Un motor de búsqueda más poderoso que Google que ayuda a atrapar criminales
Un mapa generado por Memex Defense Advanced Research Projects Agency
Antes del más reciente Super Bowl en Estados Unidos, un equipo de trabajadores sociales en Glendale, Arizona, pasaron dos semanas revisando sitios de avisos clasificados locales. Buscaban avisos publicados por traficantes sexuales.
Redes criminales que explotan mujeres suelen poner avisos en sitios locales cerca de eventos que atraen grandes cantidades de visitantes. “Es como una marea”, dijo Dominique Roe-Sepowitz, quien encabezó la iniciativa en Glendale.
Roe-Sepowitz es directora de la Oficina de Investigación sobre Intervención en Tráfico Sexual de la Universidad Estatal de Arizona. Ha trabajado durante cinco años con autoridades en Houston, Las Vegas y Phoenix para encontrar y perseguir a traficantes.
Anteriormente, copiaba y pegaba meticulosamente en un documento direcciones web sospechosas y buscaba patrones que sugirieran una red de tráfico. Este año, analizó redes criminales usando representaciones visuales de una potente herramienta de análisis de datos, cuyas capacidades dan pistas sobre el futuro de las investigaciones de redes criminales en línea.
El programa, una herramienta llamada Memex desarrollada por la unidad de investigación y desarrollo de las fuerzas armadas de EE.UU., genera sofisticadas infografías que representan las relaciones entre páginas web, incluidas muchas que una búsqueda en Google GOOGL +0.94% pasaría por alto.
Por ejemplo, buscar el nombre y teléfono que aparecen en un aviso sospechoso llevaría a un diagrama que mostraría constelaciones separadas de puntos, representando enlaces a avisos que contienen el nombre, el teléfono, o ambos. Ese tipo de resultados podría sugerir un grupo en el que el mismo teléfono estuviera asociado con distintas mujeres. Al hacer clic en un punto se puede ver la ubicación física del aparato que publicó el aviso y la hora a la que fue publicado. Con otro clic se puede ver un mapa de los lugares desde donde fueron publicados los avisos. Capacidades como estas posibilitan identificar redes criminales y comprender sus operaciones de nuevas maneras.
A diferencia de la búsqueda en Google, Memex puede buscar no sólo texto sino también imágenes y coordinadas de latitud/longitud encriptadas en fotos. Puede descifrar números que son parte de una imagen, incluyendo números escritos a mano en una foto, una técnica que suelen usar los traficantes para esconder su información de contacto. También reconoce lugares donde fueron tomadas las fotos independientemente de sus sujetos, para poder identificar fotos de distintas mujeres en el mismo ambiente, como un cuarto de hotel, que es una señal que indica tráfico sexual, señalan expertos.
Así mismo, puede buscar y determinar relaciones entre páginas web y bases de datos como aquellas ofrecidas por las agencias del gobierno y al interior de foros en línea (la llamada web profunda) y redes como Tor, cuyas direcciones de servidores están ocultas (la llamada web oscura.)
Desde su lanzamiento hace un año, Memex ha tenido un gran éxito en investigaciones de tráfico sexual. El fiscal de distrito del condado de Nueva York Cyrus Vance afirmó que Memex ha generado pistas para 20 investigaciones y se ha usado en ocho juicios llevados adelante por la división de tráfico sexual del condado.
El creador de Memex es Christopher White, un ingeniero eléctrico egresado de Harvard que maneja proyectos de grandes datos para la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de EE.UU., o Darpa. Esta agencia del Departamento de Defensa invirtió entre US$10 millones y US$20 millones en desarrollar Memex. Aunque la herramienta se puede usar en cualquier investigación web, White comenzó con el tráfico sexual porque el Departamento de Defensa creía que sus ganancias financiaban otras actividades ilegales.
Memex es parte de una ola de herramientas de software que visualizan y organizan la creciente cantidad de información en línea. A diferencia de muchas otras herramientas, es gratis para quienes quieren descargarla, distribuirla y modificarla. White indicó que es gratuita porque “la pagan los contribuyentes”. Las agencias federales tienen más presupuesto, pero las locales a menudo no pueden adquirir herramientas sofisticadas.
Entre las herramientas usadas por agencias de seguridad, Memex competiría con software de Giant Oak, Decision Lens y Centrifuge Systems. El líder del rubro es Palantir Technologies, cuyo software cuesta entre US$10 millones y US$100 millones por instalación y usa las bases de datos del usuario más que a la web. Palantir no respondió a pedidos de comentarios.
Los avisos publicados por traficantes sexuales representan entre US$90.000 y US$500.000 diarios en EE.UU. en ingresos totales para una variedad de medios, según Darpa.
Hace poco White contrató economistas para realizar un estudio a gran escala sobre el mercado del sexo y sus finanzas, usando datos de Memex junto a otros métodos de investigación.
Memex y herramientas similares plantean preocupaciones serias sobre la privacidad. Marc Rotenberg, presidente y director ejecutivo del Centro para la Privacidad de la Información Electrónica, con sede en Washington, indicó que cuando las autoridades comiencen a usar software de minería de datos de gran alcance, la pregunta será “cuánto de esto es realmente legal”.
White aseguró que trazó una línea alrededor de la privacidad en línea, y diseñó Memex para resaltar sólo información pública. En redes anónimas como Tor, en la que se publican muchos anuncios sexuales, Memex sólo encuentra las páginas públicas. Pero como la herramienta técnicamente no es controlada por Darpa, desarrolladores independientes podrían agregarles capacidades que la volverían más invasiva, admitió.
Otra gran pregunta es si los traficantes sexuales y otros delincuentes evitarán los efectos de Memex al cambiar sus tácticas.
White está comenzando a probar otros usos para Memex con socios de seguridad y el gobierno, señaló, incluyendo reconocer conexiones entre empresas ilegales, seguir las cadenas de reclutamiento de combatientes extranjeros atraídos por el grupo terrorista Estado Islámico, mapear el esparcimiento de epidemias, y seguir el rastro de avisos de trabajo y bienes para entender las cadenas de suministro implicadas en el lavado de dinero.