por admin » Mié Jul 07, 2010 2:20 pm
Otra víctima de la recesión global: la migración
Por Emmeline Zhao
Los efectos de la recesión se han filtrado a otros aspectos de las políticas gubernamentales en todo el mundo, incluyendo la inmigración.
Desprendiéndose de las crecientes tasas de desempleo, muchos países hicieron cambios a sus políticas migratorias que en su mayoría alentaron a que los inmigrantes se fueran de sus países a la vez que desalentaban la llegada de nuevos emigrantes, según un estudio del Banco de la Reserva Federal de Dallas.
Las tasas de inmigración subieron entre 2000 y 2007, las tasas de desempleo subieron en los años siguientes en varios países, según Mike Nicholson y Pia Orrenius, los autores del informe. Por ejemplo, la población de inmigrantes de España subió de poco menos de 1 millón en 2000 a casi 5 millones 2007. La tasa de desempleo del país pasó de 8,8% en diciembre de 2007 a 19% en diciembre de 2009. Sin embargo, los patrones de inmigración en EE.UU. se mantuvieron sin cambios desde la década de los 90 a medida que el desempleo subió de 5% a 10%.
Como resultado de ello, Irlanda, España, EE.UU. y el Reino Unido, entre otros, adoptaron políticas que limitan el acceso de los inmigrantes a la fuerza laboral. El Programa de Ayuda a Activos en Problemas de EE.UU. (TARP) desalentaba a los bancos que recibían dinero del estímulo fiscal de contratar trabajadores extranjeros y una orden ejecutiva emitida este año creó unas regulaciones más estrictas para los trabajadores agrícolas extranjeros.
Irlanda canceló la emisión de permisos de trabajo a inmigrantes para empleos de bajos sueldos en 2009 y creó reglas más estrictas para las renovaciones de permisos de trabajo. El Reino Unido incrementó los estándares de salarios y educación para los trabajadores altamente calificados que no provengan de la Unión Europea y aprobó requerimientos de ciudadanía más estrictos.
Muchos países crearon políticas que alentaban a los inmigrantes a regresar a sus países de origen. El programa español, implementado en 2008 creó dos pagos de beneficios de desempleo para los inmigrantes que dejaban el país, uno en España y otro después que la persona había regresado a su país. La participación en el programa prohíbe el regreso a España por tres años. Japón y la República Checa crearon programas similares.
En términos generales, la inmigración ilegal se ha reducido a medida que las autoridades han sido más estrictas en el cumplimiento de las leyes laborales migratorias, aunque la migración familiar y humanitaria se ha mantenido en los mismo niveles.
Los efectos de la resistencia a la migración podrían llegar a su punto más alto después que termine la recesión, dicen los autores. Se cree que la demanda por mano de obra y migración se recuperará a medida que la economía mejora, pero el incremento de la demanda podría chocar con las restricciones a los extranjeros en el mercado laboral.
"Esto podría limitar la habilidad de los países de reclutar trabajadores en sectores vitales para su recuperación y crecimiento económico a largo plazo", dicen los autores.
Sin embargo, algunos países ya han comenzado a revertir las políticas migratorias instauradas durante la recesión. Suiza, por ejemplo, ha incrementado algunas de las cuotas de permisos de trabajo luego de reducirlas a la mitad al principio del año y Malasia está permitiendo ciertos reclutamientos en el extranjero para su industria manufacturera.