por admin » Jue May 29, 2014 6:52 am
Con mayor riesgo, los fondos de bonos también atraen las mayores ganancias
Jeffrey Gundlach, presidente ejecutivo de Doubleline Capital LP Published Credit: Bloomberg News Bloomberg News
Un puñado de firmas ha escalado hasta la cima del mundo de los fondos de renta fija al asumir deuda de mayor riesgo.
Entre los 10 fondos de bonos más grandes de Estados Unidos a fines de 2013, los cuatro con el mayor crecimiento en activos desde 2008 tenían en promedio 20% de sus inversiones en deuda calificada por debajo del grado de inversión, conocida como chatarra, según un análisis de The Wall Street Journal de datos de Morningstar Inc. MORN +1.50% En los seis fondos restantes, la deuda de baja calificación comprendía 1,4% de su portafolio.
Los números subrayan la intensa demanda de rendimiento que ha caracterizado a los mercados financieros desde la crisis de 2008. Agobiados por tasas de crecimiento económico disparejas, intervenciones de bancos centrales y bajas tasas de interés, los inversionistas están acumulando activos de riesgo como nunca antes.
Los fondos de bonos más grandes, liderados por Total Return Bond Fund de Pacific Investment Management Co., con US$230.000 millones bajo gestión, han dependido por mucho tiempo de deuda soberana y corporativa segura y de alta calificación. Pero en una era en que las tasas de interés han descendido a mínimos históricos gracias a la intervención de la Reserva Federal, el dinero ha fluido hacia los gerentes de fondos que han comprado deuda de baja calificación como bonos chatarra, deuda de mercados emergentes y valores hipotecarios.
"¿Quién quiere un fondo indexado que paga 2%?", pregunta Jeffrey Gundlach, cuyo Total Return Bond Fund de DoubleLine Capital LP gestiona US$32.100 millones, 10 veces más que cuando empezó hace cuatro años. Gundlach dijo en una entrevista que los inversionistas "quieren exponerse a estos valores de alto rendimiento y de riesgo y que están cómodos con lo que estamos haciendo".
Los bonos chatarra usualmente ofrecen a los inversionistas una tasa de interés más alta, o rendimiento, para compensar el riesgo de un incumplimiento de pago. La estrategia rindió frutos particularmente el año pasado, cuando los inversionistas dejaron los bonos soberanos seguros y los bonos corporativos de mejor calificación a medida que las tasas de interés de largo plazo en EE.UU. subieron.
Los bonos corporativos de alto riesgo pagaron 7,44% en 2013, incluyendo pagos de interés y alzas de precios. El bono indexado Barclays BARC.LN +0.16% U.S. Aggregate, que excluye deuda chatarra, perdió 2% el año pasado.
El Departamento del Tesoro de EE.UU. ha advertido que posiciones elevadas en grandes fondos pueden suponer un riesgo sistémico a los mercados financieros.
Los gerentes que están ascendiendo a lo alto de la pirámide incluyen a Gundlach, quien fundó DoubleLine, con sede en Los Ángeles, y Robert Lee de Lord Abbett & Co. Algunos fondos más conservadores, como American Funds, han desaparecido de los primeros 10 lugares a medida que se alejaron de la deuda chatarra. Los megafondos controlados por Vanguard Group Inc., conocidos por sus mínimas cuotas, no han elevado sus posiciones en bonos chatarra.
Los otros dos nuevos miembros del top 10 son un fondo de Pimco y un fondo gubernamental gestionado por Franklin Templeton Investments. Ninguno formaba parte del ránking cuando se desató la crisis financiera, pero desde entonces, han atraído inversionistas con un rendimiento superior al de los bonos más conservadores. Los cuatro fondos de más rápido crecimiento pagaron en promedio 2,1% en 2013.
El fondo de Gundlach tiene alrededor de 80% de sus activos en bonos respaldados por hipotecas, con 28% de sus inversiones en deuda de alto rendimiento en diciembre. DoubleLine compra bonos de baja calificación a precios de descuento, para que el fondo pueda obtener ganancias si cesan sus pagos, dijo Gundlach. El fondo ha registrado un rendimiento de 5,91% anual en los últimos tres años, frente a 3,83% en promedio de fondos comparables, según Morningstar.
Inversionistas en bonos corporativos chatarra como Lee se conforman con las bajas tasas de incumplimiento de las empresas, por debajo de 2%, pero la búsqueda de rendimiento ha elevado los precios de los bonos chatarra a niveles casi récord, lo que los deja susceptibles a ventas masivas, dicen los analistas. Lee señala que sigue de cerca cualquier retirada de los inversionistas del mercado en caso de que se desilusionen de los fondos, como sucedió a mediados del año pasado.
"El globo se desinfla más rápido de lo que se infla, así que podríamos añadir otro punto porcentual o dos de efectivo o bonos del Tesoro estadounidense a nuestro portafolio", dice.
Una inquietud de los reguladores es que si los inversionistas emprenden una retirada, los fondos podrían verse en problemas para revertir sus apuestas en los mercados más pequeños de alto rendimiento, donde las transacciones pueden agotarse rápidamente cuando los precios empiezan a caer.
"Las ventas de activos de cualquiera de estos fondos podría crear efectos de contagio en fondos relacionados, extendiendo y amplificando el shock y sus impactos para el mercado", dijo el Departamento del Tesoro en un informe de septiembre sobre el riesgo sistemático que representan los grandes gestores de fondos.