Los idus de junio y el fin de una época
Luis Riestra Delgado* - 10/06/2010
Durante este verano, la Economía Global descubrirá si las políticas anti-cíclicas llevadas a cabo desde 2008 han dado sus frutos. Estos meses de junio, julio y agosto serán críticos para fijar las expectativas de los consumidores e inversores en relación al crecimiento económico y su efecto en la reducción de los déficits, en la creación de empleo y en el saneamiento general.
Cuando hace ahora casi un año hablábamos de la presente situación, a la que llamé Depresión de los Brotes Verdes, ya comentaba lo difícil que sería salir de esta combinación de deflación + recesión. De aquel artículo salió una previsión cíclica de doble cresta (también double dip), con topes en los años electorales de EEUU de 2010 y 2014; en ella, la combinación de un ciclo Kitchin (por ajuste de inventarios) y otro Juglar, que en el presente caso tiene la particularidad de ser de re-estructuración empresarial, más los programas de expansión pública, nos daban el horizonte del crecimiento económico.
Pues bien, se puede decir que estamos en ese punto en que debería confirmarse la previsión. Justo en la última semana de junio, el viernes 25, conoceremos el dato definitivo de PIB de EEUU, lo cual nos dará una idea clara del perfil del ciclo y, además, tendremos la información de los primeros seis meses de este año del indicador adelantado de la economía americana, proporcionado por ECRI. En el siguiente gráfico, con los datos de finales de mayo, pueden ver el indicador adelantado (LEI) de los Estados Unidos y de la Eurozona.
Sin entrar en disquisiciones analíticas sobre los indicadores adelantados (la eterna diatriba entre lagging, leading and coincident), que no vienen al caso, lo cierto es que dichos indicadores prevén el crecimiento económico con una antelación de unos seis aproximadamente. Con lo que, entre el dato definitivo de PIB del primer trimestre y la previsión adelantada de junio tenemos el año perfilado, y todo indica que volveremos a la recesión. Ya veremos. Como se ve en la gráfica, hay cierto retraso (algo por todos conocido) entre el ciclo de la Eurozona y el americano.
Los mercados de acciones
Desde el punto de vista del lector común tal vez el mayor interés esté en los mercados de acciones. A ese respecto le recomiendo que haga clic en este enlace: Beneficios Corporativos por Acción en el S&P. En él podrá ver las consecuencias sobre los beneficios por acción en una muestra extensa de las principales corporaciones americanas, cuando aquella economía sufrió un episodio de recesión y deflación al mismo tiempo. Igual que el lector ahora, los fondos de pensiones y el resto de inversores profesionales (especuladores o no) tienen en mente esos elementos y el cómo lo resuelvan, según su mejor interés, promete fortísimas tensiones. El riesgo de recesión y su efecto en las expectativas de los inversores recomienda, lógicamente, reducir la exposición a acciones.
Cualquiera que investigue o conozca el origen del indicador de volatilidad bursátil VIX y lo haya seguido en tiempo real en las últimas semanas (o tras el último máximo del LEI), puede tranquilamente tener la legítima convicción (o la sospecha) de que se ha estado apoyando (¿o es distribución?) las bolsas usando opciones. No lo critico. Sobre la capacidad de apoyo de los mercados, mediante el uso de opciones o no, lo que cuenta es hasta cuándo se puede mantener ese soporte, y la respuesta es simple: lo que permita los beneficios por acción; en cuanto esté claro que caerán (lo dirá el PIB nominal y el LEI), adiós.
Por si fuera poco, a este cóctel explosivo se une la deuda soberana (con vencimientos de vértigo) y el peligro de malograr el ciclo Juglar (vean un caso sangrante), que es el que en el fondo importa. Tras mucho gasto y poca mejora de balances y de gestión (pública y privada), parece que hemos llegado a una frontera de financiación, debiendo escoger entre financiar bonos o acciones. En esta orgía de descontrol fiscal en que vivimos se ha llegado a niveles como el de mayo, en que el consenso de los mercados para el presupuesto de ese mes del Tesoro americano mediaba 40.000 millones y resultó ser más del doble (82.700 millones de dólares): de locos.
http://www.scribd.com/doc/31714501/CRAS ... lscreen:on
Tras casi dos décadas de analizar a la ciencia Política y a la ciencia Económica, es normal que se toquen los límites de lo posible y se paguen las consecuencias de dichos errores, será entonces el fin de una época.