Tras fijar los detalles de su salida a bolsa, Petrobras enfrenta el reto de atraer a los inversionistas
Por Paulo Prada
.São Paulo —Tras revelar planes para su largamente esperada salida a bolsa, la cual sería la mayor de la historia a nivel mundial, Petróleo Brasileiro SA, el gigante petrolero estatal de Brasil, debe convencer a los inversionistas privados que la venta de acciones es un negocio igual de bueno para ellos que para el gobierno brasileño.
En la documentación presentada a las autoridades reguladoras bursátiles, Petrobras reveló planes para ofrecer 3.170 millones de nuevas acciones en una transacción que podría recaudar hasta US$65.000 millones. La petrolera indicó que si la demanda es suficiente podría ampliar su oferta vendiendo 564 millones de acciones adicionales, recaudando unos US$10.000 millones más. La compañía inició una gira de presentación para incrementar la demanda de la operación y presentar un cronograma para su conclusión en las próximas semanas.
La oferta es un paso crucial para que Petrobras comience a financiar un ambicioso plan de gastos de capital hasta 2014 valorado en US$224.000 millones. El plan se centra en el desarrollo de enormes reservas marinas descubiertas en los últimos años que se espera dupliquen la capacidad diaria de crudo de Brasil durante ese período y deje al país, ahora el noveno productor mundial de crudo, entre los cinco primeros.
Las acciones de Petrobras avanzaron tras conocerse los detalles de la oferta, ante la sensación de alivio en el mercado de que la operación finalmente seguirá adelante, después de varios meses de tire y afloje entre la compañía y el gobierno brasileño. La incertidumbre este año llevó a las acciones de Petrobras a obtener peores resultados que los de las otras grandes petroleras internacionales —con excepción de BP PLC— y también que los de cualquier otro título de importantes empresas latinoamericanas.
Ahora, la compañía deberá convencer a los inversionistas privados, especialmente considerando las enormes inversiones necesarias para alcanzar unos depósitos que aún necesitan varios de riesgoso desarrollo antes de empezar a dar fruto. "No hay porqué participar en esto", dijo Bill Rudman, gerente de fondos de inversión de la firma londinense Blackfriars Assett Management, que posee unos US$30 millones en acciones de Petrobras. "Dado el horizonte de tiempo de los retornos y las dudas sobre el desarrollo, los inversionistas podrían preferir esperar y observar".
Los inversionistas privados también tienen crecientes dudas sobre la intromisión del gobierno en Petrobras, que fue parcialmente privatizada hace más de diez años.
Los inversionistas ya llevan varios años recelosos por la estrategia de la compañía, bajo presión del gobierno, de invertir en refinación y otras operaciones menos rentables que la exploración marina de crudo en la que Petrobras es especialista. Y las quejas han aumentado a medida que el estado federal ha asumido un papel más enérgico en la gestión de la compañía tras las nuevos descubrimientos de grandes reservas marinas y ha redefinido las reglas sobre su desarrollo.
Ahora se espera que este papel aumente ya que el gobierno con toda probabilidad tendrá una mayor participación financiera en la compañía una vez se complete la pendiente oferta de acciones. En la actualidad, el gobierno posee alrededor de una tercera parte de las acciones de Petrobras y más de la mitad de su capital con derecho a voto. Pero los mecanismos de la oferta permitirán a las instituciones públicas comprar las nuevas acciones que no adquiera la demanda privada, lo que podría permitir al estado aumentar su participación hasta el 40%, dijeron funcionarios gubernamentales.
Originalmente, la salida a bolsa estaba prevista para hace unos meses. Sin embargo, Petrobras y funcionarios gubernamentales discrepaban sobre una provisión que concede al estado acciones de Petrobras a cambio de los derechos a 5.000 millones de barriles de crudo aún no extraído. Si bien se alcanzó un acuerdo que concede al gobierno US$42.500 millones en nuevas acciones de Petrobras a cambio del crudo, los inversionistas privados se quejaron de que el precio era mucho más elevado que la cifra calculada por tasadores contratados por la compañía.
"Fue un recordatorio al mercado de que ésta es una compañía estatal", dijo William Landers, gerente del fondo Latin America en BlackRock Inc., que este año ha disminuido sus activos en Petrobras. Las inversiones futuras en la compañía, añadió Landers, "no son seguras hasta que sepamos más sobre controles de gastos futuros y los retornos de estas grandes inversiones".
Petrobras, citando el "periodo de cierre" durante la oferta de acciones, declinó hacer comentarios.
Guido Mantega, ministro de Hacienda de Brasil, dijo el viernes a reporteros que confiaba en que la oferta siguiera siendo atractiva para los inversionistas privados.
Jeff Fick contribuyó a este artículo.