La reacción de los fondos mutuos
Por Hector Collantes
23 de Mayo de 2011
Aunque un quinto de los fondos mutuos está invertido en acciones, el -10.1% que se registró en el INCA al finalizar la primera vuelta electoral hizo que los fondos mutuos perdieran un 9.7% del capital que administraban a finales de marzo (un total de US$5,637 millones). Pero si bien salieron de esa industria alrededor de 13,000 inversionistas, permanecieron invertidos otros 280,000. Y si bien los fondos mutuos no divulgan los montos del rescate promedio que efectúan, se presume que el grueso de quienes se fueron estuvo conformado por pequeños inversionistas.
¿Hizo bien ese pequeño inversionista en retirar el dinero de su fondo mutuo? Varios de los que tenían su dinero invertido en renta variable salieron al ver lo que pasaba en las acciones de la BVL. No obstante, parece haber pasado que también salieron los que tenían plata en bonos motivados por la caída que veían en las acciones. Después de todo, para los pequeños inversionistas es más difícil seguir el precio de los instrumentos de deuda que leer los titulares de los periódicos que resaltan los movimientos diarios de la bolsa. Y si bien los precios de los bonos también se afectaron ante la desazón que causan los dos candidatos a la presidencia que van a la segunda vuelta, también es cierto que al viernes casi todas estas cotizaciones estaban al nivel de comienzos de abril. Aunque el riesgo electoral todavía no sea nulo.
Una parte de esos inversionistas se pasó tácticamente hacia los fondos más seguros. Migraron tanto hacia los fondos que invierten en depósitos y no se afectan por las fluctuaciones de las tasas de interés, cuanto a los fondos que invierten en papeles de corto plazo. Pero otros actuaron como si fuese octubre del 2008, cuando nadie compraba ni vendía papel comercial o certificado del BCR alguno. En esa ocasión la única salida era vender esas inversiones. Esta vez pudo hallarse refugio en los papeles de corto plazo, pero aún así esta opción fue desestimada por más de uno.
La explicación directa apunta a la varias veces mentada poca cultura financiera del inversionista promedio. Este inversionista puso todo su excedente en un solo fondo mutuo y corrió un riesgo que no entendía, esperaba, ni preveía. La explicación indirecta señala a que nuestra bolsa sigue siendo demasiado volátil para cualquier inversionista promedio. Las acciones peruanas pueden subir 170% en un año y caer un 60% dos años después, siempre viendo al promedio del IGBVL. Esta proposición no asume que el inversionista de fondo mutuo de a pie ve a las acciones y extrapola incorrectamente ese desempeño a su cartera de bonos. Sugiere que este simple inversionista no era tan iletrado, que su 80% en renta fija no se debe a que sea inusualmente conservador, sino a que así obtiene el retorno más alto por unidad de riesgo que está dispuesto a asumir. No obstante, todavía no explica la magnitud de la salida de abril. Como se recuerda, esa vez no fue este simple inversionista el único desorientado.