16 abril:
El Parlamento Europeo (PE) dio luz verde a tres normativas con las que se pretende avanzar en la construcción de la unión bancaria, apurando el último pleno de esta legislatura.
En primer lugar, los eurodiputados dieron luz verde al mecanismo único de resolución bancaria, que incluye un fondo común de 55.000 millones de euros para el cierre de las entidades en quiebra, con el objetivo de que el contribuyente no pague la factura de la crisis bancaria.
El fondo común se nutrirá de las contribuciones de los propios bancos, que tendrán un plazo de hasta ocho años para hacer realidad la aportación.
Algunos países se mantendrán sin embargo fuera de esa unión bancaria. En ese caso deberán constituir sus propios fondos nacionales, que deberán cubrir el 1% de los depósitos en un plazo de 10 años.
Por otro lado, aprobaron la reforma de la directiva de garantía de depósitos que obligará a los bancos a financiar los fondos nacionales de garantía de depósitos de hasta 100.000 euros.
Esta reforma se aceleró tras el rescate a Chipre, en el que hubo un intento de no dar cobertura a los pequeños depositantes por parte del Eurogrupo.
Los ahorradores podrán pedir a las entidades la devolución de su depósito de hasta 100.000 euros en un plazo máximo de siete días laborables.
Igualmente, la Eurocámara avaló la directiva de rescate y resolución, que incluye la creación de fondos nacionales de liquidación bancaria financiados a través de tasas bancarias.
Esta última norma prevé que sean los accionistas y acreedores los primeros en dar un paso al frente para asumir las pérdidas si una entidad tiene problemas.
La directiva de requisitos de capital y el mecanismo de supervisión único, otras dos pilares de la unión bancaria, fueron aprobados ya en 2013.
Será el próximo Parlamento Europeo, el que surja tras las elecciones del 25 de mayo, el que deberá hacer frente al último pilar básico de la unión bancaria, el fondo común de garantías y depósitos.
La unión bancaria es uno de los principales proyectos impulsados por Bruselas para reforzar su arquitectura financiera y prevenir futuras crisis, recordó el comisario europeo de Mercado Interior, Michel Barnier.
Barnier señaló que el paquete bancario aprobado por la Eurocámara "constituye un gran paso adelante" en la arquitectura de reglamentación y estabilidad financiera que necesita la UE.
El comisario francés quiso recalcar el valor "preventivo" de las normas de cara a futuras quiebras bancarias.
"Un sistema bien preparado, bien organizado, siempre costará menos dinero que uno desorganizado. Eso es lo que buscamos con la banca, que una entidad pueda liquidarse sin desestabilizar todo el sistema ni afectar al contribuyente", explicó.
También se felicitó por el avance en la unión bancaria el presidente del PE, Martin Schulz, quien sin embargo lamentó que no tirara adelante la propuesta inicial "más ambiciosa" de la Eurocámara.
"A partir de ahora los contribuyentes dejaran de ser los que sistemáticamente tienen que hacer frente a las pérdidas bancarias", se congratuló Schulz en un comunicado tras el voto.
Durante el debate previo a la votación, el eurodiputado del PSOE Antolín Sánchez Presedo recordó que la unión bancaria "es esencial para romper el círculo vicioso entre la deuda soberana y la deuda bancaria, para dar seguridad a los contribuyentes y mejorar la transmisión de la política monetaria de la eurozona".
El eurodiputado gallego se felicitó por los progresos pero dijo que para superar la crisis y extraer los beneficios de la integración europea "hay que ir más allá".
"Es necesario continuar los esfuerzos para conseguir un mecanismo único de seguridad de depósitos y el establecimiento de una red común de seguridad fiscal", señaló Sánchez Presedo.
17 abril:
Las acciones de algunas de las empresas menos rentables y más endeudadas de Europa podrían cotizar por encima de la media en los próximos meses si el Banco Central Europeo comienza a comprar bonos corporativos para combatir la amenaza de la deflación.
El BCE ha abierto la compra a títulos respaldados por activos como la deuda corporativa garantizada con el fin de revitalizar la actividad económica de la zona euro, una medida que podría dar un nuevo ímpetu al repunte del 20 por ciento que la renta variable europea registra desde el pasado junio.
La compra de deuda corporativa rebajaría los costes de financiación en mercados en los que aún son elevados, como el sur de Europa, aliviando a las empresas que luchan contra montañas de deuda y márgenes exiguos, como los bancos italianos y españoles y el fabricante de coches francés Peugeot.
"Las compañías que tienden a beneficiarse de la QE (siglas inglesas para el término expansión cuantitativa) son aquellas con niveles muy bajos de beneficios y un alto apalancamiento financiero porque, al final, la QE estimula el crecimiento", dijo Francesco Curto, estratega de Deutsche Bank.
Este experto recomienda un seguimiento de empresas que cotizan a precios bajos respecto al valor en libros de sus activos -una señal de que el mercado apuesta por una caída estructural de sus beneficios- y que además tienen un endeudamiento elevado, márgenes anémicos y exposición a la economía europea.
De las 17 compañías del STOXX Europe 600 que cotizan por debajo del valor en libros, tienen más deuda que recursos propios y convierten menos del 15 por ciento de sus venas en beneficio antes de impuestos, ocho son bancos italianos y tres bancos españoles, según datos de Thomson Reuters StarMine.
Entre ellos figuran el primer y tercer banco de Italia, UniCredit y Monte Paschi, y el español Banco Popular.
Otras son empresas no financieras que combaten contra endeudamientos netos que superan en dos o tres veces sus fondos propios, como la operadora italiana Telecom Italia y la francesa Peugeot.
EMPUJÓN A PEQUEÑAS COTIZADAS Y EXPORTADORAS
Las empresas de pequeña capitalización probablemente también resulten beneficiadas por su mayor dependencia de la financiación bancaria en comparación con los valores de gran capitalización.
La compra de bonos corporativos por el BCE "sería muy positiva para los (valores) cíclicos domésticos y probablemente para los de pequeña capitalización porque deberían beneficiarse de un mejor entorno de financiación", dijo Emmanuel Cau, estratega de renta variable europea de JP Morgan.
Entre los títulos que JP Morgan recomienda tomar para ganar exposición en la recuperación de la zona euro se encuentra la concesionaria de autopistas Atlantia, la aerolínea de bajo coste Ryanair, el banco español Caixabank y los grupos de medios Mediaset y Atresmedia. Estas empresas prácticamente generan todos sus ingresos en Europa occidental.
Aunque las acciones domésticas probablemente liderarán un eventual rebote de las bolsas europeas inspirado en medidas no convencionales del BCE, las compañías exportadoras también resultarían beneficiarias en el largo plazo si el euro se deprecia frente al dólar.
"Lo que miraremos y probablemente para tomar posiciones largas ... son índice y compañías que generen muchos ingresos en dólares o fuera de la zona euro", dijo Arran Lamont, estratega de renta variable en Citi.
Con cerca de una cuarta parte de sus ventas procedentes de Norteamérica, el DAX alemán es el índice de la zona euro con la mayor exposición a la fortaleza del dólar.
El DAX se ha quedado un 25 por ciento rezagado dentro de los "blue chips" de la zona euro en los últimos nueve meses. Pero "si el euro cayese, algo que al BCE posiblemente le gustaría conseguir, ayudaría al DAX y a los exportadores mundiales", dijo Cau de JP Morgan.