por admin » Vie Abr 01, 2011 7:44 am
El presunto narco que Chávez le podría arrebatar a EE.UU
Por José de Córdoba y Darcy Crowe
BOGOTÁ—Estados Unidos y Venezuela están inmersos en una agria disputa por la extradición de Walid "el Turco" Makled, un presunto capo de la cocaína encarcelado en Colombia. Por desgracia para Washington, Venezuela parece tener las de ganar.
Makled, detenido a finales del año pasado en Colombia por una orden de arresto de EE.UU., es uno de los narcotraficantes más importantes del mundo, pese a no ser muy conocido. Es el "cabecilla entre los narcotraficantes", dice Preet Bharara, el fiscal federal de Manhattan.
Durante el apogeo de su poder, Makled, ciudadano venezolano de origen sirio, introducía de contrabando 10 toneladas de cocaína al mes en EE.UU. desde Venezuela, según autoridades estadounidenses. Controlaba el mayor puerto venezolano y se le acusa de expandir su imperio del transporte robando, en efecto, una aerolínea entera, según una demanda judicial entablada en Venezuela por el ex dueño de la empresa.
El presunto narcotraficante Walid Makled es custodiado por la policía colombiana.
.El jueves, un alto funcionario del gobierno estadounidense indicó que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, le informó que Makled sería extraditado a Venezuela.
EE.UU. está deseoso de escuchar los secretos de Makled. Venezuela se ha convertido en un enorme centro de reembarque de la cocaína colombiana. Fuentes del gobierno de EE.UU. dicen que el presunto traficante tiene vínculos estrechos con personeros del gobierno venezolano que están implicados a fondo en el tráfico.
El propio Makled ha dicho a una persona, con quien mantiene contacto desde la prisión, que tenía en su nómina hasta 40 generales y altos funcionarios venezolanos.
Al acusar a altos funcionarios venezolanos de estar activos en el tráfico de drogas, "Makled es como la espada de Damocles que pende sobre la cabeza de Chávez", dice Bruce Bagley, experto en Latinoamérica de la Universidad de Miami.
Venezuela, por su parte, quiere que Makled regrese al país para enfrentar cargos de narcotráfico y asesinato. Durante largo tiempo, Chávez ha dicho que las acusaciones de EE.UU. de corrupción vinculada a las drogas en Venezuela son un complot de Washington para desestabilizar su gobierno.
Santos, a su vez, ha priorizado una mejoría de las relaciones con Venezuela al cabo de varios años de serias desavenencias, en las que incluso se llegó a hablar de una guerra fronteriza. Santos es hoy el anfitrión del presidente Chávez en una visita de un día.
."Esperamos el anuncio de que será extraditado a Venezuela cuando se reúnan Santos y Chávez", dice el abogado de Makled en Colombia, Miguel Ángel Ramírez. Makled niega todos los cargos contra él tanto de Venezuela como de EE.UU., según Ramírez.
A EE.UU. le preocupa que si Makled es extraditado a Venezuela, su información sobre la presunta corrupción en las altas esferas del gobierno venezolano nunca salga a la luz. Una posibilidad es que llegue a un acuerdo con las autoridades que asegure su mutismo.
Makled dice haber tenido conversaciones con funcionarios estadounidenses en prisión. Si Makled es enviado de vuelta a Venezuela, "la DEA y el DOJ van a estar muy molestos. Ya están molestos", dice un funcionario estadounidense en alusión a la Administración de Control de Drogas y el Departamento de Justicia. La fuente agrega, sin embargo, que "Colombia es un aliado y conversaremos para hallar una solución". El Departamento de Justicia, la DEA y la oficina del fiscal del Distrito Sur de Nueva York, donde Makled fue acusado de tráfico de drogas, declinaron referirse al tema.
Santos ha trabajado arduamente desde que fuera electo el año pasado para mejorar las relaciones con su vecino. En noviembre, prometió entregar a Makled. Chávez alabó la decisión y, semanas después, sacó la chequera y pagó US$500 millones de una deuda estimada en US$900 millones que Venezuela tenía con empresas colombianas.
La mitad de los envíos marítimos de cocaína a Europa entre 2006 y 2008 se originaron en Venezuela, según el Informe Mundial sobre las Drogas de Naciones Unidas.
En 2008, EE.UU. colocó a tres militares venezolanos de alto rango, incluyendo al jefe de inteligencia Hugo Carvajal, en una lista negra por supuesto tráfico de cocaína y armas con la guerrilla colombiana.
Un documento de la DEA dice que Makled compró unos 7.000 kilos de cocaína que militares y funcionarios de la policía venezolana le habían robado a grandes narcotraficantes. Otro documento de inteligencia de EE.UU. dice que Makled estaba involucrado en actividades de narcotráfico con el general Hugo Carvajal, el director de la Dirección General de Inteligencia Militar de Venezuela.
"La información recibida... indicaba que Walid Makled García tenía fuertes lazos con miembros de alto nivel del gobierno venezolano", señala el documento de la DEA. Calcula que Makled introdujo hasta 10.000 kilos mensuales de cocaína en EE.UU.
Aunque Makled niega los cargos en su contra, ha dado una serie de entrevistas incendiarias a medios venezolanos y colombianos, en las que ha dicho haber pagado a funcionarios de máximo rango del gobierno venezolano.
