por admin » Lun Oct 06, 2014 4:02 am
La economía de EE.UU., fuera de la lista de preocupaciones globales
Durante la última semana, los inversionistas probablemente han estado preocupados por las cosas equivocadas.
Ante los decepcionantes informes sobre la actividad manufacturera, la confianza del consumidor y los precios de las viviendas en Estados Unidos, el Promedio Industrial Dow Jones cayó 1,8% en los primeros cuatro días de la semana pasada. Crecieron los temores de que la economía estadounidense pudiera estar desacelerándose. Luego llegó el positivo informe laboral del viernes, que impulsó el Dow 208,64 puntos al alza, o 1,24%, a 17.009,69, el segundo mayor aumento en puntos y porcentaje en una jornada en lo que va de 2014.
En momentos en que los precios de las acciones se encuentran en un nivel alto, hay muchos problemas que podrían interferir con futuros avances. Entre ellos figuran las alzas de las tasas de interés de la Reserva Federal previstas para el próximo año, un débil crecimiento económico en Europa y China, y tensiones con Rusia.
No obstante, el crecimiento estadounidense tal vez no debería estar en la lista.
“Parece haber una duda persistente” sobre si la economía estadounidense realmente se está recuperando, dice Jim Dunigan, director de inversión de PNC Wealth Management, que administra US$130.000 millones. “Probablemente se están preocupando por la cuestión equivocada”.
El crecimiento europeo es preocupante, dice, pero “EE.UU. se está recuperando y estamos en una trayectoria que nos permitirá continuar recuperándonos”.
Bob Browne, director de inversión de Northern Trust, que gestiona US$915.000 millones en Chicago, dice que su firma proyecta una expansión de entre 2% y 3% en EE.UU. durante varios años. Los inversionistas se ponen nerviosos porque el crecimiento es inconsistente, señala, pero no deberían. “EE.UU. está en un sendero de continua recuperación económica, pero ese camino es moderado. Son dos pasos adelantes, uno atrás”.
Browne les está diciendo a los clientes que no se sorprendan si ven datos mensuales débiles de vez en cuando, como sucedió en algunos informes recientes. “No será todo positivo; no será todo negativo”, dice.
La expansión estadounidense es más débil de lo que muchos habían esperado; el promedio a largo plazo es más cercano a entre 3% y 4%. El lento crecimiento contiene los aumentos salariales y evita que muchas personas disfruten de los beneficios de la recuperación.
“Pero eso es bueno para el mercado”, afirma Browne, porque “mantiene las tasas de interés bajas y las ganancias al alza”. La débil expansión frena la inflación, lo que permite a la Fed elevar lentamente las tasas de interés para no ahogar la economía. Eso significa que esta recuperación podría ser más floja y más duradera que otras del pasado, dicen él y otros gestores de dinero.
Debido a eso, tanto Browne y Dunigan aseveran que el mercado bursátil puede eludir problemas graves incluso cuando la Fed empiece a subir las tasas de corto plazo el próximo año. Pese a que puede haber nerviosismo entre ahora y entonces, dicen, no prevén que las acciones sufran demasiado porque el banco central estadounidense no elevará las tasas lo suficientemente rápido para impedir el crecimiento o perjudicar las ganancias de las empresas.
Un índice manufacturero ampliamente seguido publicado por el Instituto de Gestión de Suministros (ISM, por sus siglas en inglés) cayó de 59 puntos en agosto a 56,6 puntos en septiembre, lo que contribuyó a aumentar los nervios. Una lectura por encima de 50, no obstante, indica expansión, por lo que los economistas consideraron el retroceso como ligero.
Alejandro Arreaza, economista de Barclays que ayuda a preparar los estudios manufactureros globales del banco, sostiene que el sector fabril de EE.UU. es un punto positivo.
“Hemos tenido un deterioro en la confianza manufacturera alrededor del mundo”, dice Arreaza. “Así que, por ahora, EE.UU. es el único país (grande) que aún tiene una tendencia positiva”.
A pesar de la desaceleración de septiembre en el índice del ISM, “sigue siendo un nivel suficientemente alto para sostener el crecimiento económico. Cuando uno compara EE.UU. a otras partes del mundo, EE.UU. no está en problemas”, explica.
Lo que los inversionistas de la región más temen es Europa continental, donde varios países se arriesgan a entrar en recesión. Además, países asiáticos como Japón y China, dos gigantes, lidian con una débil expansión.
“Si Europa y, hasta cierto punto, Asia no se recuperan a un ritmo lo suficientemente fuerte, eso podría tener un impacto sobre las ganancias” de las multinacionales estadounidenses, dice Dunigan, de PNC.
Aunque eso le preocupa más que la expansión estadounidense, afirma, sus actuales proyecciones indican que Europa y Asia crecerán lo suficiente para evitar un efecto importante sobre las utilidades de las empresas estadounidenses.
Otro factor de riesgo es el pronunciado aumento del dólar frente a otras divisas, dice Browne, de Northern Trust. Pese a que la mayoría de los principales bancos centrales del mundo están manteniendo bajas sus tasas de interés, muchos prevén que la Fed suba las de corto plazo en EE.UU. el próximo año. Debido a que las tasas de interés son el retorno que ofrece una moneda, los operadores han estado impulsado el dólar.
Un dólar más fuerte, sin embargo, puede perjudicar las ventas y las ganancias de las multinacionales al encarecer los bienes estadounidenses en divisas de otros países y al reducir el valor en dólares de los productos de EE.UU. vendidos en el exterior. Northern Trust ha estado estudiando el probable impacto sobre las ganancias de las multinacionales sobre las utilidades. La firma también mira de reojo lugares problemáticos como Ucrania y Medio Oriente.
No obstante, en las actuales condiciones su firma no ve que ninguno de estos problemas tenga un efecto más que temporal sobre el mercado bursátil. Él y muchos otros gestores de fondos han decidido que el verdadero riesgo es retirarse de la bolsa y perderse las alzas.
“Hay un costo real de ser demasiado conservador en este entorno”, advierte.