Perú denuncia a Greenpeace por "invadir" zona protegida en líneas de Nasca
LIMA (Reuters) - Perú presentó el martes una denuncia ante un fiscal local contra la organización ambientalista Greenpeace por "invadir" una zona protegida en las históricas líneas de Nasca, luego de que activistas ingresaran al lugar para colocar un mensaje de protesta por el cambio climático.
Un grupo de activistas de Greenpeace de Brasil, Argentina, Chile, España, Italia, Alemania y Austria desplegó el lunes letras de gran tamaño en el desierto de Nasca para ser vistas desde lo alto y llamar la atención de los líderes mundiales que se reúnen en Lima para discutir medidas ante el calentamiento global.
"Ellos entraron a una zona intangible, prohibida por su fragilidad, dejando daños a este patrimonio. Por eso se está haciendo la denuncia fiscal", dijo a Reuters la directora regional del Ministerio de Cultura, Ana María Ortíz de Zevallos.
La incursión de Greenpeace a la zona generó críticas en las redes sociales ante el temor de que haya producido daños en las líneas, pero la ONG respondió por Facebook que no perjudicó los trazos pues colocó paños amarillos tendidos en el suelo lejos de las figuras.
"Tiempo de cambio: El futuro es renovable", decía el mensaje de la organización.
El Ministerio de Cultura informó que la denuncia penal contra Greenpeace fue presentada a un fiscal de la localidad de Nasca, ubicada a unos 450 kilómetros al sur de Lima.
Las líneas de Nasca están compuestas por cientos de gigantescos jeroglíficos de animales que datan de hace más de 1.500 años y que sólo pueden ser apreciados en todo su esplendor desde el aire.
La funcionaria Ortíz de Zevalos dijo que 12 activistas de Greenpeace ingresaron a la zona protegida en la madrugada del lunes para poner su mensaje cerca a unas de la famosas y enigmáticas figuras de Nasca, el Colibrí.
El vice ministro de Cultura, Luis Jaime Castillo, dijo que en la denuncia se solicitó impedir la salida del país a los responsables, que podrían enfrentar cargos que implicarían hasta penas de prisión por daños a un patrimonio de la humanidad declarado por la UNESCO en 1994.
"No han tocado la figura del Colibrí, pero ahora tenemos una figura adicional que son las pisadas de esta gente", dijo Castillo a la radioemisora local RPP.
El representante de Clima y Energía de Greenpeace, Mauro Fernández, dijo a la radio RPP que los activistas "ingresaron caminando con mucho cuidado" sin perjudicar las líneas de Nasca, por una huella de automóvil que ya estaba marcada en la zona.