por eduforever » Lun Dic 19, 2011 8:50 am
A cinco meses de haber asumido en Perú, ¿Humala gira a la derecha?
Por Angel Páez
Su posición frente a un conflicto minero y un gabinete liderado por un militar marcan el giro del presidente.
Lima. Especial Para clarin - 19/12/11
Ex asesores progresistas y de izquierda del gobierno del presidente Ollanta Humala, que renunciaron por el cambio de postura del jefe de Estado frente a las protestas sociales contra la actividad minera que amenaza o daña el medio ambiente, afirman que el régimen nacionalista peruano ha virado hacia la derecha con el propósito de buscar la tranquilidad de los grandes capitales vinculados al sector minero. Con la renuncia del ex primer ministro Salomón Lerner el 10 de diciembre, varios ministros, funcionarios de alto nivel y asesores de izquierda que Lerner llevó al gobierno, dimitieron por el endurecimiento de Humala frente al conflicto originado por el proyecto aurífero de Conga, ubicado en la región norandina de Cajamarca.
Lerner no pudo conseguir que levantaran una huelga general que impedía la actividad minera, cuyo financiamiento se estima en US$ 4.500 millones. Así, Humala decretó el estado de emergencia y dejó el control de la seguridad en manos del Ejército. La medida descolocó a Lerner, quien fomentaba una solución pacífica para la protesta. Al advertir de que el Ejecutivo había optado por la fuerza militar, resolvió irse del gobierno de su amigo Humala, a quien financió desde que se lanzó por primera vez a la presidencia, en 2006.
El proyecto Conga incluye la remoción de un conjunto de lagunas naturales que afectará la disponibilidad de agua natural. La empresa Yanacocha afirma que eso es falso y que instalará reservorios artificiales que suministrarán agua a los campesinos en una mayor cantidad, incluso en épocas de sequía. Los manifestantes terminaron la huelga general, el gobierno desactivó el estado de emergencia y se ha restablecido el diálogo, pero la relación de confianza entre los pobladores y Humala se ha destruido .
Uno de los primeros asesores gubernamentales en renunciar fue el sociólogo Carlos Tapia García, dirigente y organizador del primigenio Partido Nacionalista del Perú, ahora transformado en la agrupación Gana Perú, que llevó a la presidencia Humala. El mandatario le pidió a Lerner que prescindiera de Tapia, de vieja militancia izquierdista, porque apoyaba la protesta de Cajamarca contra Conga y consideraba que Humala debía cumplir con su promesa de candidato, cuando dijo a los cajamarquinos que la prioridad era el agua y no el oro. Acusado durante la campaña de ser un aliado de Hugo Chávez, ahora se teme por su derechización: “Hay que ser ciego en no reconocer que el conflicto de Conga impulsó al gobierno a dar un espectacular giro hacia la derecha con cierto componente militarista . Humala fue elegido por un pueblo que lo votó porque prometió que los grandes capitales no impondrían sus condiciones. Pero ahora se congracia con ellos imponiendo orden a la fuerza, una forma de hacer política que nos recuerda al gobierno de Alberto Fujimori”, dijo Tapia a Clarín .
El proyecto Conga es de propiedad de la minera Yanacocha, cuyo mayor capital pertenece a la estadounidense Newmont, en sociedad con la peruana Buenaventura. Durante el régimen de Fujimori, los directivos de Newmont buscaron al corrupto asesor presidencial Vladimiro Montesinos para solucionar sus problemas. Al renunciar, Tapia denunció que Yanacocha había infiltrado en el entorno de Humala a personas vinculadas con la minera, y que eso explicaba por qué el presidente había dado la espalda a Cajamarca. “Humala ha perdido la credibilidad frente a quienes votaron por su proyecto democrático que consistía en gobernar para las mayorías y no para los poderosos. Lo de Conga es una quiebre”, agregó Tapia.
En reemplazo de Salomón Lerner, Humala designó a su ex ministro del Interior, Oscar Valdés. Ex comandante del ejército, como el presidente, Humala convocó a Valdés por su antigua amistad y relación castrense: Valdés fue instructor de Humala cuando este era cadete de la Escuela Militar de Chorrillos. Fue Valdés, un afortunado empresario que coqueteaba con la política, quien alentó dentro del gobierno el endurecimiento frente a la protesta en Cajamarca porque afectaba la actividad económica en la región.
Para ahogar las manifestaciones contra Conga, Valdés ordenó a la policía antiterrorista detener al presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, Wilfredo Saavedra, con el argumento de su supuesta militancia en el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), una organización subversiva que desapareció en medio de sangre y fuego, en 1997.
Luego, Valdés pidió y consiguió que el ministro de Economía, Luis Castilla, congelara las partidas presupuestales que le corresponden al gobierno regional de Cajamarca, que preside el izquierdista Gregorio Santos, uno de los organizadores de la lucha contra Yanacocha. Según ex colaboradores del gobierno de Humala, ahora en el Ejecutivo tiene una poderosa influencia y determinante capacidad de decisión un grupo de funcionarios de origen castrense, encabezados por el primer ministro Valdés. “Humala, con el propósito de congraciarse con los poderes económicos que lo combatieron con dureza durante las elecciones presidenciales, que amenazaban con desestabilizar el país sino ponía mano dura a la protesta social, ha roto con los sectores liberales, progresistas, izquierdistas y democráticos que lo respaldaron en la segunda vuelta para derrotar a la candidata Keiko Fujimori. Pero la ruptura más grave es con los sectores populares”, explicó a Clarín el reconocido intelectual Sinesio López, que asesoraba al ex primer ministro Lerner.