por admin » Mar Jul 13, 2010 2:00 pm
Hay mayor inversión en construcción de carreteras pero el déficit vial no retrocede
Pese a que los estudios internacionales nos siguen ubicando a la cola en infraestructura vial, las inversiones en carreteras se multiplican. Se ha avanzado, dicen los especialistas, pero el MTC sigue recibiendo críticas
Lunes 12 de julio de 2010 - 08:58 am
(Fuente: MTC/Infografía: El Comercio)
Por: Silvia Mendoza Martínez. Terminar con una lumbalgia era hasta hace poco tiempo uno de los riesgos menores al aventurarse a tomar un bus interprovincial, pues el estado de las carreteras reflejaba sin dudar la calificación que le dan a la infraestructura vial peruana los organismos internacionales: penúltimo de la región, solo por encima de Bolivia.
Sin mantenimiento, desconectadas del resto del país, inseguras. Las carreteras estuvieron por décadas abandonadas a su suerte porque lo poco que el Estado invertía en ellas terminaba por desaparecer, pues hasta el 2005 —año en el que se dio la primera concesión vial— los gobiernos de turno no tuvieron instalado el “chip” de la conservación. Una cifra del Instituto Peruano de Economía (IPE) nos da una idea: entre 1992 y el 2005 se deterioraron 1.357 kilómetros (km) de vías rehabilitadas, lo que implicó una pérdida de US$718 millones, que se hubiera evitado si se gastaban US$98 millones en mantenimiento.
Aunque no en su totalidad, la situación ha cambiado, coinciden los especialistas. A tono con el devenir del país, el rubro carretero vive una etapa de bonanza abonada por la multiplicación de la inversión pública y por la participación del sector privado.
GASTO VIAL SE HA QUINTPLICADO
Durante la presente gestión, dice el viceministro de Transportes, Hjalmar Marangunich, la inversión del MTC se ha multiplicado por cinco y las concesiones se han duplicado, cubriendo ahora 4.985,9 km de las vías nacionales, que son de responsabilidad del sector. Juan Carlos Zevallos, presidente de Ositrán, añade que el compromiso de inversión de las concesiones se ha elevado a US$2.993,7 millones; es decir, US$1.908,7 millones adicionales a lo contratado durante la gestión de Alejandro Toledo.
A ello, Raúl Torres, director de Provías Nacional, suma los S/.2.572,4 millones que se invertirán este año mediante el Proyecto Perú, programa que asegura la operatividad de las vías nacionales que unen corredores económicos interregionales.
Del lado privado, Guillermo Vega Alvear, presidente de Perú Cámaras, resalta que solo las IIRSA Sur y Norte han creado 13.470 puestos de trabajo en departamentos con altos índices de pobreza, como Cajamarca, Amazonas, Cusco o Apurímac. Además —explica— estas vías han impactado positivamente en la vida de 11 millones de peruanos que ahora tienen mejor acceso al transporte y a un sinnúmero de empresas que incrementan su competitividad en proporción a la reducción de los costos logísticos.
CAMINO POR HACER
Pero todas estas cifras positivas palidecen si las enfrentamos con la brecha de infraestructura vial que arrastra el Perú: US$7.375 millones, según el IPE. Brecha que —dice Torres— se ha reducido aproximadamente en 40% durante la actual gestión.
Aunque Jorge Lazarte, presidente de la Asociación Peruana de Caminos, considera que lo hecho por los dos últimos presidentes es encomiable, no comparte el entusiasmo respecto a la brecha pues, a su entender, la valla a partir de la cual se mide —la situación propia del país— es la cola de la región. “Si nos comparamos con países como Chile o Suiza, veremos que esa cifra se multiplica varias veces y que lo hecho no alcanza como para quedarnos tranquilos”, expresa.
Marangunich reconoce que falta mucho camino por recorrer, pero hace hincapié en que lo avanzado marca la diferencia y que el MTC ha alcanzado un ritmo de ejecución (95,4%, en el 2009) que casi calza con su capacidad operativa.
MTC: ¿FACILITADOR U OBSTÁCULO?
Sobre este punto, Ricardo Vega Llona, presidente de directorio de la filial peruana del grupo español OHL, considera que tener un ministerio desbordado no es positivo; por el contrario, alarga más los procesos que, de por sí, ya son engorrosos. “El MTC tiene que reforzar su equipo técnico si queremos reducir el tiempo que demoran en madurar los proyectos”, apunta.
Zevallos, a su turno, dice que si bien el marco regulatorio peruano es considerado el mejor de la región, se tiene que fortalecer al regulador porque si continúa con voz, pero sin voto en los procesos de concesión, se estará desaprovechando una experiencia acumulada en más de una década.
Otro detalle a mejorar, explica, es el deficiente nivel de los estudios que respaldan los proyectos carreteros porque dan pie a incrementos presupuestales y firma de adendas, que generan una corriente de opinión pública negativa hacia el sistema.
El director de Provías responde que esta labor ya se está realizando, ya sea generando una mayor competencia entre las consultoras de ingeniería que compiten por adjudicarse los estudios, como reforzando las oficinas descentralizadas de Provías, que apoyan en la labor de los gobiernos regionales y locales, encargados de las vías departamentales y vecinales del país.
Pese a ello, la analista del IPE, Cinthia Pastor, destaca que lo hecho por las regiones y municipalidades es pobre, pues a su baja ejecución presupuestal se suma la mala priorización de proyectos y la deficiente construcción de las vías. Sobre el MTC, Pastor expresa que el manejo mediático de los proyectos viales ha tapado la lentitud de los procesos y la pobre identificación de las necesidades del país.
Pese a las críticas, los consultados dicen que lo avanzado en la última década ha sentado una nueva y saludable lógica en el sector carretero. Ahora esperan que el camino continúe.
MIRADA AL FUTURO
Planificación necesaria
Paralelamente a los esfuerzos por reducir la brecha de infraestructura vial, el Ministerio de Transportes viene desarrollando un plan de trabajo de 30 años en el sector carretero del país. Otra de las medias que se prevé implementar en el corto plazo es la obligatoriedad de que los concesionarios cuiden los derechos de vía de las carreteras, para que en un futuro no se necesiten adicionar vías de evitamiento, como las que se construyen en varias ciudades.
Otras medidas consideradas son: el inventario de vías y la intervención en los 400 puntos críticos que se estiman hay en los caminos del país, muchos de los cuales requieren la construcción de túneles.