El epicentro del escándalo de corrupción de Petrobras
La gasolinera Posto da Torre, en Brasília. Will Connors/The Wall Street Journal
BRASÍLIA—La gasolinera Posto da Torre inspiró el nombre en clave de una amplia investigación de corrupción en el gigante estatal Petróleo Brasileiro SA, PETR4.BR +0.85% un caso que ha dado lugar a cargos penales contra algunos en las altas esferas de la élite empresarial y política del país.
La mala fama de la estación de servicio no ha frenado a los clientes en la capital de Brasil que hacen fila para comprar gasolina y frituras.
Ubicada a unos 3 km al oeste de los principales edificios gubernamentales de la ciudad, la gasolinera Posto da Torre jugó un papel central en la investigación denominada “Operación Lava Autos”, según las autoridades. Los fiscales dicen que los blanqueadores de dinero utilizaron un servicio de cambio de divisas y transferencia de dinero en el sitio para ayudar a los ejecutivos de Petrobras a transferir dinero de la petrolera estatal a cuentas bancarias en el extranjero.
La casa de cambio ahora está cerrada, y el propietario de la estación de servicio, Carlos Chater, se encuentra en la cárcel bajo cargos de lavado de dinero y corrupción. La hermana de Chater, Katia Nasr, dirige el resto del negocio en su ausencia, pero también enfrenta sus propios problemas judiciales. Ha sido acusada de lavar dinero, pertenecer a una organización delictiva y evadir impuestos, y está en libertad bajo fianza.
En una entrevista reciente en su ordenada y espaciosa oficina en la planta superior de la gasolinera, una Nasr desafiante dijo que la casa de cambio era “totalmente, 100% legal”. Negó los cargos contra ella y Chater. “Él no está vinculado al caso de Petrobras”, sostuvo. “Creen que Carlos es un pez gordo, pero no lo es”.
Ni Chater ni su abogado pudieron ser contactados para que hicieran comentarios.
La gasolinera, cuyo nombre proviene de una gigantesca torre de televisión cercana, luce prácticamente igual que cualquier otra. Cuenta con 16 surtidores y una tienda con un pequeño mostrador en el que los clientes pueden pedir café y pastéis. El letrero dice Cyber Café pero no hay computadoras a la vista.
También hay una cafetería separada llamada Pasteleria Torre que vende pastéis de queso y carne. Los snacks reciben excelentes reseñas y atraen filas de clientes durante todo el día.
También hay una lavandería en el recinto, donde los clientes pueden dejar su ropa para una limpieza en seco o lavar un bulto de ropa por unos US$10. Curiosamente, no hay un lavado de autos; los propietarios lo reemplazaron hace años con más surtidores de combustible. Los fiscales no quisieron explicar por qué mantuvieron el nombre pese a que el lavado de autos ya hace tiempo que no existe, ni por qué no la denominaron Operación Lavandería.
Marcelo Odebrecht (abajo), presidente ejecutivo de Odebrecht, y Otávio Azevedo de Andrade Gutierrez (arriba a la izquierda), bajo custodia policial el sábado. Ninguno fue acusado penalmente. rodolfo buhrer/Reuters
La “Operación Lava Autos” comenzó cuando los investigadores que rastreaban las actividades de un grupo de presuntos blanqueadores de dinero, entre ellos Chater, se enfocaron en su gasolinera.
Señalan que descubrieron un vínculo entre uno de los presuntos lavadores de dinero y un ejecutivo de Petrobras, que más tarde fue arrestado. Como parte del acuerdo de declaración de culpabilidad, el ejecutivo les contó a los fiscales sobre una trama de corrupción de varios años en la que empresas de construcción coludieron para inflar los precios de contratos de Petrobras y luego compartieron parte de los ingresos ilícitos con ejecutivos de la petrolera y políticos.
Cuatro ex ejecutivos de Petrobras han sido acusados de varios delitos, y alrededor de 50 políticos actuales y previos se han visto implicados en el complot. En abril, Petrobras asumió un cargo contable de US$17.000 millones por costos relacionados con el caso de corrupción y con los contratos inflados.
Petrobras sostiene que fue una víctima y que está cooperando con las autoridades.
El viernes, en la fase más reciente de la Operación Lava Autos, los presidentes ejecutivos de dos de las mayores constructoras de Brasil, Odebrecht SA y Andrade Gutierrez, junto con nueve empleados de esas compañías, fueron arrestados bajo sospechas de lavado de dinero y corrupción. Algunos de los ejecutivos han negado las acusaciones; otros están cooperando con las autoridades.
Aunque la investigación en general es conocida como Operación Lav Autos, los fiscales también les dieron nombres creativos a las distintas fases del caso. Cuando la policía arrestó a un ex ejecutivo de Petrobras que tenía ojos azules y era aficionado a la música de Frank Sinatra, el caso fue llamado Operación My Way. Una investigación a otra persona sospechosa de trasladar efectivo a Italia fue apodada Dolce Vita.
Otra etapa, “Operación ¿Qué país es este?”, recibió este nombre porque un ejecutivo acusado, indignado mientras hablaba con su abogado, utilizó esta frase justo antes de que las autoridades se lo llevaran a la cárcel. Ese ejecutivo luego acordó devolver casi US$100 millones que había acumulado en cuentas en el exterior.
A pesar de sus presuntos vínculos con el escándalo de corrupción, la gasolinera Posto da Torre sigue siendo un lugar concurrido en Brasília.
En una noche reciente, durante un aguacero, todas las mesas junto a los surtidores estaban llenas con gente tomando cerveza y comiendo pastéis. Una fila constante se formaba en el quiosco de snacks. Los gases del combustible no parecían molestar a nadie.
Elser Costa, un carpintero de 51 años, comía una empanada de carne frita con un amigo. Sabía que la gasolinera estaba ligada al escándalo de corrupción pero dijo que eso no había cambiado su opinión sobre el sitio. “El servicio sigue siendo bueno”, aseveró.
Las reseñas en línea le han dado buenas calificaciones a la estación. Tiene cuatro de cinco estrellas en Yelp.
“Sin duda, la mejor gasolinera en Brasília”, escribió la crítica Olga R. a fines del año pasado.
Yusuf, el hijo de 19 años de Nasr, ayuda a administrar la estación de servicio. “Vamos a seguir trabajando de la misma manera y esperar hasta que salga mi tío”, dijo.