por Fenix » Lun May 13, 2013 6:41 am
Stand by en las bolsas mundiales durante la semana pasada. Perdón, con la excepción del mercado japonés que se anotó de nuevo subidas superiores al 3.0%.
¿Les llama la atención su correlación negativa con la moneda japonesa? No lo creo: se cae el Yen, se acentúa la subida del Nikkei alimentado con dinero caliente doméstico y por el momento también internacional (pero limitado).
Y, mientras, el resto del mundo echando cuentas de cómo se repartirá en términos de mayor demanda internacional de activos el aumento de la base monetaria japonesa. ¿No dicen que los mercados viven de expectativas? pues hay tienen un buen ejemplo.
Las bolsas en general planas y los tipos de interés de la deuda ligeramente al alza. No teman: frente al debate sobre excesos, burbujas y otras anomalías en los mercados de renta fija de la mano de la expansión monetaria de los bancos centrales de países desarrollados, el propio Presidente de la Fed concluyó el viernes pasado que pese a estar vigilantes no puede concluir que se estén generando excesos. No lo sé, sinceramente. Pero, subidas en 12 jornadas consecutivas de 15 días con nuevos máximos de las bolsas; tipos de interés reales negativos en la deuda; que los bancos centrales, Fed incluida, sean los principales demandantes de deuda pública en los últimos meses, que sigamos viendo entradas de dinero similares en fondos de bolsa y deuda en USA…todos son argumentos, en efecto, para estar vigilantes.
Pero no piensen que será suficiente para cambiar:
1. El signo de la política monetaria;
2. Dejar de comprar activos;
3. vender los de la cartera;
4. comenzar a subir los tipos de interés oficiales.
Las palabras se las lleva el viento. Y los bancos centrales han descubierto cómo también se puede influir en el ánimo de los inversores ávidos de rentabilidad asegurándoles paracaídas de intervención en caso de que el mercado no siga mejorando. Ahora bien, ¿serán capaces de cumplir con esta hipótesis que domina a los mercados?.
¿Burbuja o no burbuja? Mejor, en mi opinión, hablar de excesos. Las agencias de rating saben mucho de la importancia de poner encima de la mesa los excesos para poder evaluar realmente el escenario. Hace poco leía un estupendo análisis que rechazaba que ahora muchos precios de renta fija estuvieran fuera de niveles razonables. Es cierto que, como opinión que es, resulta debatible hablar de un endeudamiento controlado sobre la base de un coste de financiación bajo influido por la compra de deuda de los bancos centrales. O que consideren que el desapalancamiento siga su curso, pese a la lentitud en el Euro y el estancamiento económico. Años de incertidumbre futura, con ritmos marginales de crecimiento coyuntural y riesgos muy significativos de una prolongada recesión estructural. ¿Ven la luz? ¿hemos pasado lo peor? La luz son los mercados y simplemente dejaremos de caer en lugar de crecer de forma sostenible. No es un escenario del que vanagloriarse.
Pero hablemos de cosas positivas. Y una de ellas sin duda es que los bancos centrales han decidido por el momento no tomar ninguna otra medida. Incluso hemos escuchado como en el G7 a la cuestión británica de qué nuevas medidas monetarias son posibles la respuesta del resto fue mucho más ambigua, incluso asegurando que valorarán los riesgo de las adoptadas (BOJ). Nadie lo dice, pero muchos temen las consecuencias a corto plazo especialmente en los mercados de capitales de países emergentes y las consecuencias a medio y largo plazo sobre el conjunto de las economías. También se habló de la lucha conjunta contra la opacidad fiscal y la necesidad de ser eficientes en la gestión de los recursos públicos. Impuestos. ¿Y los gastos? Sólo los bancos centrales dicen claramente que son el principal argumento del deterioro de las finanzas, en un escenario de crecimiento tan incierto como el actual.
Sí, lo positivo de todo esto es que los mercados siguen muy soportados. Por el momento. José Luis Martínez Campuzano de Citi