19 de Agosto del 2013 - 19:50:00
Las Fuerzas Armadas de Egipto son uno de los mayores receptores de ayuda financiera de EE.UU. Con el inicio de los enfrentamientos violentos entre el Ejército egipcio y los islamistas, esta financiación se ha convertido en un arma de doble filo.
Por una parte, aumentó drásticamente el número de legisladores estadounidenses que piden que las donaciones -que consisten en 1.300 millones de dólares anuales, más armamento, tecnología y programas de educación- se revoquen. A pesar de esta presión, por el momento la Casa Blanca se ha limitado a condenar la violencia contra civiles por parte del Gobierno interino egipcio compuesto por militares y a cancelar las maniobras conjuntas, un evento tradicional bianual programado para el próximo mes.
Mientras, la mayoría de los analistas descarta la posibilidad de que el financiamiento se anule. Las causas no son solo cuestiones de seguridad regional y la posición geográfica única que hace de Egipto 'un plato exquisito' para cualquier potencia mundial. Influyen también los intereses de la industria militar de EE.UU. que se encuentra en un estado relativamente vulnerable después de que entrara en vigor el 'secuestro presupuestario', una medida fiscal que supuso recortes automáticos para equilibrar el presupuesto nacional y que afectó también a los programas del Pentágono. La página web Global Post filtró la lista de las compañías estadounidenses que más se benefician dentro del programa gubernamental de EE.UU. de la ayuda militar a Egipto, haciendo referencia a los datos del Instituto de Estudios Sureños (Carolina del Norte).
El mayor beneficiario, según el sitio web, es el gigante de la industria aeroespacial estadounidense Lockheed Martin. El montante de sus contratos con Egipto entre 2009 y 2011 fue de 259 millones de dólares, derivados entre otros de la venta de 20 cazas monomotor F-16 y sistemas sensores de visión nocturna para los helicópteros de ataque Apache.
En el segundo lugar está DRS Technologies, Inc., un contratista de defensa estadounidense con sede en Arlington (Virginia) adquirido en 2008 por la empresa italiana Finmeccanica. El importe de sus acuerdos en 2010 con las Fuerzas Armadas egipcias por la venta de un hardware de vigilancia y vehículos militares de diferentes tipos es de unos 66 millones de dólares.
La medalla de bronce la comparten Raytheon, uno de los contratistas de defensa militares más grandes de EE.UU. y mayor productor del mundo de misiles guiados, y Laboratorios Wyle, un proveedor privado de servicios técnicos. Raytheon tuvo entre 2009 y 2010 contratos por un total de 58,8 millones de dólares por la venta de 178 misiles perseguidores infrarrojos tierra-aire FIM-92 Stinger y sus lanzaderas entre Egipto y Turquía, más 22 años de apoyo técnico de sus misiles antiaéreos de alcance medio Hawk. Wyle, a su vez, tuvo contratos con la Marina egipcia por 59,3 millones de dólares, incluido el suministro de programas modificados para apoyo y servicios financieros.
Global Post enumera, además, otra treintena de empresas que entre los años 2009 y 2010 tuvieron contratos con las Fuerzas Armadas de Egipto. Entre ellas destacan Boeing, que vendió 10 helicópteros Apache y servicios logísticos para sus misiles de crucero AGM-84H/K, SLAM-ER y los misiles antibuque Harpoon por 34,1 millones de dólares, y L-3 Communications que suministró a la Marina egipcia un sistema de sónares y equipamiento militar de escaneo por un total de 31,4 millones de dólares. RT
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Invertir en agricultura, ¿una tendencia de futuro?
Fundspeople
Lunes, 19 de Agosto del 2013 - 20:22:00
La agricultura se considera uno de los grandes temas de inversión del siglo XXI. La población mundial sigue aumentando y la demanda de alimentos es cada vez mayor, pero, según expertos como Jim Rogers, los inventarios están en mínimos históricos y los factores climáticos podrían tener un impacto importante sobre el precio de los productos agrícolas.
