por admin » Mar Nov 06, 2012 5:39 pm
Cinco factores que determinarán la elección en EE.UU.
Por GERALD F. SEIB
AP
La campaña presidencial en Estados Unidos ha concluido como esperaban los analistas de ambos partidos: la carrera es estrecha y el resultado dependerá más de la lealtad de los partidarios para ir a votar que de la cantidad de electores que cambien de parecer a último momento.
De hecho, nunca antes se habían gastado tantos miles de millones de dólares en tan pocos votos indecisos. Entonces, ¿qué factores determinarán el resultado de la elección?
A continuación, cinco factores a seguir de cerca esta noche:
El nivel de participación
Como principio general, si la participación es alta, eso probablemente se traduce en buenas noticias para el presidente Barack Obama. Si es baja, es buena noticia para el republicano Mitt Romney.
He aquí la razón. A lo largo de este año, los republicanos han aventajado en entusiasmo e intensidad. Por otro lado, el entusiasmo demócrata ha sido menor que cuando Obama ganó en 2008.
Esto significa que los seguidores de Romney —incluyendo grupos como los votantes evangélicos, que podrían ser un factor potente en algunos sitios— probablemente saldrán a votar con mucha fuerza. Sin embargo, lo incierto es si los partidarios del presidente harán lo mismo, ya que no están tan motivados como estaban en los comicios presidenciales de 2008.
Aquel año, poco más de 131 millones de estadounidenses votaron. Se prevé que esa cifra sea más alta este año, debido al aumento en la población de personas con mayoría de edad para votar. La clave es el porcentaje de participación. Hace cuatro años, 62,9% de votantes habilitados participaron. Observe con atención si el número de votos y el porcentaje del electorado parecen estar subiendo o bajando. Si van en descenso, eso es señal de que la máquina de participación de Obama no funcionó tan bien como los demócratas habían esperado.
¿Qué porcentaje del electorado está compuesto por votantes blancos?
Siga de cerca las encuestas a boca de urna para ver esta cifra. En todos los sondeos preelectorales, Romney estaba ganando de manera holgada el voto de personas de tez blanca, mientras que Obama gana por amplios márgenes el voto del resto de la población. Por lo tanto, la clave para descifrar la ecuación total consiste en la proporción del electorado que está compuesto por votantes blancos.
Las encuestas a boca de urna en 2008 mostraron que 74% de los que acudieron a las urnas eran blancos. Si la cuota de blancos en el electorado cae, por ejemplo a 72%, parece seguro que ganará Obama. Si asciende, por ejemplo a 76%, significa que Romney probablemente gane. Si el nivel se mantiene estable, podría ser una noche larga.
Una pregunta paralela: ¿podría Obama ganar 40% o más del voto de los blancos? Si así ocurre, estará en buena posición.
¿Qué está pasando en los campus universitarios?
El desempeño de los adultos jóvenes puede ser el arma secreta de Obama o su talón de Aquiles. En encuestas preelectorales, sobresalen dos particularidades: Obama aún tiene un apoyo fuerte entre los electores de entre 18 y 29 años, pero el interés que tienen por esta elección está por debajo de su interés hace cuatro años.
Por lo tanto, la pregunta es si acudirán a las urnas pese a no estar tan entusiasmados. Los republicanos creen que no será posible que el equipo de Obama genere la misma participación, o que mantenga su nivel de apoyo, entre un grupo que sufre mucha ansiedad económica. Los partidarios de Obama dicen que las encuestas preelectorales constantemente subestiman la lealtad de sus votantes jóvenes.
¿Qué está pasando en Virginia?
Se ha gastado mucha tinta y miles de minutos al aire en conversaciones sobre la importancia del estado de Ohio, ya que cuenta con 18 votos en el Colegio Electoral —de los 270 que necesita el ganador— y es un estado indeciso. Sin lugar a duda, Ohio es clave para definir la contienda.
Lo que no es tan sonado es la importancia del estado de Virginia para la balanza del Colegio Electoral para Romney. En términos sencillos, Romney tendría que ganar los 13 votos que le corresponden a Virginia para que Ohio cuente. Supongamos, por ejemplo, que Romney gane los estados de Carolina del Norte, Florida y Ohio, así como los estados reñidos de New Hampshire y Colorado. Aun así, se quedaría corto por cuatro votos de los 270 requeridos para ganar sin Virginia.
En ese caso, tendría que ganar algunos estados que no se muestran tan favorables hacia Romney, como Iowa, Wisconsin o, aunque sería muy difícil, Pensilvania. El camino del candidato republicano hacia la victoria realmente estará en este orden, Virginia primero y después Ohio. Las urnas en Virginia cierran temprano, a las 7 de la tarde hora del este de EE.UU., así que es un buen indicio temprano.
¿Qué ocurre en los condados clave de Ohio?
Para tener una mejor idea de lo que ocurre en Ohio, no sólo siga el total de los votos estatales. Siga unos cuantos condados clave.
El experto en condados de The Wall Street Journal, Dante Chinni, enumera tres. Uno es Hamilton, el hogar de Cincinnati y un condado que el Journal ha estado observando todo el año. Obama lo capturó en 2008, la primera vez que un demócrata lo logró desde 1964. Este año no tiene que ganarlo, pero tiene que estar reñido.
También siga a Wood y Ottawa, dos condados entre Toledo y Cleveland que han escogido al ganador del estado en todas las elecciones presidenciales desde 1992.