por RCHF » Vie Sep 07, 2018 11:28 am
Los mercados dudan de la capacidad de Argentina para no suspender pagos
El peso vuelve a replegarse un día después de anunciarse el plan de austeridad
Los mercados dudan de la capacidad de Argentina para no suspender pagos
La crisis ha impactado en los comercios y en el bolsillo del ciudadano (Eitan Abramovich / AFP)
LALO AGUSTINA, BARCELONA
05/09/2018 02:00
Actualizado a
05/09/2018 09:36
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Los mercados respondieron ayer con total escepticismo al plan anunciado el lunes por Mauricio Macri, presidente de Argentina, y Nicolás Dujovne, su ministro de Economía. El peso, ya en niveles insostenibles para un país con una deuda equivalente al 55% del PIB –y en un 70%, nominada en dólares–, volvió ayer a las andadas. Su depreciación en el año supera el 100% y, con el cambio de ayer, hacen falta casi 40 pesos para comprar un solo dólar. La bolsa abrió la sesión con una caída muy abrupta, del 4,3%, aunque después moderó las pérdidas.
“La situación es malísima y, aunque las medidas de Macri son las que marca el manual –empeorar a corto plazo por los mayores impuestos y los recortes para mejorar después–, dudo de que el Gobierno tenga tranquilidad para aplicarlas”, asegura Juan Ignacio Crespo, ex analista de Thomson Reuters y asesor del fondo multiciclos global de Renta 4. El año que viene hay elecciones en Argentina.
El mercado, sencillamente, no se fía de un país que ha pasado 40 de los últimos 60 años bajo la tutela del Fondo Monetario Internacional (FMI). El recurso al organismo por parte de Macri el pasado junio, cuando obtuvo un préstamo de 50.000 millones de dólares, ha vuelto a deprimir al país y, aparentemente, no ha servido de nada. Aún. Con la depreciación del peso, la inflación en el 32%, los tipos de interés en el 60% y las medidas de austeridad, Argentina encara una recesión de la que le costará salir.
Turquía afronta nuevas turbulencias en torno a la banca y Sudáfrica entra en recesión y el rand se desploma
Ayer, Dujovne se reunió en Washington con Christine Lagarde, presidenta del FMI, para tratar de mejorar las condiciones del préstamo y, según muchos expertos, pedir más dinero para alejar lo máximo cualquier posibilidad de que se produzca un impago de la deuda que puede arrastrar a otros países. El FMI se tomará su tiempo. Ayer dijo que era pronto para evaluar el plan de choque de Argentina.
Antes del encuentro, Macri habló por teléfono con Donald Trump, presidente de Estados Unidos, que le dio su apoyo: “Confío en el liderazgo del presidente Macri y apoyo fuertemente su compromiso con el FMI para fortalecer las políticas fiscales y monetarias del país y superar sus actuales retos económicos”.
Los problemas de Argentina, como de otros países emergentes, se han visto agravados por la creciente fortaleza del dólar, lo que ha encarecido la deuda de muchos de ellos y ha provocado una fuga de capitales. Y, aunque cada caso es diferente, el mercado no siempre discrimina con razones objetivas y el miedo se extiende a otras latitudes. Turquía, con una altísima inflación y una lira en caída libre, ve ahora en peligro a sus bancos. Según Bloomberg, necesitan refinanciar 6.000 millones de dólares, con vencimientos para los próximos meses.
Pero no es el único caso. Brasil también sufre por la incertidumbre política ante las inminentes presidenciales de octubre, lo que ha provocado una fuerte depreciación del real hasta el nivel que tenía en enero del 2016. El fenómeno se extiende a países con fuertes desequilibrios, como Indonesia, donde la rupia cotiza en mínimos de 1998, y otros. Y, ayer, se produjo el desplome del rand sudafricano al mínimo en más de dos años después de que se hiciera pública la entrada del país en su primera recesión desde el 2009. El panorama es sombrío.