“En los próximos 30 años, habrá que producir más alimentos de los que se han producido en los últimos 10.000”, explica Stefan Meinhold, Investment Specialist del fondo DWS Invest Global Agribusiness en Global Thematic Partners, perteneciente a la gestora Deutsche Asset Wealth Management (DeAWN). “Esta explosión de la demanda responde al crecimiento demográfico y al peso cada vez mayor de las proteínas en la dieta de los mercados emergentes, una situación que supone un reto porque la capacidad del planeta es limitada y no quedan muchas más áreas cultivables por explotar. Organizaciones como la ONU reclaman una mayor inversión en agricultura y ahí es donde encaja nuestro fondo, que invierte en empresas de toda la cadena de valor del negocio agrícola, desde granjas a supermercados”, añade el experto. El fondo cede un 4,72% en el año (datos de Morningstar a 16 de agosto), aunque presenta un rendimiento anualizado a tres años del 3,81% y del 2,58% a cinco años.
En Pictet Asset Management también apuestan por este sector mediante el Pictet Agriculture, un fondo que invierte en empresas relacionadas con agricultura que llevan a cabo un uso eficiente de recursos y energía, con exposición a modelos de negocio más sostenibles. Logra un rendimiento del 1,88% en 2013 y del 4,68% en el anualizado a tres años. “Plantaciones y granjas constituyen la base del fondo, seguido de maquinaria, servicios en la cadena de valor, fertilizantes y protección de cultivos, inversiones que, además de contribuir a mejorar la eficiencia y estabilidad de la producción agrícola mundial, ofrecen cobertura respecto a la volatilidad de las materias primas”, cuentan desde la gestora.
Según Gertjan van der Geer, gestor del fondo, los inversores pueden participar en tres áreas: “Bienes de producción, que mejoran la eficiencia y el rendimiento, reduciendo costes y precios; técnicas de gestión agrícola, que generan economías de escala y minimizan los desperdicios, y distribución, que abarca servicios logísticos, almacenamiento y transporte, procesadoras (incluyendo eliminación de toxinas) y conservación de los alimentos”.
En DeAWN han identificado varios subtemas del universo de inversión. “Por un lado, nos centramos en empresas de fertilizantes, un segmento que resulta crucial en la mejora de la productividad de las tierras de labranza, que disfruta de una creciente demanda en países emergentes como la India y donde ahora mismo las valoraciones son muy atractivas”, apunta Meinhold. “Por otro lado, nos decantamos por los alimentos de producción ecológica, una tendencia al alza entre los consumidores y uno de los temas favoritos de la cartera en los últimos dos años”.
Por su parte, el fondo Amundi Funds Equity Global Agriculture, gestionado por Amundi AM, intenta explotar los desequilibrios entre oferta y demanda. Como explica el gestor del fondo, Nicolas Fragneau, “la demanda de alimentos se ve respaldada por el aumento de la población y el incremento de las rentas, mientras que la oferta está limitada por la disponibilidad de tierras cultivables, el rendimiento de los cultivos y la sostenibilidad de la producción alimentaria. Nuestro objetivo es identificar los sectores y empresas mejor posicionados para beneficiarse de estos desequilibrios y aquellos que presenten un elevado potencial de crecimiento sostenible”.
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¿De dónde viene el oro?
Lunes, 19 de Agosto del 2013 - 20:43:00
Soy un apasionado de la ciencia. De pequeño me encantaba jugar a ser científico, mezclando diversos componentes químicos de un juego que me habían regalado. También estaba hechizado por la alquimia. Mi aspiración era conseguir tener éxito donde tantos otros habían fracasado, y obtener al fin la piedra filosofal que pudiera convertir el plomo en oro.
De adulto tuve que variar mi profesión, aunque no tanto de lo que soñaba de niño. Fui durante unos años trader del mercado de materias primas, y en no pocas ocasiones adopté grandes posiciones de oro como cobertura a modo de moderno alquimista. Les comento todo esto porque hace un tiempo leí un interesante análisis científico de Joel Achenbach, donde mostraba los últimos descubrimientos sobre el origen de este metal precioso que tanta atracción ha tenido para la humanidad.
Durante muchos años, los científicos habían teorizado que los elementos pesados de la tabla periódica, como el oro, platino, plomo y uranio, tuvieron su origen en las explosiones de supernovas. Pero la verdadera fuente, según las últimas investigaciones, podría ser aún más exótica - la colisión de dos objetos ultra densos llamados estrellas de neutrones, afirma Achenbach.
"Ahora tenemos una especie de pistola humeante", dijo Edo Berger, un astrónomo que dirigió la investigación en el Centro Harvard-Smithsoniano para Astrofísica en Cambridge, Massachusetts.
