por admin » Mié Mar 02, 2011 11:54 am
SPANISHMARCH 2, 2011, 11:17 A.M. ET
La fórmula del éxito de Steve Jobs: demorarse en salir al mercado
Por Holman W. Jenkins, Jr.
Jean-Marie Messier, el visionario ex presidente ejecutivo de Vivendi
Steve Jobs está tomando una licencia médica de una compañía con gran tecnología y una gran marca, quizás la mejor del mundo. Ha sido un presidente ejecutivo estelar, pero Apple ha disfrutado de una marcha triunfal increíble que debe ser entendida como más que sólo la magia de una sola persona.
Jobs no es un dios. Jobs puede ser un visionario de productos y un genio del marketing, pero un éxito tan asombroso como el de Apple tiene muchos padres, uno de los cuales es la suerte. A saber, parte de la suerte poco apreciada de Jobs fue relegarse a un papel secundario justo cuando la industria tecnológica estaba creando eufóricamente la burbuja de Internet de los años 90.
Esta percepción, nos apresuramos a añadir, no ha estado gestándose durante años si no que nos llega a través de un titular reciente sobre la condena de un tribunal francés a Jean-Marie Messier por engañar a los inversionistas.
Messier era un nombre a evocar hace 10 años, responsable de una sorprendente transformación de una compañía de tratamiento de aguas francesa en Vivendi Universal, un gigante global de los medios, incluyendo un estudio de Hollywood, un sello discográfico, videojuegos, una red de telefonía celular y una compañía de televisión por cable.
Messier era un visionario (de los cuales había muchos en aquella época) quien proclamaba la importancia de ofrecer contenido mediático de forma inalámbrica, independientemente de la plataforma. Messier creía en la banda ancha móvil. Creó su propio, y efímero, portal en nube, Vizzazi, que seguía a los usuarios a todas partes, ofreciendo video de alta calidad, audio y comercio electrónico en cualquier tipo de dispositivo.
Si esto suena como que Messier estaba anticipándose a la revolución del iPhone/iTunes 10 años después, es que lo estaba haciendo, al igual que muchos otros. De hecho, Messier estaba haciendo su pequeña apuesta sobre otras apuestas mucho mayores de los gigantes de las telecomunicaciones europeos, que pusieron todo en la mesa al invertir en redes inalámbricas 3G en los años 90 en previsión del nirvana digital. Lo que se llegó a conocer como la "burbuja inalámbrica" europea de US$500.000 millones no se repitió precisamente en EE.UU., pero no por falta de insistencia. Larry Ellison, Steve Ballmer y otros líderes tecnológicos mostraron públicamente su inquietud de que EE.UU. se hubiera quedado atrás con respecto a Europa en el sector de telefonía celular.
¿Y dónde estaba Jobs cuando ocurría todo esto? Esta podría ser una pregunta fundamental en la historia de la tecnología. Hacía tiempo que lo habían echado de Apple en 1994, cuando Messier comenzó su meteórico ascenso y caída.
Jobs dirigía Next Computer, haciendo computadoras para científicos. Además, había comprado un estudio de animación y estaba aprendiendo cómo hacer películas digitales. Tras regresar a un Apple en crisis a finales de 1996, Jobs se preocupó de reducir, eliminar lo innecesario y crear la comparativamente poco ambiciosa iMac mientras otros perseguían sus visiones de burbuja.
E incluso cuando la propia estrategia móvil de Apple comenzó a tomar forma, era realmente "pesada". El iPod original no tenía conexión inalámbrica. El iPhone y la iPad actuales aún están diseñados previendo que el usuario almacene de forma local la mayoría de su contenido multimedia.
Recién ahora, en 2011, Apple está construyendo una granja en nube en Carolina del Norte, que todos piensan que está destinada a proveer la biblioteca sin fin de contenido de audio y video que Messier imaginó diez años antes.
Probemos una hipótesis: la lentitud de Jobs es la clave del éxito de Apple. Su enfoque en el dispositivo y su énfasis en perfeccionar la experiencia del usuario significaron contenerse, no tratar de hacer demasiado. El iPod sería sólo un reproductor de música. El iPhone y la iPad serían dispositivos de navegación en la web que no reproducirían la mayoría de los videos en la web. Apple TV sigue siendo una "afición" (sus palabras) porque todavía no hay una manera de ofrecer una experiencia aceptable al usuario. Y recordemos que cada una de estas categorías de dispositivos existían desde hacía cinco o 10 años para cuando Apple entró (y arrasó) en ellas.
Jobs ha sido el gran retenedor. Si Apple quisiera resumir su sabiduría en dos palabras, podría usar perfectamente "la velocidad mata". Mata la experiencia del usuario tratando de ofrecer más de lo que se puede ofrecer de forma maravillosa.
Por supuesto, esta orientación de estrategia fundamental podría cambiar ahora. Apple se ha dejado arrastrar a una batalla por la cuota de mercado de plataforma móvil con el Android de Google. La gerencia de Apple se está centrando cada vez más en hacer crecer un ecosistema en lugar de crear dispositivos. La "Microsoftización" de Apple podría estar al caer, una compañía que se convierte en un usuario irresponsable e ineficaz de capital mientras trata de protegerse en todos los frentes de cada amenaza percibida a su privilegiada posición. En poco tiempo, Apple podría necesitar un Steve Jobs que regrese y la salve de nuevo.