SPANISHOctober 10, 2013, 12:02 a.m. ET
Janet Yellen tendrá la oportunidad de acabar lo que comenzó Bernanke
Por
JON HILSENRATH
De ser confirmada por el Senado de Estados Unidos como la próxima líder de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen tendrá la misión de definir los límites del banco central del país, luego de que su actual presidente, Ben Bernanke, pasó los últimos seis años ampliando sus poderes monetarios para responder a una economía en crisis.
El miércoles, el presidente Barack Obama anunció que Yellen era su nominada para suceder a Bernanke a partir de enero, cuando termina el período de éste.
El presidente Barack Obama anunció formalmente el miércoles la nominación de Janet Yellen a la jefatura del banco central de EE.UU.
."Mucha gente no sabe cuál es exactamente la labor de la Reserva Federal", dijo el mandatario. Pero gracias a la Fed bajo la dirección de Bernanke, prosiguió, "más familias pueden costear la compra de una casa, más pequeños negocios pueden obtener préstamos para crecer y contratar empleados, más personas pueden pagar sus hipotecas y sus préstamos automotores".
La nominación de Yellen es histórica en muchos sentidos. Por un lado, la funcionaria tiene la oportunidad de convertirse en la primera mujer en conducir la Fed desde la fundación en 1913 del ente de política económica más poderoso del mundo, y una de las mujeres más influyentes en la historia de EE.UU.
Su selección también le da a Yellen la oportunidad de dejar su huella en una de las instituciones más secretas y poderosas del gobierno estadounidense. La Fed nació tras una crisis financiera de inicios del siglo XX para proveer créditos de emergencia a los bancos en momentos de crisis. Su papel y facultades se han expandido desde entonces para incluir la regulación de la banca, la estabilización de la inflación y la contención de los efectos de una economía volátil sobre el empleo en EE.UU.
Con la crisis financiera de 2008 encima, Bernanke desplazó todas esas barreras para relajar de manera extraordinaria la política monetaria y estimular la economía. Pero la efectividad de su programa sigue siendo blanco de intenso debate dentro de la Fed, en los pisos de negociación de Wall Street, en las juntas directivas de los bancos centrales alrededor del mundo y en los pasillos del Congreso de EE.UU.
Yellen tiene ahora la oportunidad de escribir la postdata de los programas que ayudó a redactar. Sus grandes decisiones en los próximos cuatro años tendrán que ver con determinar cuándo reducir el estímulo monetario.
En comentarios breves luego de que Obama la presentara, Yellen sugirió que no iba a apresurarse a retirar los programas de compra de bonos. "Falta mucho por hacer para fortalecer la recuperación", aseveró.
La Reserva Federal tiene una herramienta simple pero extraordinariamente poderosa que usa para guiar la economía: puede imprimir dinero y utilizarlo para acumular valores. Además, puede, en un abrir y cerrar de ojos, depositar esos dólares en cuentas de bancos, que luego son inyectados en la economía.
En tiempos normales, la Fed mueve las tasas de interés de corto plazo, aquellas que se cobran los bancos entre sí por préstamos a un día, y luego deja que el sector privado haga el resto para facilitar o restringir el crédito hacia las familias y las empresas. Reducir la tasa tiende a promover el crédito, lo que impulsa el gasto y la inversión. Subir la tasa suele tener el efecto contrario.
Durante la crisis financiera, la Fed llevó las tasas de corto plazo casi a cero. Con el apoyo contundente de Yellen, prometió mantenerlas allí hasta que el nivel del desempleo, hoy en 7,3%, caiga a 6,5%. El banco central dio un paso extra, utilizando su capacidad para imprimir dinero para comprar billones de dólares en bonos del Tesoro a largo plazo y valores respaldados por hipotecas en un esfuerzo por reducir las tasas a largo plazo.
Desde 2006, las posiciones de valores de la Fed han aumentado de US$750.000 millones a US$3,5 billones (millones de millones). Buena parte del alza se dio después de la crisis financiera que terminó en 2009.
Una investigación de la misma Fed indica que esta ampliación ha tenido un efecto modesto.