por admin » Vie May 21, 2010 2:03 pm
Los científicos crean la primera célula sintética
Por Robert Lee Hotz
En un histórico descubrimiento que podría paso a una nueva era en el campo de la biología, un grupo de científicos ha creado por vez primera una célula artificial, completamente controlada por instrucciones genéticas creadas por el ser humano, y que puede sobrevivir y autoreproducirse, anunciaron el jueves investigadores del centro privado J. Craig Venter Institute.
"La llamamos la primera célula sintética", dijo Craig Venter, el científico que dirigió el proyecto. "Son células muy reales".
Creado con un costo de US$40 millones, este organismo experimental unicelular allana el camino a la manipulación de la vida a una escala anteriormente impensable, dijeron varios investigadores y expertos en ética.
Los científicos han estado modificando el ADN por parte durante un buen tiempo, produciendo una gran variedad de plantas y animales genéticamente modificados. Pero la capacidad de crear un organismo completo ofrece un nuevo poder sobre la vida, dijeron.
.El logro, documentado en la prestigiosa revista científica Science, puede reabrir las discusiones sobre ética, derecho y seguridad pública que los expertos biomédicos han estado debatiendo públicamente durante más de un decenio.
"Éste es un momento histórico en la relación entre hombre y naturaleza", dijo Richard Ebright, un biólogo molecular de la Universidad Rutgers, ajeno al proyecto. "Por vez primera, alguien ha generado una célula completamente artificial con propiedades predeterminadas".
Recelosos de reanudar los antiguos debates morales y éticos sobre la manipulación de formas de vida, otros investigadores están buscando términos más neutros para describir a la célula experimental. "No creo que represente la creación de una forma de vida artificial", dijo el ingeniero biomédico James Collins, de la Universidad de Boston. "Yo lo veo como un organismo con un genoma sintético, no como un organismo sintético. Es difícil determinar dónde se encuentra la línea divisoria".
Varias compañías ya tratan de sacar partido del nuevo campo, llamado biología sintética, que combina química, informática, biología molecular, genética y biología celular para crear formas de vida industriales que se puedan utilizar para producir combustibles, vacunas u otros productos comercializables.
De hecho, Synthetic Genomics Inc., una compañía fundada por Venter, financió los experimentos y posee los derechos de propiedad intelectual de las técnicas para crear las células. La compañía ha firmado un contrato de US$600 millones con Exxon Mobil Corp. para diseñar algas capaces de capturar dióxido de carbono y producir combustible.
El anuncio del jueves fue la culminación de un proyecto que el Dr. Venter y sus colegas iniciaron en 1995.
Para hacer la célula sintética, un equipo de 25 investigadores en laboratorios en Rockville, Maryland, y San Diego, California, liderados por el bioingeniero Daniel Gibson y por Dr. Venter, básicamente convirtieron un código informático en una nueva forma de vida. Comenzaron con una bacteria llamada "Micoplasma capricolum" y, al reemplazar su genoma con otro que escribieron ellos mismos, la transformaron en una variante a la medida de una segunda especie llamada "Mycoplasma mycoides", indicaron.
Como paso inicial, escribieron el código genético completo de la bacteria en un archivo digital informático en el que documentaron un millón de pares de bases de ADN. Posteriormente, editaron el archivo, añadiéndole un nuevo código, y enviaron los datos electrónicos a la compañía especializada en la secuenciación de ADN Blue Heron Bio, en Bothell, Washington, donde fue transformada en cientos de pequeños fragmentos de ADN químico.
Para ensamblar las unidades básicas del ADN, dijeron los investigadores, aprovecharon la capacidad natural de varios tipos de células existentes para unir genes y cromosomas: usaron levadura y bacteria e. coli para suturar las secuencias cortas en fragmentos más largos hasta que ensamblaron el genoma completo, como se conoce al conjunto de las instrucciones genéticas del organismo.
Finalmente, transplantaron este código genético sintético en una célula vacía, donde acabó transformándose en una especie diferente.