6:52 Bank of America nombró a su actual presidente ejecutivo Brian Moynihan como presidente del directorio con efecto inmediato, retomando una estructura de gobierno corporativo que el banco había utilizado hasta el 2009.
Moynihan sucederá en el cargo a Charles Holliday, quien estuvo en ese puesto por más de cuatro años.
"El directorio apoya enérgicamente la estrategia que Brian ha establecido y, después de cuidadosas deliberaciones, ha decidido tomar estos pasos para nuestras responsabilidades de gobernanza", dijo Holliday en una declaración.
Moynihan fue nombrado presidente ejecutivo y miembro del directorio en enero del 2010. Desde entonces ha encabezado un plan agresivo de recorte de costos.
Bank of America reportó una salto en su ganancia mayor al esperado -de un 70 por ciento, en el último trimestre reportado.
BofA mantuvo unificados los roles de presidente del directorio y presidente ejecutivo hasta el 2009, cuando los accionistas votaron a favor de separar el rol del entonces presidente ejecutivo Ken Lewis de su papel de presidente del directorio.
Los inversores se opusieron tenazmente a su decisión de adquirir Merrill Lynch en el punto más álgido de la crisis financiera y al hecho de que los ejecutivos de la banca de inversión recibieran enormes bonos justo antes de que se cerrara el acuerdo, en un trimestre en el que el banco perdió más de 15.000 millones de dólares.
En el 2012, el banco acordó pagar 2.430 millones de dólares para cerrar acusaciones que apuntaban a que había retenido información a los inversores sobre la salud financiera de Merrill Lynch en el momento de la compra.
Cuando Moynihan sucedió a Lewis en enero del 2010, inició un plan de recortes de miles de millones de dólares en activos que estuvieran fuera del negocio principal del banco, con el objetivo de simplificar su estructura operacional y tratar de resolver preocupaciones legales y regulatorias posteriores a la crisis.
Desplome bursátil tras la "decepción" de Draghi
El Ibex 35 retrocede un 3,12% a 10.418,1
Jueves, 2 de Octubre del 2014 - 10:53
Las bolsas europeas se desplomaron, liderando las caídas las acciones bancarias, después de que el Banco Central Europeo decepcionara a algunos inversores que habían apostado a que Mario Draghi daría alguna indicación de que el banco central se está moviendo hacia un programa de compra de deuda pública a gran escala.
El presidente Mario Draghi no dio ninguna señal clara de que las compras alcanzarían a los bonos gubernamentales en el corto plazo.
"La falta de precisión sobre cómo se va a proceder y un objetivo claro sobre el tamaño que tiene que alcanzar el balance han decepcionado", comentaba un gran gestos suizo.
La reticencia del señor Draghi a mencionar la QE total podría ser una señal de que tal medida todavía se enfrenta a una fuerte resistencia, en particular del banco central de Alemania.
Los descensos fueron especialmente graves en el sector financiero, con el subíndice bancario dejándose 3,6%. Los mercados bursátiles de Italia y España se vieron gravemente perjudicados por la falta de decisión del BCE.
El banco central comenzará a comprar bonos ABS y garantizados en el último trimestre de este año, y espera que el programa dure dos años. Draghi dijo que las medidas tendrían un "impacto considerable" en el balance del banco central, pero no detalló el tamaño total de las compras.
Draghi repitió la promesa del mes pasado de impulsar el balance del BCE de nuevo al nivel que tenía a principios de 2012 - una expansión que algunos analistas situaron en la región de hasta un billón de euros.
Pero Draghi ofreció pocos detalles sobre cómo el BCE puede alcanzar ese objetivo - algo que muchos inversores creen que será difícil sin recurrir a la QE soberana.
"Draghi no llevará a cabo el gran bazooka que el mercado esperaba," comentaba Peter Garnry, jefe de estrategia de renta variable de Saxo Bank. "El sentimiento ya estaba inclinado por los débiles datos económicos y la creciente probabilidad de presiones deflacionarias. El mercado está interpretando las palabras de Draghi negativamente y no proporcionando la salvación que se esperaba".
A pesar de la caída del dólar de hoy, con la mayoría de las monedas de mercados emergentes subiendo frente al billete verde, los Mercados Emergentes de acciones sufren otra sesión de ventas.
El MSCI Emerging FTSE bajó otro 0,3 por ciento hoy - su sexto descenso consecutivo - tocando un nuevo mínimo de cuatro meses. El indicador ha caído un 20 por ciento de los últimos 24 días.
Que las acciones de los Mercados Emergentes retrocedan a pesar de que el dólar baje, pone de relieve el nerviosismo que existe sobre el mundo en desarrollo, y el impacto que un dólar más fuerte y subidas en las tasas estadounidenses podrían tener en los próximos años.