"Si yo soy narcotraficante, toda esa gente del gobierno que trabaja conmigo son narcotraficantes" dijo el año pasado en una entrevista desde la cárcel con un canal de la televisión colombiana.
El ministro del interior venezolano, Tareck El Aissami, desestimó la acusación de Makled y la calificó como injurias políticas y un intento por sabotear la lucha del país contra el narcotráfico.
Andrés Izarra, ministro de comunicación e información de Venezuela, se negó a hacer declaraciones sobre las acusaciones de Makled de corrupción generalizada en el gobierno y las fuerzas armadas. El Ministerio del Interior y las fuerzas armadas de Venezuela no respondieron a las llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico y faxes con pedidos de comentarios.
Makled, hijo de inmigrantes sirios que vendían electrodomésticos, inició una carrera como secuestrador de camiones, robando cargamento que salía de Puerto Cabello, para luego vender el botín en la zona franca de Maicao en Colombia, al otro lado de la frontera, según varios testimonios.
"Yo dirigí las bandas más poderosas del país por 10 años", le habría dicho Makled a una persona con la cual tiene contacto. "Asaltábamos 30 gandolas semanales".
Durante esa conversación, Makled dijo que su actividad criminal era protegida por la policía y el ejército venezolanos. "Fue una gran alianza entre el gobierno y el crimen organizado", dijo Makled, según una fuente con la cual se comunica desde la cárcel.
Consultado acerca de los comentarios de Makled sobre secuestros y otros delitos, su abogado respondió que "no tengo información que me permita confirmar o desmentir tal aseveración".
Makled y su familia crearon una red de compañías de transporte de carga y exportación entre 2000 y 2004, según documentos de la Corte Suprema de Venezuela vinculados a su posible extradición. Las compañías incluían una flota de camiones y nueve depósitos en Puerto Cabello, el más importante de Venezuela. Makled también tenía una concesión del gobierno para operar el aeropuerto de Valencia, la tercera ciudad y centro industrial de Venezuela.
La prominencia de Makled cobró ímpetu en una huelga general de 2002 contra Chávez. Al paralizarse la economía, Makled puso sus camiones de combustible a disposición del general Luis Felipe Acosta Cárlez, quien entonces estaba a cargo de la región militar de Valencia. "Cuando hubo el paro, yo puse mis gandolas a disposición de ellos. Ahí solucionaron su problema de transporte de combustible y de ahí fuimos haciendo muy buenas relaciones", dijo Makled a Casto Ocando, periodista de la cadena hispana estadounidense Univisión el mes pasado.
Documentos oficiales y legales de EE.UU. dicen que Makled apareció en el radar de las autoridades de control de drogas en torno a 2004. "Era un principiante. No formaba parte de la élite narco", dice un funcionario estadounidense. "Se abrió un gran espacio para operar, y lo llenó. Era muy importante en el reembarque de drogas que salían de Puerto Cabello", dice.
En 2004, funcionarios venezolanos con la colaboración de la DEA confiscaron toneladas urea, cloruro de potasio y sulfato de amonio, sustancias químicas utilizadas para procesar cocaína y fabricar explosivos, en un depósito perteneciente a una de las empresas de Mekled.
En 2005, las relaciones entre Washington y Caracas se deterioraron a tal punto que Chávez suspendió la mayor parte de la colaboración entre Venezuela y la DEA.
En 2005, la principal fuente de cocaína de Makled era un traficante colombiano llamado José Corredor, conocido como el boyaco, según el documento de la DEA. Corredor también era uno de los principales proveedores de armas de las FARC, quien suministraba "armas de tipo de asalto AK-47 y AR-15 y municiones" a los guerrilleros colombianos a cambio de cocaína, que luego era transportada en vuelos que salían de aeródromos en Colombia y Venezuela, según el procesamiento de Corredor en un tribunal de distrito en Washington.
Corredor permanece detenido en EE.UU. mientras aguarda su juicio, según su abogado, quien dice que Corredor no tiene conexión con Makled.
En 2006, el imperio del transporte de Makled siguió creciendo. En entrevistas con medios locales, dijo que hizo pagos al general Acosta Cárlez, al general Carvajal, y al almirante Carlos Aniasi Turchio, jefe de la armada venezolano, para obtener la concesión para comprar y operar aproximadamente la mitad de los depósitos y muelles de embarque en Puerto Cabello.
El ejército y la armada de Venezuela no respondieron a mensajes de correo electrónico, faxes y llamados telefónicos en busca de comentarios. Acosta Cárlez no respondió a mensajes en busca de reacciones dejados en el contestador de su celular. En una entrevista con una radioemisora venezolana la semana pasada, Acosta Cárlez negó haber aceptado pagos de Makled a cambio de las concesiones.
En 2008, Makled adquirió una participación mayoritaria en Aeropostal SA, entonces la mayor aerolínea privada del país, por US$23 millones. Nelson Ramiz, un empresario de origen cubano radicado en Miami que vendió la aerolínea, dice que Makled no le pagó. Ramiz interpuso una querella contra Makled ante la justicia venezolana, en la que pide la devolución de la aerolínea.
El abogado de Makled señaló que desconoce si su cliente "hizo un pago o no para obtener el control de la aerolínea".