¿Castigarán los jinetes malthusianos nuestra desfachatez? Parece que no
Carlos Montero
Viernes, 14 de Agosto del 2015 - 13:46:00
En muchas ocasiones les he comentado que uno de los principales factores que condicionan las bolsas en el largo plazo es el demográfico. La demanda interna de un país se mueve fundamentalmente por el número de consumidores del mismo y por su capacidad de compra. A mayor número de consumidores, mayor demanda interna, mayor crecimiento económico y mayor empleo. Se puede entrar en un círculo virtuoso como el vivido por India, China o Brasil en los últimos años.
Robin Harding, de Finantial Times, publicó recientemente un interesante análisis sobre la evolución demográfica a nivel mundial del que vamos a extraer lo más interesante:
En los últimos 200 años, la población mundial ha aumentado de forma explosiva. Había 1.000 millones de seres humanos en 1850. Hay 7.300 millones hoy. Desde la Revolución Industrial, la humanidad ha vivido con el tranquilo temor que en algún lugar habrá un límite para este crecimiento, y que los jinetes malthusianos de la peste, el hambre y la guerra, un día castigarán nuestra desfachatez.
De cualquier forma, las nuevas proyecciones de la ONU indican que en tan sólo unas décadas, podríamos asegurarnos un futuro estable de la población mundial.
Para ser claros, las previsiones no indican un inminente fin al crecimiento demográfico - ni mucho menos. La población mundial está creciendo de manera constante y tiene el impulso de un elefante en una pista de hielo. La proyección de la ONU muestra un aumento a 9.700 millones de personas en 2050 y a 11.200 millones en 2100.
Pero los datos recientes y las previsiones a corto plazo también muestran un dramático tobogán en las tasas de fecundidad. La gente de todo el mundo está teniendo menos hijos.
Si la tendencia continúa, la población mundial se aplanará. La ONU dice que hay un 23 por ciento de posibilidades de que eso ocurra en 2100.
La magnitud de la caída de la maternidad es sorprendente. Ochenta y tres países que contienen el 46 por ciento de la población mundial - incluyendo todos los países en Europa - tienen ahora la fecundidad por debajo de la tasa de reemplazo de unos 2,1 nacimientos por mujer. Otro 46 por ciento vive en países donde la tasa de natalidad ha caído drásticamente. En 48 países la población se reducirá de aquí a 2050.
Eso deja sólo el 8 por ciento de la población mundial, casi todos en África, que viven en países con tasas de fecundidad preindustriales de cinco o seis hijos por mujer.
Pero incluso en África la fertilidad comienza a caer. En una década, estima la ONU, habrá sólo tres países con una tasa de fecundidad más alta de cinco: Malí, Níger y Somalia. En tres décadas, se proyecta que solamente en Níger será superior a cuatro.
Estas proyecciones incluyen un rebote de la fertilidad en países como Alemania y Japón. Si las naciones más fecundas siguen este camino de descenso de la natalidad, podría alcanzarse rápidamente una población futura estable.
Eso tendría enormes consecuencias para la economía mundial, la geopolítica y la felicidad humana, ilustrada por algunos de los países de ingresos medios que han pasado a través de una dramática y, a menudo ignorada, caída de la fecundidad.
Considere Irán, por ejemplo, donde el estereotipo de un estado teocrático primitivo lleno de familias con seis hijos es una de las razones por las que se teme de forma atávica al país. Estereotipo que no es cierto. Las campañas de control de la natalidad de los años 1980 y 1990 llevaron a una caída en la fertilidad a 1,75, quedándose por debajo de la tasa de reemplazo durante más de una década.
El miedo a los vecinos con mucha mayor fertilidad es una razón obvia para querer un arma nuclear.
O pensemos en México. Donald Trump, el candidato presidencial republicano de Estados Unidos, lanza diatribas acerca de que México está utilizando a los EE.UU. como un "vertedero" para los inmigrantes violentos. Pero el vecino del sur de los Estados Unidos ya no tiene muchos jóvenes que exportar. En los últimos 40 años, la tasa de fecundidad en México ha caído desde seis a 2,27, un poco más del nivel de reemplazo.
Todavía habrá muchas personas deseosas de emigrar a una vida mejor, pero cada vez vendrán más de un lugar: África.
Luego está la India, uno de los países más poblados del mundo, y la principal fuente de crecimiento de la población mundial. Las tasas de fecundidad están ahora en 2,48 hijos por mujer, y las proyecciones de la ONU señalan que se va a alcanzar el nivel de reemplazo sobre 2025-30. Una transición similar está en marcha en otras grandes economías emergentes, desde Indonesia a Bangladesh.
Para las empresas, eso significará un enorme dividendo demográfico, ya que la población en edad de trabajar tendrá dinero extra en estos países. Pero también significará que la aparentemente inagotable mano de obra mundial barata tiene un final. Los países con caídas en sus poblaciones pronto serán lo común. Las empresas tendrán que aprender a navegar en estos mercados en declive.
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