por admin » Vie Sep 10, 2010 9:15 pm
Cautela local y crecimiento internacional, las dos vías que dividen a las empresas de EE.UU.
Por Justin Lahart
Para las empresas estadounidenses, la economía ahora tiene dos vías.
Mientras que empresas globales como el conglomerado industrial 3M Co. y el gigante de las hamburguesas McDonald's Corp. están recibiendo un constante impulso de sus operaciones en economías de rápido crecimiento como China y Brasil, las compañías que dependen del mercado estadounidense están acorraladas por los consumidores reacios a gastar tras la recesión.
Entre las 30 empresas que conforman el Promedio Industrial Dow Jones, analistas prevén que las 10 que registran la mayor parte de sus ventas fuera de Estados Unidos registren un crecimiento promedio de sus ingresos de 8,3% durante el próximo año. En cambio, es probable que las 10 que realizan la menor cantidad de operaciones fuera de ese país muestren un aumento promedio en sus ingresos de apenas 1,6%.
Justin Lahart discusses the two-track economy for American business, with global players getting boosts from fast-growing foreign markets, while companies focused on the U.S. market are hamstrung by recession-scarred consumers.
.En vista de que los países en vías de desarrollo probablemente seguirán creciendo con rapidez y de que parece poco factible que EE.UU. regrese a un crecimiento más rápido en el futuro cercano, esa tendencia de dos vías posiblemente continuará, afirma Joseph Quinlan, estratega para U.S. Trust, Bank of America Private Wealth Management.
Coca-Cola Co., con sede en Atlanta, opera de forma internacional desde la década de 1920 y ahora obtiene alrededor de 75% de sus ventas fuera de EE.UU. Su país de origen aún es su mayor mercado y la empresa es optimista respecto a las perspectivas de crecimiento de ventas en EE.UU. Pero John Farrell, director global de planificación estratégica, afirma que para sus operaciones en otros países Coca-Cola no se comporta como una empresa estadounidense que tiene muchos negocios en el extranjero, sino que opera como una compañía global que cuenta a EE.UU. como uno entre sus cientos de mercados.
Desde el año pasado, Coca-Cola ha anunciado planes para invertir un total de US$27.000 millones en países en vías de desarrollo durante la próxima década. El primero de septiembre adquirió al productor de jugos ruso Nidan por una cifra no revelada.
Del otro lado del espectro se encuentra la empresa de bebidas gaseosas y snacks Dr Pepper Snapple Group Inc., que genera alrededor de 90% de sus ventas en EE.UU. y el resto en Canadá, México y el Caribe. Su negocio se ha visto mucho más afectado que el de Coca-Cola debido a la cautela demostrada por los consumidores estadounidenses.
"El efectivo en EE.UU. no abunda y la gente usa lo que tiene para pagar deudas, lo que probablemente es bueno, pero no están gastando", sostiene James Trebilcock, el director general de marketing de la empresa. "Las ventas serán lentas por un tiempo".
La divergencia entre los negocios en EE.UU. y en otros países afecta, en varias formas, a la economía estadounidense en general. En momentos en que el desempleo sigue siendo muy alto en el país norteamericano, muchos fabricantes que se dedican a la exportación tienen problemas para encontrar trabajadores calificados, mientras que los empleos que en su momento sirvieron como un plan B para los trabajadores estadounidenses, como empleos en el sector minorista, tienen pocas vacantes.
Si la tendencia continua, también podría ampliar la brecha entre la suerte de los trabajadores con un alto nivel educativo y los menos cualificados.
Más que simplemente suplir el aumento de la demanda fuera de EE.UU. incrementando sus exportaciones, las empresas estadounidenses trasladan cada vez más producción al lugar donde venden sus bienes, en especial en mercados en vías de desarrollo, donde los costos laborales son mucho menores.
Esta expansión hacia el extranjero no crea empleos "de rutina" en EE.UU., como los que hay en una línea de ensamblaje, afirma Ann Harrison, una economista de la Universidad de California en Berkeley. Pero los trabajadores que se desempeñan en áreas más especializadas, como investigación y desarrollo, que no son fáciles de trasladar al extranjero, tienden a beneficiarse.
"Los trabajadores en EE.UU. que diseñan los productos, que crean las campañas de marketing, esos trabajadores están en mejor posición", sostiene Harrison.
Cabe aclarar que muchas empresas estadounidenses concentradas en el mercado doméstico han reportado resultados sólidos en los trimestres recientes. Las compañías de transporte como el operador ferroviario CSX Corp. y Southwest Airlines Co., por ejemplo, llevan a cabo casi todos sus negocios en EE.UU., y este año han experimentado un rápido crecimiento en sus ventas, gracias al repunte en el sector de viajes.
Pero en términos generales, la demanda en EE.UU. no ha sido tan sólida como en el resto del mundo. En el segundo trimestre, el Producto Interno Bruto estadounidense todavía se ubicaba 1,3% por debajo de su pico registrado a fines de 2007. Durante el mismo trimestre, el PIB global, excluido EE.UU., superó su pico previo que había tocado en 2008, según economistas de J.P. Morgan Chase & Co. Esos economistas prevén este año un crecimiento económico en China de 9,8%, en India de 8,3% y en Brasil de 7,5%.
Todo este crecimiento está motivando a más empresas estadounidenses a salir al extranjero. El operador de las cadenas de pizzerías Papa John's International Inc. en la actualidad obtiene sólo 4% de sus ingresos de operaciones internacionales, pero en años recientes la compañía basada en Louisville, Kentucky, ha estado invirtiendo en infraestructura y abastecimiento de tiendas que, según dice, le ayudarán a expandirse en mercados extranjeros. "Creemos que el componente internacional va a formar una mayor parte de nuestro crecimiento", dice el director financiero, David Flanery, añadiendo que en dos o tres años anticipa que la compañía estará abriendo más nuevos restaurantes fuera que dentro de EE.UU.".