por admin » Jue Ene 31, 2013 12:28 pm
La tendencia alcista del euro estaría construida sobre una base inestable
Por NICHOLAS HASTINGS
Nunca se pensó que la apreciación del euro duraría tanto tiempo. Se construyó principalmente sobre la falsa premisa de que todo está bien en la zona euro y que la crisis de deuda en la región quedó atrás.
Las palabras de tranquilidad expresadas por el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y el repago de los fondos de emergencia a los atribulados bancos europeos han ayudado, por ahora, a calmar los mercados.
Los costos de endeudamiento de las naciones deudoras han disminuido, los inversionistas internacionales están de regreso y el euro se ha apreciado alrededor de 13% frente al dólar desde su nivel mínimo de mediados del año pasado.
Carsten Brzeski de ING Financial Markets lo expresa de la siguiente manera: "Gracias al truco de confianza de Mario Draghi, la zona euro ha atravesado recientemente un periodo de calma. Los mercados financieros están contentos, los capitales privados están regresando a los países periféricos de la zona euro y las reformas estructurales parecen estar rindiendo algunos frutos".
Los optimistas, incluido el propio Draghi, están esperando que esto produzca un "contagio positivo" a través del cual los nuevos flujos de inversiones y los menores costos de endeudamiento ayuden a las economías de la zona euro a recuperarse, y los riesgos de una cesación de pagos de la deuda finalmente comiencen a disiparse.
En las últimas semanas, este optimismo se ha alimentado de algunos sólidos datos económicos provenientes de Alemania, una mejoría en la confianza de los consumidores de toda la región, así como de una mayor confianza en la recuperación económica mundial.
No obstante, el truco de confianza ya está comenzando a resquebrajarse.
Veamos Alemania, por ejemplo. Sí, su economía es más fuerte que las de sus socios de la zona euro, pero a) la demanda interna alemana no está ni cerca de ser tan saludable como se pensó previamente, como lo mostró una abrupta caída en las ventas minoristas del mes pasado, y b) a medida que la demanda en otros países de la zona euro se contrae, las divergencias económicas entre Alemania y sus vecinos están empeorando.
Tomemos por ejemplo la confianza del consumidor. La mejoría que mostraron las cifras recientes de la Comisión Europea sitúa la confianza en los mismos niveles registrados por última vez en junio del año pasado. Pero si se descomponen esos números, la confianza en la mayoría de los otros países de la zona euro, incluida Francia, disminuyó.
Y aunque el reciente repago de los fondos de emergencia por parte del BCE tal vez hayan alentado expectativas de una recuperación del sistema bancario, no hay señales de que el sector privado se esté beneficiando. Datos nuevos de BCE mostraron que los créditos bancarios no han mostrado variación y que los préstamos al sector privado siguen cayendo abrúptamente.
Luego está la recuperación mundial. La mayoría de las otras grandes economías siguen alejándose de a poco de la senda de los problemas. China, en particular, parece alejarse rápidamente de un aterrizaje forzado. Pero incluso allí, se espera que el crecimiento no registre variación a fines de este año y no provea el impulso que ayudaría a las economías más débiles a recuperarse.
En tanto, Estados Unidos está generando nuevas preocupaciones. La economía estadounidense no solo se contrajo inesperadamente en el cuarto trimestre del año pasado, sino que aún hay poca evidencia de que evitar el abismo fiscal pueda generar mucho impulso a comienzos de año.
Esto sugiere que el interés de los inversionistas en la zona euro y el euro debería diluirse pronto, especialmente si el propio BCE comienza a adoptar una postura más expansiva.
¿El resultado final? El truco de confianza que ha mantenido al euro tan alto y por tanto tiempo no durará y la moneda única volverá a debilitarse.