Los elementos de la Tierra son de origen cósmico. Los átomos de carbono y oxígeno en nuestro cuerpo, por ejemplo, provienen del interior de las estrellas, en el que se formaron en condiciones de alta presión y calor. Posteriormente fueron arrojados al universo por las explosiones de supernovas. Es literalmente cierto, como Carl Sagan solía decir, que todos somos materia de estrellas. Pero lo que no se sabe es si estos eventos de supernova pueden explicar el más pesado de los elementos. Un elemento pesado como el oro tiene 79 protones, 79 electrones y 118 neutrones. Esa es una gran cantidad de masa en un átomo. La mayoría de los elementos son más simples. El oro y el resto de elementos pesados son cósmicamente extravagantes.
Las estrellas de neutrones pueden dar la explicación. Estas estrellas son los núcleos colapsados de estrellas que han explotado en una supernova. Una estrella de neutrones puede ser más o menos del diámetro de Washington pero contiene tanta masa como nuestro Sol, todo ello hacinado por la fuerza de la gravedad, hasta derrumbar los átomos dejando el objeto con la densidad de un núcleo atómico.
Una cucharadita de material de estrella de neutrones pesaría en la Tierra unos 5 millones de toneladas.
La mayoría de estos pasteles de frutas cósmicos son vagabundos solitarios, pero algunos están emparejados, como remanentes de estrellas binarias. Ellos orbitan un punto común en el espacio y poco a poco la deriva les acerca un poco más, en un movimiento espiral una hacia la otra en obediencia a las leyes de la relatividad general de Einstein, hasta que un día chocan.
En la Vía Láctea, con cientos de miles de millones de estrellas, es probable que ocurra una vez cada 100.000 años una colisión de estrellas de neutrones, según Berger.
Los astrónomos tienen la suerte de que el universo es tan vasto, contiene miles de millones de galaxias, que cualquier estudio de todo el cielo, podría ver posiblemente algo tan raro como una colisión de estrellas de neutrones. Así fue que el 3 de junio, el telescopio espacial Swift de la NASA observó un destello de luz, denominado un estallido breve de rayos gamma, en una galaxia muy distante en la constelación de Leo.
Los astrónomos se apresuraron a volver a observar ese pequeño trozo de espacio con un potente telescopio en Chile y con el Telescopio Espacial Hubble. Ellos vieron algo brillante en el lugar dónde habían visto antes el estallido de rayos gamma. Después de comparar sus observaciones con modelos teóricos, los astrónomos concluyeron que estaban viendo el resplandor radiactivo de una gran cantidad de metales pesados formada por una colisión de estrellas de neutrones.
Aunque las colisiones de estrellas de neutrones se han propuesto como una fuente de este tipo de explosiones de rayos gamma, ahora hay una observación directa. "Cuando se ponen en contacto, hay varias cosas interesantes que suceden muy rápidamente", dijo Berger. "La mayor parte del material en realidad colapsa para formar un agujero negro. Parte del material es absorbido luego por el agujero negro. Ese es el hecho que causa la explosión de rayos gamma. Y otra parte del material es arrojado hacia el espacio.
"Ese material que vino de las estrellas de neutrones, es muy rico en neutrones, y como resultado, es muy eficiente en la formación de estos elementos pesados, como el oro."
Y estas explosiones hacen mucho oro - sobre 20 masas terrestres de oro en la explosión de junio, según un cálculo aproximado del astrofísico Daniel Kasen de la Universidad de California, Berkeley.
Todavía hay muchas cosas que hay que hacer con los átomos de oro antes de que terminen en el diente de una persona. El oro es, básicamente, polvo en el viento atomizado, hasta que termina en una nube de material que puede unirse, a través de la fuerza de gravedad, a un sistema solar de planetas con una estrella en el centro.
A continuación, los átomos de oro tienden a encontrarse entre sí y concentrarse. Más de 1 mil millones de años después, los procesos geológicos del planeta concentrarán elementos como el oro de manera que formen vetas y pepitas. El oro es químicamente inerte y no quiere enlazar con otros elementos. "Es un proceso de destilación. Eso es lo que hacen los planetas", dijo Robert Hazen, un mineralogista de la Institución Carnegie de Washington.
El oro es raro en la Tierra - aproximadamente una parte por cada mil millones en la corteza de la Tierra, dice Hazen. La mayor parte del oro de la Tierra está atrapado en el núcleo del planeta. Y, añadió, hay una conjetura desde hace mucho tiempo que en el mismo centro de la Tierra hay un pequeño núcleo que es oro puro. Carlos Montero