por admin » Mar Ene 04, 2011 8:50 pm
El trabajo primordial de los republicanos sera delinear la agenda politica para el 2012
John Boehner recibe la posta de Nancy Pelosi hoy dia, y la transferencia representa mucho mas que un cambio de control partidario. Marca quizas el cambio mas profundo de ideologia en la Casa de Representantes en 80 anios, y podria sentar el tono para un profundo debate sobre el papel que ejerce el gobierno y las verdaderas raicesde la prosperidad economica.
Decimos "podria" porque mucho depende de que partido republicanos decide gobernar. Sera el que protega a los antiguos representantes y a los intereseses de la maquinaria de negocios que domino durante los anios finales de Tom DeLay? O recordara que la verdadera fuente de poder y legitimidad descansa en los activistas de tea party y los independientes que votaron por los republicanos en Noviembre. Hasta ahora todo parece indicar que sera el ultimo, pero las fuerzas de Washington son formidables y pondran peso para evitar las reformas.
Simplemente tomando el cargo, Boehner cumplira con su mandato mas importantes, el cual es el detener el danio hecho por los dos Congresos de Pelosi. Adoptando el juramente Hippocratic, primero sera el no hacerle mas danio a la economia. El GOP (partido republicano) ha logrado una gran victoria al detener el aumento de impuestos que habria comenzado esta semana.
Este exito solo parece haber tenido un efecto de optimismo generalizado en el ambiente economico, con los negocios ahora hablando de las inversiones que haran y los inversionistas entrando al stock market. La lider de la minoria Pelosi, se han convertido en las palabras mas felices del mundo capitalista.
La extension del recorte de impuestos de Bush fue un acuerdo con Obama, y habran mas oportunidades para mostrar bipartidismo. Uno sera el aprobar el TLC con Panama, Colombia y South Korea, acuerdos que los democratas han ignorado. El segundo sera los fondos para la guerra y talvez el tercero sera el promover el programa de educacion de Bush "Ningun ninio se quedara rezagado". Tambien habra un acto de recorte de gastos del gobierno si Obama concluye que el debe cambiar su imagen fiscal del hombre que ha agregado $4 trillones al deficit en dos anios.
La reforma de la politica de inmigracion en teoria deberia ser posible tambien, dado que los negocios necesitan mano de obra capacitada y los grupos de inmigrantes estan buscando un camino a la ciudadania. Es tambien en el mejor interes del GOP (partido republicano) poner el asunto sobre la mesa. Pero tenemos que Obama quiera jugar la carta del voto hispano en el 2012 haciendo aparecer a lso republicanso como el partido anti-inmigrantes y debido a que hay muchos republicanos que califican cualquier intento de compromiso como una amnistia. (amnistia es una mala palabra)
No esperamos muchas cosas en comun. La leccion de los ultimos dos anios es que Obama en un hombre determinado a servir a la izquierda, cuya meta es redistribuir la riqueza entre los miembros de la sociedad. El puede ceder por motivos tacticos al no tener otra alternativa, como lo hizo con los impuestos. Pero el resistira hasta el ultimo dia de su mandato cualquier cambio que se le quiera hacer a su seguro de salud: ObamaCare y otras metas de la beneficiencia del gobierno. Su objetivo es eliminar el Reaganismo-permanentemente.
Esto significa que los republicanos no podran esperar mucho progreso en reformar Social Security o Medicare, y ellos no deberan caer en la trampa de pelear batallas que no van a ganar. Algunos de nuestros amigos en la derecha ya estan diciendo que se debe intentar asi se sepa que no dara resultados. Pero una leccion de Newt Gingrich en 1995 fue que esos cambios no se pueden hacer desde Capitol Hill con la oposicion del Presidente, y el GOP no debe ayudar a Obama a repetir la campania Medicare de 1996.
Este es un cauto consejo que no se aplica a ObamaCare, los republicanos deben hacer todo lo que este en su poder para quitarle los fondos, estimatizar y desprestigiar. Mr. Boehner planea tener el primer voto para repelerlo la proxima semana, y Mr. Mc Connell debe tener a los democratas en record en el Senado.
Esto empezara a poner la agenta para el 2012, y desde alli el GOP puede atacar ObamaCare pedazo por pedazo. Posponer el aumento de impuestos el proximo anio a las farmaceuticas y a las biotech, reformar y restaurar los fondos para Medicare Advantafe, repeler el programa de cuidado a largo plazo que estara quebrado en menos de 10 anios. Esos votos rendiran homenaje a los compromisos hechos por los republicanos durante su campania electoral, continuar en la educacion de los votantes acerca de los problemas de esa ley, y talvez forzar a Obama a que use su poder de veto una o dos veces.
El otro consejo que ofrecemos es el recortar que los republicanos no haran campania en el 2010 para contadores nacionales. Mientras recortan el gasto para reducir el deficit, ellos deben mantener la atencion puesta en la politica para promover el crecimiento economico y la creacion de empleos en el sector privado. Ese debe ser el proposito de los recortes de gastos, de su escrutinio en las regulaciones nuevas, sus propuestas de reforma de impuestos y la interrogacion al Fed.
