Cómo invertir ahora que suben las tasas de interés
Comienza una nueva era.
A medida que suben las tasas de interés, los inversionistas deben darle una buena mirada a los portafolios diseñados para resistir cuando los rendimientos estaban a la baja y la seguridad era la prioridad.
Quizás sea el momento para abandonar sectores queridos de altos ingresos, como las empresas de servicios públicos y las telecomunicaciones, para favorecer aquellos en los que las compañías puedan incrementar sus ganancias con mayor rapidez a medida que la economía gane potencia. Los commodities, que a menudo sufren cuando las tasas de interés suben, pueden ser una apuesta complicada. El valor de las casas no ha sido tan golpeado por tasas hipotecarias más altas, como podría suponerse.
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El presidente de la Fed, Ben Berbanke. El banco central anunció que comenzará a desmontar su programa de estímulo.
En la renta fija, los inversionistas deberían alejarse de los bonos del Tesoro e hipotecarios, los valores afectados más directamente por el fin del programa de compra de activos de la Reserva Federal diseñado para impulsar la economía y buscar gangas entre los bonos municipales que han sido golpeados por los temores de una cesación de pagos. Resista la tentación de acumular mucha deuda a corto plazo.
Las tasas de interés han bajado consistentemente por más de tres décadas, pero el año pasado la tasa del bono a 10 años de referencia subió 1,27 puntos porcentuales a 3,03%, poniendo fin a una racha de tres años de declives y llevando a inversionistas como Bill Gross de Pacific Investment Management Co. a predecir que el mercado alcista de bonos había llegado a su fin. El alza en las tasas propinó la primera pérdida desde 1999 a los inversionistas en fondos que siguen al Índice Barclays BARC.LN +1.24% U.S. Aggregate Bond, aunque el revés fue de apenas 2%.
Es posible que las tasas de interés no suban mucho más de lo que ya han subido. Desde 2000, los rendimientos del bono a 10 años se han asentado cerca de 0,7 puntos porcentuales por debajo del crecimiento económico antes de ajustar por inflación, dice Kathy Jones, vicepresidenta y estratega de renta fija del Schwab Center for Financial Research, una división de la corredora Charles Schwab SCHW -1.05% .
A los niveles actuales de crecimiento, eso sugiere que la tasa natural para los bonos del Tesoro estaría en el rango de 3% y 3,5%, poco más del nivel actual.
Tampoco existe regla alguna que diga que las tasas de bonos no pueden mantenerse bajas por periodos prolongados. Los bonos soberanos a 10 años de Japón han tenido un rendimiento de menos de 3% por más de una década.
A medida que las tasas cayeron entre 2010 y 2013, los inversionistas en busca de rendimientos se abalanzaron a cualquier cosa que les diera más ingresos, incluyendo acciones de empresas de servicios públicos y telecomunicaciones y fideicomisos de inversiones en bienes raíces.
Sin embargo, en 2013, esas acciones tuvieron su peor desempeño en relación al mercado general. Un fondo típico que cotiza en bolsa que sigue al S&P 500 subió 32% en 2013, mientras que el índice de firmas de servicios públicos Utilities Select Sector SPDR subió apenas 13%. Por su parte el iShares Global Telecom ETF IXP +0.56% avanzó 24%.
Este año, de continuar subiendo las tasas, los inversionistas deberían prever que estos sectores mantengan un desempeño inferior, señala Alec Young, estratega global de valores de S&P Capital IQ.
Los inversionistas deberían decantarse hacia sectores económicamente sensibles como las empresas de productos de consumo.
Las acciones y bonos de mercados emergentes podrían tener mucho que perder a medida que la Fed desmonta su programa de estímulo y comienza a elevar las tasas de interés a corto plazo, asegura Ed Yardeni, presidente de Yardeni Research, una consultora de estrategias de inversión.
Muchos inversionistas optaron por los mercados emergentes en busca de ingresos. Si los bonos estadounidenses, que son mucho menos riesgosos, comienzan a ofrecer rendimientos más altos, Yardeni cree que los inversionistas regresarán a "casa".
Investigaciones adelantadas por el profesor de la Escuela de Gobierno Kennedy de la Universidad de Harvard, Jeffrey Frankel, han encontrado que los commodities también tienden a sufrir cuando las tasas de interés ajustadas a la inflación comienzan a subir.
Esto se debe a que a medida que suben las tasas, el incentivo para extraer y el costo de almacenar commodities también sube y los inversionistas buscan mejores retornos en otras partes, asegura Frankel.
Mayores retornos.
Pero hay buenas noticias: con tasas más altas, los retornos de acciones y bonos deberían mejorar.
Para determinar cómo las tasas de interés afectan a las ganancias, Elroy Dimson, un profesor emérito de finanzas de la Escuela de Negocios de Londres quien investiga la historia de los mercados financieros, junto a sus colegas Paul Marsh y Mike Stanunton miraron al desempeño de acciones y bonos de 1900 a 2012 en 20 países, incluyendo EE.UU., Reino Unido, Japón y otros mercados desarrollados y emergentes.
A lo largo de esos 113 años el retorno promedio a cinco años para acciones y bonos fue mejor cuando las tasas subieron.
En un rango de tasas de interés de 1,5% a 2,8%, en el cual estaban las tasas antes de la crisis financiera, las acciones históricamente han entregado retornos de 4,9% anual a lo largo de los siguientes cinco años, mientras que los bonos han dado un rendimiento de 1,5%.
"Cuando las tasas de interés están bajas, tiene retornos miserables en los bonos y retornos miserables en los valores", dijo Dimson.
Los inversionistas podrían verse tentados a mover el grueso de su portafolio de renta fija a efectivo o a bonos a muy corto plazo. Tal medida entrega protección contra el alza en las tasas, pero también renuncia a los ingresos y los beneficios de diversificación que proveen los bonos. Hay mejores estrategias.
Para medir la sensibilidad de un portafolio a las tasas de interés, los inversionistas usan una medida llamada "duración". Un portafolio con una duración promedio de cinco años, por ejemplo, perdería 5% en su precio si las tasas subieran en un punto porcentual inmediatamente.
Sin embargo, a medida que el mercado comienza a anticipar el alza en las tasas de interés a corto plazo de la Fed, los inversionistas podrían encontrar que los portafolios con duraciones similares no se ven afectados de la misma manera, asegura Jonathan Lewis, inversionista jefe de Samson Capital Advisors, que gestiona US$7.000 millones.
Eso se debe a que los bonos que maduran entre cuatro y cinco años podrían ver cómo suben sus tasas y bajan los precios con mayor velocidad que los bonos a corto y largo plazo, dice. En otras palabras, aunque una medida de duración asume que las tasas en los bonos con cualquier vencimiento suben al mismo ritmo, en realidad los bonos intermedios podrían ser los más afectados.
Para conseguir una duración de cuatro a cinco años sin invertir en bonos con esos vencimientos, los inversionistas podrían usar una combinación de bonos a corto y largo plazo que en conjunto pueden promediar al mismo nivel, dice Lewis.