por admin » Mié Dic 17, 2014 12:28 am
La crisis del rublo agrava los efectos del aislamiento económico de Rusia
MOSCÚ—Durante la mayor parte del año, conforme el presidente ruso, Vladimir Putin, intensificaba el conflicto con Estados Unidos y Europa, las consecuencias económicas para los ciudadanos rusos habían sido limitadas.
Ahora, sin embargo, la súbita caída del rublo ha vuelto a desatar el tipo de crisis financiera que Putin ha intentado dejar en el pasado de su país.
El martes, el rublo cayó a un nuevo récord frente al dólar, a pesar de que el banco central ruso elevó sorpresivamente la noche anterior su tasa de interés de referencia a 17%. Los inversionistas consideraron que la medida no era suficiente para aliviar la presión sobre la moneda rusa de la caída de los precios del petróleo y las sanciones de Occidente.
Mientras el rublo caía hasta 80 unidades por dólar, residentes de Moscú en pánico por un alza de los precios se abalanzaron a comprar electrónicos y otros productos costosos y exprimieron los cajeros automáticos para cambiarlos por dólares y euros, lo que pone de relieve una nueva sensación de vulnerabilidad entre los rusos y plantea un desafío para el mandatario.
La divisa recuperó terreno por la tarde y redujo su declive del día a 5,6% después de que el ministro de Economía, Alexei Ulyukayev, dijo que el gobierno lanzaría algunas “medidas regulatorias” en el mercado cambiario, si bien señaló que no se estaban considerando controles de capital. El funcionario sostuvo que el rublo está “infravalorado” y “no se ajusta a los actuales indicadores económicos fundamentales”. No obstante, no quiso decir a qué nivel debería cotizar la moneda. Tampoco dio detalles sobre las medidas que el gobierno o el banco central podrían implementar para detener la caída.
La pregunta es si el bajón económico y el colapso de la moneda rusa —precipitados por las sanciones y el colapso de los precios del petróleo— se convertirán en un problema político real para Putin, que tiene un enorme apoyo así como un desmesurado control sobre la política y la economía.
Los crecientes problemas económicos de Rusia podrían fortalecer el ya sólido respaldo interno que tiene el Kremlin en su enfrentamiento con EE.UU. y Europa, ya que Moscú culpa a sus enemigos de sus problemas. El ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, dijo al canal de televisión francés France 24 que “Rusia no sólo sobrevivirá sino que saldrá mucho más fuerte” de las sanciones.
La tasa de aprobación de Putin, impulsada por la anexión en marzo de la península de Crimea, en Ucrania, sigue por encima de 70%, según las encuestas. Además, no tiene rivales internos importantes y la población está inclinada a atravesar las crisis con la esperanza de que las cosas se arreglen.
Encuestas el 7 de diciembre de la firma FOM indicaron que casi dos tercios de las personas notaban un mayor aumento de los precios, pero sólo un tercio de la población está dispuesto a unirse a protestas, un nivel más bajo que el del año pasado.
“Llevará a una pérdida de fe en las autoridades (...) y podría golpear al presidente”, señala Alexei Makarkin, subdirector del Centro de Tecnologías Políticas, en Moscú. “Debilitará a las autoridades, pero no mortalmente. La gente buscará una salida de forma individual”.
Medios rusos desde San Petersburgo a Siberia informaron que casas de cambio se estaban quedando sin monedas extranjeras y elevaban sus tasas. Sberbank, banco estatal de ahorros, y Alfa Bank, el mayor prestamista privado del país, indicaron que estaban registrando corridas de dólares y euros.
“La demanda es enorme. La gente está trayendo pilas, enormes pilas de efectivo. Es una locura”, contó Kamila Asmalova, gerente de una sucursal de Sberbank. A las 2 de la tarde, la sucursal ya se había quedado sin divisas extranjeras, agregó.
Tatiana Malkova, recepcionista de Raiffeisen Bank en el centro de Moscú, señaló que la demanda aumentó de forma drástica el lunes por la tarde a medida que el rublo se hundía. El banco agotó los dólares y euros en sus cajeros automáticos por la mañana, pero espera una entrega para hoy, dijo.
Lanta Bank, un banco mediano de Moscú, sostuvo que su socio del exterior no podría enviar moneda extranjera hoy debido a que los aviones que normalmente transportan el efectivo están llenos. Las entidades financieras también se preparaban para el impacto del alza de las tasas de interés.
“Muchos actores (del mercado) están en una condición grave debido a estos eventos”, dijo el martes a reporteros el vicepresidente de la junta de gobernadores del Banco de Rusia, Sergei Shvetsov. “La decisión que tomó el banco central (de subir las tasas) fue entre muy mala y muy, muy mala”.
La decisión de Rusia de dosificar sus más de US$400.000 millones en reservas en lugar de gastarlos para defender el rublo indica que se prepara para un prolongado período de bajos precios del petróleo y aislamiento internacional, lo que está dejando a sus compañías fuera de los mercados occidentales.
La gobernadora del banco central, Elvira Nabiullina, dijo que el debilitamiento del rublo era una “señal para que la economía rusa se adapte a nuevas condiciones” y proceda con la sustitución de importaciones.
Ante el encarecimiento del crédito tras el aumento de las tasas de interés, la inflación afectaría a los consumidores. La Asociación de Empresas Minoristas prevé que los precios de los alimentos y las bebidas suban hasta 15% en el primer trimestre de 2015, según su vocero.
En los últimos días, los rusos se han apresurado a gastar sus rublos en electrónicos y autos, cuyos precios no han sido ajustados a la erosión cambiaria. M.video, un minorista de electrónicos, indicó que alrededor de un tercio de sus ventas actuales se debían a ese tipo de compras. Los consumidores formaron largas filas en locales de IKEA en Moscú después de que la empresa de muebles anunció un alza de precios en los próximos días.
La viceprimer ministra, Olga Golodets, advirtió que el aumento de precios elevará la cantidad de personas que viven en la pobreza, una declaración inusual del gobierno sobre la inminente penuria económica.
Tatiana Boytsova, una profesional de finanzas de 28 años de San Petersburgo, contó que junto a sus colegas pasó 40 minutos en fila para cambiar rublos. Cuenta que ella y conocidos suyos estaban cancelando viajes a destinos como París, Riga, Helsinki y Cracovia, pese a que los pasajes de avión no podían ser reembolsados, debido a que los costos eran demasiado altos.
—Nonna Fomenko y Andrey Ostroukh contribuyeron a este artículo.