de Estados Unidos. Incluso después de ajustes de precios, los envíos de mercancía estadounidense al extranjero alcanzaron un máximo al final de junio y el déficit comercial real cayó.
Como la reducción de la brecha comercial en junio fue superior a lo que había estimado el Departamento de Comercio en su primera lectura del producto interno bruto del segundo trimestre, el informe comercial sugiere que el crecimiento del PIB real será revisado al alza desde su feble tasa inicial de un 1,5%. (Si bien parte de la fortaleza comercial será contrarrestada por un crecimiento más débil de los inventarios como se ha visto el jueves en los datos mayoristas de junio).
Sin embargo, un análisis de los números de ingresos por exportaciones revela ciertas particularidades en las cifras de exportaciones de junio que es improbable que se repitan.
Primero, como señalan economistas de IHS Global Insight, la mitad del avance en las exportaciones de bienes de consumo fue en las volátiles categorías de productos farmacéuticos y diamantes.
Segundo, el oro no monetario contribuyó con un tercio del avance general de las exportaciones. Eso es una cuota grande si se considera que el oro representa menos de un 3% de todas las exportaciones de bienes.
Más importante aun, fuera de los datos de un mes, las tendencias macro conspiran contra futuros máximos sin precedente de las exportaciones de Estados Unidos. La economía global está demasiado débil para sostener futuros avances. Además, el incremento en el dólar en lo que va del año terminará por socavar cualquier competitividad de precios que tengan los productores fabriles estadounidenses en el mercado global.
No sorprende que las lecturas del Instituto de Gestión de Suministros y los informes regionales de la Fed sugieran que las exportaciones estadounidenses comenzarán a caer de su encumbrado pedestal en los próximos meses. Pero la escalada fue divertida mientras duró.