por admin » Jue Ago 28, 2014 6:28 am
La alta demanda de los emigrantes chinos agota una visa de EE.UU. para inversionistas
Debido a un alza en la participación de ciudadanos chinos, Estados Unidos está a punto de quedarse por primera vez sin visas de inversionista inmigrante, que ofrecen una vía rápida a la residencia permanente.
Creado hace 24 años, el programa EB-5 asigna 10.000 visas al año a extranjeros que invierten al menos US$500.000 en proyectos de desarrollo en EE.UU., desde granjas lácteas y resorts para esquiar hasta carreteras y puentes. A cambio, el inversionista y los miembros de su familia pueden acceder a la residencia permanente usualmente en un lapso de dos años.
Desde esta semana, las visas, que han sido blanco de críticas por quienes dudan de su impacto económico, no estarán disponibles para ciudadanos chinos hasta el año fiscal 2015, que empieza el 1 de octubre, según un funcionario del Departamento de Estado.
Los inversionistas de China representan cerca de 85% de las personas que recibieron estas visas este año, por lo que la decisión de Washington en la práctica suspende el programa, dicen los expertos. Los analistas predicen que el próximo año las visas serán solicitadas aun con más rapidez.
"Esto es una prueba de la creciente popularidad del programa EB-5", dijo Stephen Yale-Loehr, un abogado de inmigración que se especializa en estas visas.
Otras 10.375 solicitudes de de este tipo de visa, una cifra sin precedentes, aguardan la decisión del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés), la agencia que aprueba el primer paso del proceso. El Departamento de Estado, a través de sus embajadas y consulados, emite las visas.
En una conferencia sobre la EB-5 en Chicago el 24 de agosto, un alto funcionario estimó un tiempo de espera de dos años a partir de principios del próximo año para los postulantes a la visa, según asistentes al evento.
"Esta acumulación causará problemas tanto para inversionistas como para empresas estadounidenses que quieren el dinero de las EB-5 para empezar o terminar sus proyectos", dijo Yale-Loehr, que estaba en la conferencia.
Las empresas estadounidenses han recaudado miles de millones de dólares a través del programa y sus defensores aseguran que benefician a la economía interna. Pero los escépticos no están convencidos de que sea un motor de creación de empleo. Otros detractores señalan que equivale a un esquema de venta de visas que beneficia de manera injusta a los ricos permitiéndoles ubicarse al frente de las listas de espera de las llamadas green cards.
El programa EB-5 representa menos de 1% de las visas emitidas cada año por EE.UU. Hasta hace poco, la demanda nunca se acercaba a la oferta. El año pasado, EE.UU. emitió 8.564 visas. En el año fiscal 2012, el total fue de 7.641. En 2003, se emitieron solo 65 visas EB-5.
Los surcoreanos, indios y mexicanos también participan del programa en números importantes. Por ley, ningún país puede recibir más de 7% de las visas disponibles en cualquier año. Sin embargo, cuando un país no llega al límite que se la ha impuesto, el Departamento de Estado permite que el excedente de visas sea transferido a otro país. Eso le ha permitido a China, de donde proviene la demanda más alta, exceder enormemente su asignación regular de visas.
El programa ha crecido de manera a medida que los chinos ricos lo utilizan para ingresar a EE.UU. El mayor atractivo de la visa es que permite a sus participantes saltearse la incertidumbre y la espera de varios años para obtener la residencia estadounidense a través de un empleador o pariente. El año pasado, China representó más de 80% de todos los inversionistas EB-5.
"Estos inversionistas no vienen por la inversión", dijo Yi Song, un abogado de Nueva York que trabaja con clientes chinos. "Vienen aquí para que sus niños obtengan una mejor educación y para obtener la residencia como una póliza de seguros".
El Congreso de EE.UU. creó el programa en 1990 para apoyar la economía. Al principio atrajo poco interés de las empresas estadounidenses, lo que cambió cuando se desató la recesión en 2008 y el financiamiento bancario se secó.
El dinero proveniente del programa ayudó a financiar un hotel Marriott en Los Ángeles y el complejo deportivo y entretenimiento Barclays Center en Brooklyn, Nueva York, entre otros proyectos.
Los inversionistas deben comprometerse a gastar por lo menos US$500.000 si el proyecto al que contribuirán se encuentra en una zona rural o con una tasa alta de desempleo, o US$1 millón en otros lugares. El dinero debe crear al menos 10 empleos para trabajadores estadounidenses para que el permiso de residencia del inversionista se vuelva permanente.
Un proyecto de ley en el Congreso eliminaría a los familiares de los inversionistas del límite de 10.000 visas, lo que elevaría el número de visas EB-5 a cerca de 30.000 al año.