Los inversionistas responden al enfriamiento chino con un repliegue en los 'commodities'
Por CAROLYN CUI
Durante años, los inversionistas en commodities la tuvieron muy fácil: simplemente se enfocaban en cualquier cosa que China comprara. Pero ahora que el crecimiento del gigante asiático se está desacelerando y su demanda de materias primas está menguando, estos inversionistas tienen que esforzarse un poco más.
Algunos de ellos se han alejado de los bienes básicos que dependen mucho del apetito de China, tales como los metales básicos, el algodón y la soya. Otros están buscando áreas que seguirán creciendo independientemente de lo que pase con el país asiático, como el mercado estadounidense de gas natural. Algunos están incluso retirándose por completo del sector de recursos naturales.
Estas tendencias marcan un cambio significativo en el mercado de commodities. La aparente sed insaciable de materias primas de China fue un motor crucial detrás del auge de los bienes básicos en los últimos 10 años, que catapultó los precios de todo, desde el crudo hasta el algodón. Ahora, los inversionistas tratan de adivinar qué bienes básicos son más vulnerables conforme la segunda mayor economía del mundo reduce la velocidad.
"La estrategia de simplemente comprar lo que China necesita ya no es válida", dijo Na Liu, asesor estratégico de Scotia Capital y fundador de CNC Asset Management Ltd.
Liu cree que las materias primas que experimentan una sobreabundancia son las que corren mayor riesgo. El consultor recomienda a sus clientes que se alejen del aluminio, cinc, níquel y acero. Sin embargo, sugiere que una escasez de cobre y granos ayudará a apuntalar los precios.
Otros se concentran en la demanda. China es el principal contribuyente a la demanda global de materiales industriales y muchos productos agrícolas, como el algodón y la soya. El país ahora consume 42% de todos los metales básicos utilizados en todo el mundo. Sin China, la demanda del resto del mundo de aluminio, cobre, plomo, níquel, estaño y cinc se habría reducido 2,6% en vez de aumentar 2,3% en el segundo trimestre este año, según Marina Rousset, investigadora en el Fondo Monetario Internacional.
Sin embargo, el impacto del país en mercados como el del crudo y el oro es menos pronunciado. China representa menos de 11% del consumo global de petróleo, un segundo puesto bastante lejano detrás de Estados Unidos, que utiliza más de 20%, según la Agencia Internacional de Energía.
Zuma Press
Reservas de mineral de hierro de ArcelorMittal en Alemania.
Jeffrey Sherman, gerente de portafolio especializado en materias primas en DoubleLine Capital LP, que gestiona US$45.000 millones en activos, se basa en estas cifras para justificar su pesimismo de cara a los metales básicos, como el cobre y el plomo.
"El gran período alcista para China es cosa del pasado", opina Sherman. "No volveremos a ver esas tasas de crecimiento de dos cifras", añadió.
La preocupación sobre China queda de manifiesto en las grandes fugas de capital de los fondos mutuos especializados en commodities. Durante los primeros siete meses de este año, los fondos de materias primas registraron casi US$6.000 millones en retiros de capital, según Barclays.
En agosto, apenas 2% de los inversionistas encuestados por Brighton House Associates, LLC, una firma que hace seguimiento al interés de los inversionistas, expresó interés por fondos de commodities enfocados en China, que normalmente invierten en soya, caucho y mineral de hierro. Ese porcentaje se compara con 15,4% a principios de año.
Con todo, la influencia del gigante asiático en muchos mercados sigue siendo enorme, y la economía sigue expandiéndose. Se proyecta que China se expanda entre 7% y 8% este año, algo por debajo de la tasa anual promedio de 10% en las últimas tres décadas. Un nuevo paquete de estímulo del gobierno podría desatar un alza de los precios de algunos bienes básicos.
"Sigue siendo un crecimiento contundente, pero es materialmente más lento que al que todos se habían acostumbrado", dice Ric Deverell, director global de investigación de commodities en Credit Suisse.