Gracias al fracaso del gasto del estimulo fiscal de Obama-Pelosi, los votantes ahora nuevamente estan escuchando a los republicanos acerca de la economia. Ellos no deben ceder sus posiciones y convertirse solamente en politicos que estan cuidando el deficit.
En su modestia personal y falta de retorica, Mr. Boehner parece entender que los Republicanos no pueden gobernar desde la Casa de Representantes. Lo que ellos pueden hacer es senialar la agenda politica para su partido que empezara a reparar el danio hecho por los anios de Pelosi (4), empezar a encoger y reformar al gobierno y dirigir el debate para el 2012. Esta es la gran oportunidad del 112th Congreso.
JANUARY 5, 2011.The GOP Opportunity
The main Republican task will be framing the issues for 2012
John Boehner takes the Speaker's gavel from Nancy Pelosi today, and the transfer represents much more than a change in partisan control. It marks perhaps the sharpest ideological shift in the House in 80 years, and it could set the stage for a meaningful two-year debate over the role of government and the real sources of economic prosperity.
We say "could" because much depends on which Republican Party chooses to show up. Will it be the incumbent-protection and business interest-group machine that prevailed under the final years of Tom DeLay? Or will it remember that the real sources of it power and legitimacy are the tea party activists and independents who voted for Republicans in November? So far the signs suggest the latter, but the forces of Beltway inertia are formidable and will weigh on the drive to change the politics of K Street perks and payoffs.
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Merely in taking the gavel, Mr. Boehner will fulfill his most important mandate, which is stopping the damage done by the two Pelosi Congresses. To adapt the Hippocratic Oath, first there will be no more economic harm. The GOP has already achieved a major victory on this score by preventing the tax increase that had been scheduled for this week.
That success alone seems to have had a cheering effect on the country's economic mood, with businesses talking about new investment and investors bidding up stocks. Minority Leader Pelosi are three of the happiest words in the capitalist language.
The two-year tax reprieve was a compromise with President Obama, and there will be other bipartisan opportunities. One will be passing the Panama, Colombia and South Korea trade accords that Democrats ignored. A second will be war funding, and perhaps a third on promoting school choice as part of rewriting the No Child Left Behind Act. There may also be narrow spending cut deals if Mr. Obama concludes he must change his fiscal image from the man who has added $4 trillion to the deficit in two years.
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Associated Press
House Speaker John Boehner
.Immigration reform should in theory be possible as well, given the business need for more skilled workers and the desire among immigrant groups for more legal paths to citizenship. It is also in the GOP's political interest to take the issue off the table. But we fear Mr. Obama will want to play for the Hispanic vote in 2012 by portraying Republicans as anti-immigrant, and too many Republicans are also happy to call any compromise "amnesty" for their own political ends.
We do not expect much other common policy ground. The lesson we draw from the last two years is that Mr. Obama is a determined man of the left whose goal is to redistribute much larger levels of income across society. He may give tactical ground when he has no choice, as he did on taxes to avoid a middle-class tax increase. But he will resist to his last day any major changes to ObamaCare and the other load-bearing walls of the entitlement state. His abiding goal is to reverse Reaganism—permanently.
This means that Republicans should not expect much progress in reforming Social Security or Medicare, and they shouldn't fall into the trap of proud but pointless votes on either one. Some of our friends on the right are already saying the GOP should march into the fixed bayonets on these programs, even if Senate Democrats are sure to kill their reforms. But one lesson of Newt Gingrich's failure in 1995 is that such changes can't be achieved from Capitol Hill amid Presidential opposition, and the GOP should not help Mr. Obama repeat Bill Clinton's Mediscare campaign of 1996.
This cautious advice does not apply to ObamaCare, which Republicans should do everything in their power to undermine, defund and stigmatize. Mr. Boehner has planned a repeal vote in the House for as early as next week, and Mr. McConnell should quickly get Democrats on record in the Senate.
This will begin to frame the stakes for 2012, and from there the GOP can attack ObamaCare piece by piece. Postpone next year's tax increase on branded pharmaceuticals and biotech, reform and restore funding for Medicare Advantage, repeal the long-term care insurance program that is already scheduled to be broke within a decade. Such votes will honor GOP campaign promises, continue to educate voters about the bill's flaws, and perhaps even force Mr. Obama to use a veto or two.
The other advice we'd offer is to keep in mind that Republicans did not run in 2010 to be national accountants. While cutting spending to reduce the deficit, they should keep the political and policy focus on promoting economic growth and private job creation. This should be the larger avowed purpose of their cuts in spending, their scrutiny of new regulations, their proposals for tax reform, or their questioning of the Federal Reserve.
Thanks to the failure of the Obama-Pelosi spending stimulus, the voters are once again listening to Republicans on the economy. They should not cede that ground back by turning into mere deficit scolds.
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In his personal modesty and rhetorical restraint, Mr. Boehner seems to understand that Republicans can't govern from the House. What they can do is stake out a GOP agenda that begins to repair the damage of the Pelosi years, begins to shrink and reform the government, and tees up the debate for 2012. This is the great Republican opportunity of the 112th Congress.