por admin » Jue Mar 24, 2011 3:46 pm
Muhammad Yunus, siente la presión de su propio gobierno
Por Tom Wright
Muhammad Yunus, el bangladeshí galardonado con el premio Nobel, encara una época de retos.
El 2 de marzo, el banco central de Bangladesh dictaminó que debe dimitir como director gerente de Grameen Bank, la institución que fundó en la década de 1970 para otorgar pequeños préstamos a agricultores pobres sin colateral. Yunus obtuvo reconocimiento internacional gracias al éxito de Grameen y contribuyó a crear el sector global de las microfinanzas. El banco y Yunus compartieron el premio Nobel de la Paz en 2006.
Pese a esto, Yunus enfrenta presiones en su país. Algunos analistas dicen que la primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, se molestó la breve incursión de Yunus en política en 2007, motivada por lo que el caracterizó como un intento por eliminar la corrupción. Durante algún tiempo, Yunus intentó crear un partido político pero el plan nunca se materializó.
Otros aseguran que Grameen, con 8,3 millones de prestatarios y decenas de otros negocios, desde telecomunicaciones hasta productos lácteos, se ha vuelto demasiado poderoso a los ojos los políticos de Bangladesh.
En su dictamen, el banco central dijo que Grameen no había conseguido su aprobación, como lo requiere la ley por la cual se estableció formalmente el banco, cuando volvió a designar director gerente a Yunus en 1999. Un alto tribunal ratificó la decisión. Hasina, la primera ministra, ha aprovechado una reciente oleada de mala publicidad para los bancos de microfinanciamiento, acusándolos públicamente en diciembre de "chupar la sangre " de prestatarios pobres. El sector global de las microfinanzas ha encarado críticas por hacer poco para aliviar la pobreza y lastrar a prestatarios rurales con altas deudas.
Agence France-Presse/Getty Images
El pionero de los microcréditos Muhammad Yunus, a la salida del alto tribunal ante el cual apeló su remoción del cargo de director gerente del Banco Grameen.
.Grameen, cuya mayoría pertenece a los prestatarios, ha evitado en gran medida la mala publicidad. Yunus sigue recibiendo apoyo. Robert Blake, secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para asuntos de Asia Central y del Sur, concluyó un viaje a Bangladesh esta semana exhortando a una solución negociada a la disputa sobre Grameen. EE.UU., dijo, estaba "preocupado sobre el efecto desalentador que esto tendrá en la sociedad civil en general y la integridad y eficacia de Grameen Bank en particular".
Yunus, de 70 años, ha ofrecido al ministerio de finanzas de Bangladesh renunciar a la gestión diaria si puede seguir como presidente de la junta directiva, para asegurar una transición sin contratiempos. El gobierno de Bangladesh tiene el derecho a poseer 25% de Grameen y designar un presidente no ejecutivo bajo una ley especial de 1983 que convirtió a la entidad prestamista en un banco formal.
Yunus respondió por correo electrónico a preguntas de The Wall Street Journal sobre la disputa con el gobierno, lo que ello significa para el futuro de Grameen, y los planes para la sucesión.
WSJ: ¿Cuáles son los riesgos para Grameen a raíz de la actual forcejeo? ¿Qué podría ocurrirle al banco?
Yunus: Mi única preocupación es por el futuro de los 8,3 millones de prestatarios de Grameen Bank, casi todos mujeres rurales de bajos ingresos. Es por ellos que he exhortado repetidas veces a la cautela para que la transición a un nuevo director gerente pueda ser un proceso suave que no cree alteraciones o pérdida de confianza.
El verdadero asunto en cuestión es el derecho de los 8,3 millones de prestatarios del banco de ser dueños de su futuro financiero o si serán forzados a ceder su control a autoridades externas. Grameen Bank ha sido exitoso gracias al hecho de que son los propios prestatarios quienes han estado en control del banco. Es una institución única.
Si los prestatarios pierden el control de su propio banco, ¿quién cuidará de sus intereses?
WSJ: ¿En qué medida la política tiene un papel en esta saga? Parece extraño que Sheikh Hasina lo vería como un opositor político ya que usted no está formalmente en la política.
Yunus: He dicho varias veces que ahora no tengo ambiciones políticas y estoy seguro que la primera ministra no me ve como una amenaza política para ella. No soy una amenaza política para nadie, mucho menos para Sheikh Hasina, dos veces elegida primera ministra por el pueblo de Bangladesh, y cuyo partido obtuvo una gran mayoría en las últimas elecciones.
Pero si la primer ministra tiene algún problema conmigo, ya sea con respecto a las operaciones de Grameen o algún otro, estaría honrado de sentarme con ella para encontrar una solución.
WSJ: ¿No será que para los políticos los prestatarios de Grameen son un potencial banco de votos?
Yunus: Los prestatarios de Grameen Bank son votantes como cualquier otro ciudadano en el país.
No creo que nadie pueda influir en ellos para que hagan algo contra sus propios deseos por cuanto son lo suficientemente capaces de tomar sus propias decisiones.
WSJ: La evolución de Grameen en un negocio grande que comprende teléfonos móviles y yogures, ¿ha ayudado a crear la impresión de que el banco es un centro de poder por sí mismo y cómo ha afectado ello las relaciones con el gobierno?
Yunus: Grameen Bank es una institución financiera fuerte. Es una institución de 8,3 millones de mujeres y hombres con poder y que juntos tienen un banco pujante con US$1.400 millones en depósitos.
Hoy son lo que son, gracias a su duro trabajo y diligencia. Es su éxito. Los prestatarios de Grameen Bank han demostrado al mundo que son confiables y solventes y capaces de controlar una institución grande, y han sido la inspiración para millones de personas en todo el mundo, y por qué no, un centro de poder.
Pero lo que hayamos logrado Grameen Bank o yo, es resultado de los esfuerzos de los prestatarios.
Grameen Bank ha siempre tenido buena relación con el gobierno y ha visto al gobierno como el socio del banco desde el comienzo. El gobierno tiene una cuota de 25% del banco, y siempre ha sido un firme partidario del banco en su lucha contra la pobreza.
Incluso el presidente de Grameen Bank ha sido designado por el gobierno, como son los otros dos directores de la junta directiva. La relación siempre ha sido muy amistosa y cooperativa por ambas partes.
No sé por qué la actual crisis no podría haberse resuelto amigablemente.
WSJ: ¿Cuál es su respuesta a afirmaciones de que no ha habido planes de sucesión en el banco y que una cantidad de ejecutivos de alto rango se han ido?
Yunus: El marco legal de Grameen Bank establece el método de seleccionar el director gerente del banco. No hay incertidumbre sobre ello.
En cuanto a la partida de algunos ejecutivos de alto nivel, sí, algunos se retiraron de manera anticipada y algunos se han ido por otras razones. Pero eso no es nada fuera de lo común. De hecho, Grameen tiene muchos ejecutivos dedicados de alto nivel que han estado con el banco por muchos años y son perfectamente capaces de asumir la conducción del banco.