Inflación al consumidor se estanca en Japón, mantiene presiones sobre banco central
Por Leika Kihara
TOKIO (Reuters) - La inflación subyacente anual al consumidor de Japón se estancó en febrero si se excluyen los efectos del alza de impuestos del año pasado, en la primera vez que deja de avanzar durante casi dos años, lo que mantuvo la presión sobre el banco central para que expanda su estímulo monetario.
El gasto familiar cayó, a pesar de que el mercado laboral siguió mejorando, lo que subraya los desafíos que enfrenta el primer ministro Shinzo Abe para llevar a la economía hacia una recuperación sólida y sostenida.
Si bien el Banco de Japón ha destacado que mirará más allá de los efectos de la caída de los precios del petróleo, los débiles datos de inflación lo mantendrán bajo presión para que amplíe su estímulo monetario e impulse los precios hacia su meta de un 2 por ciento.
Cuando se elimina el efecto del alza del año pasado al impuesto a las ventas, el índice subyacente de precios al consumidor se mantuvo estable respecto al año previo, alejándose de la meta del banco central. La última vez que el IPC no subió fue en mayo del 2013, cuando se mantuvo plano.
La inflación global subyacente, que incluye los precios del petróleo pero excluye los de los alimentos frescos, fue de un 2,0 por ciento en el año a febrero, incumpliendo la estimación promedio del mercado de un 2,1 por ciento, mostraron datos del Ministerio de Asuntos Internos.
Los siete meses consecutivos de desaceleración se debieron principalmente a la baja de los precios de los combustibles, lo que posiblemente mantendrá a la inflación cerca de cero por lo menos hasta mediados de año, dijeron analistas.
Si persiste, el enfriamiento de la inflación podría obstaculizar la lucha del gobernador del Banco de Japón (BOJ), Haruhiko Kuroda, por erradicar una deflación que ha llevado a casi dos décadas de estancamiento.
En otro dato negativo para la tercera economía del mundo, el gasto familiar cayó un 2,9 por ciento en el año a febrero, en su undécimo mes consecutivo de descensos.
Los funcionarios esperan que la desaceleración de la inflación, incluidos los menores costos de la gasolina, y los crecientes salarios impulsen el gasto familiar en los próximos meses y apoyen la frágil recuperación.
Pero la debilidad del consumo podría presionar al crecimiento más que lo esperado si las pequeñas empresas no siguen los pasos de las grandes manufactureras y suben el sueldo básico, dijeron analistas.
El mercado laboral brindó una luz de esperanza, debido a que la tasa de desempleo mantuvo su tendencia y bajó a un 3,5 por ciento en febrero respecto al 3,6 por ciento de enero.
La economía de Japón salió el año pasado de una recesión moderada debido a un rebote de las exportaciones y la producción industrial, aunque la recuperación sigue siendo frágil dado el bajo gasto familiar.