SUMMIT-Brasil necesita reformas, aunque sean impopulares: Fernando Henrique Cardoso
lunes 20 de mayo de 2013 16:49 GYT Imprimir
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Por Brian Winter
SAO PAULO (Reuters) - El Gobierno brasileño debería preocuparse menos por sus altos niveles de aprobación y concentrarse más en las reformas que, aunque sean impopulares, podrían sacar al país de su bajo crecimiento económico, dijo el lunes el ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
Hablando en la apertura del Foro de Reuters Sobre Inversiones en América Latina, Cardoso culpó a la "excesiva confianza" de los políticos por el 'status quo' por un crecimiento económico de apenas un promedio de 1,8 por ciento en los últimos dos años, un período en que Brasil dejó de ser atractivo para el capital extranjero.
Cardoso, que presidió Brasil entre 1995 y el 2002 y a los 81 años continúa siendo una voz influyente dentro del partido opositor PSDB, dijo que una reforma laboral y tributaria podrían poner a la mayor economía de América Latina otra vez en la senda del crecimiento, pero que la presidenta Dilma Rousseff no ha mostrado el valor o la capacidad necesaria para lograr que sean aprobadas por el Congreso.
"Brasil no continuó en el camino de las reformas", dijo Cardoso. "Había cierta excesiva confianza en que el ímpetu dado por la estabilidad (financiera) y por el mundo (...) eran suficientes para asegurar el bienestar para siempre".
Rousseff, una izquierdista pragmática, es una de los líderes más populares del mundo, con un nivel de aprobación cercano al 80 por ciento gracias en gran medida a que el desempleo se ha mantenido en mínimos históricos pese al anémico crecimiento económico.
La presidenta es favorita para ganar la reelección en los comicios de 2014 contra rivales como Aecio Neves, un senador de PSDB por el estado de Minas Gerais apoyado por Cardoso.
Cardoso dijo que Rousseff necesita estar dispuesta a gastar parte de su capital político por el bien del país. El ex presidente citó cambios en las leyes laborales que ofrecen algunos de los más generosos beneficios y protecciones del mundo, pero también contribuyen a excesivos costos de producción que vuelven poco competitivas a muchas industrias locales.
Esas reformas requieren "un esfuerzo enorme del presiente y del Gobierno, y desgasta. Uno pierde popularidad", dijo.
Y Cardoso sabe perfectamente de que habla. Como presidente privatizó empresas estatales y emprendió otras reformas difíciles para acabar con la hiperinflación en la década de 1990. Las decisiones tomadas durante su gobierno prepararon el terreno para una década siguiente de prosperidad, pero dejaron un sabor amargo entre los votantes y el PSDB no ha vuelto a ganar las elecciones desde entonces.
Rousseff no se ha quedado cruzada de brazos. Emprendió iniciativas políticamente difíciles, incluyendo la privatización de algunos aeropuertos y carreteras, presionó para reducir las tasas de interés a mínimos históricos y la semana pasada logró la aprobación de una polémica ley para inyectar capital privado a los puertos de Brasil, un serio cuello de botella para el crecimiento económico.
Los economistas esperan que esos cambios aceleren el crecimiento a un 3 por ciento este año, desde un modesto 0,9 por ciento en el 2012.
(Reporte adicional de Alexandre Caverni y Bruno Federowski; traducido por Esteban Israel; editado por Javier López de Lérida)