Una baraja de reformas aguarda al ganador de las elecciones de Brasil
Por Tom Murphy
.SAN PABLO- (Dow Jones) Algunos los ven como Los Cuatro Pilares de la Sabiduría otros como Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis; independientemente de cómo sean llamadas, un cuarteto de reformas está de vuelta en la agenda de Brasil.
La reforma está de vuelta en la discusión ante la perspectiva de una enorme mayoría pro-gubernamental en el Congreso brasileño a partir del próximo año.
Los brasileños votarán el 3 de octubre para elegir a un nuevo presidente, pero también elegirán los 513 miembros de la Cámara de Diputados y dos tercios del Senado de 81 integrantes.
Se espera que la candidata del gobernante Partido de los Trabajadores, Dilma Rousseff, gane la presidencia sin dificultades. Si es así, tomará las riendas del poder de su principal apoyo, el popular presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el próximo 1 de enero.
En sus avisos gratuitos por la televisión, un elemento característico de la vida brasileña nocturna antes de las elecciones, Rousseff se ha mostrado a favor de una reforma electoral y de una impositiva sin dar detalles. "Esto es algo que requiere sentarse con los líderes de los partidos", dijo en una reciente entrevista cuando se le preguntó por la reforma electoral. Ha negado planes para reestructurar el sistema de pensiones y ha evitado comprometerse con una modificación de la normativa laboral, las otras dos grandes reformas pendientes.
Pero tan importante como la presidencia para estas reformas importantes y políticamente sensibles es el Congreso.
"Rousseff podría terminar con una mayoría más grande en el Congreso de la que tenía Lula", dijo el politólogo de la Universidad de São Paulo, Gaudencio Torquato.
Actualmente, los partidos que respaldan a Lula cuentan con 360 miembros en la Cámara de Diputados y 48 senadores. Torquato cree que Rousseff podría lograr 380 diputados y 55 en el Senado.
La presión se incrementará sobre ella para que haga algo con ese respaldo.
"La agenda de reformas ha estado dando vueltas por mucho tiempo", dice el investigador de la Fundación Getulio Vargas, Francisco Fonseca. "El presidente Lula no tuvo mucho éxito con ella en ocho años y tampoco sus predecesores inmediatos", comentó.
El brasileño promedio apoya las reformas. El problema es que su idea de las reformas es diferente de la que tienen los reformadores.
"Brasil desesperadamente necesita una reforma impositiva", dijo Jose Maria Pinheiro da Silva, un peluquero. "Pagamos impuestos sobre todo lo que compramos y la mayoría de los impuestos están escondidos. Deberían ser eliminados", señaló. También le gustaría ver una reforma de las pensiones también pero no para reducir el déficit sino para incrementar los beneficios.
El consultor de empresas James Mohr Bell, de São Paulo, dice que la más urgente de las reformas es la de la seguridad social. "Es la carga más importante para el Tesoro", opinó.
En agosto, el sistema de pensiones, que es administrado por el Estado, acumuló un déficit de 31.000 millones de reales (U$S18.000 millones) y sus ingresos fueron de 130.000 millones de reales. El desequilibrio fue financiado por la Tesorería. El sistema de pensiones representa el 40% del déficit global del gobierno federal.
La reforma impositiva es una tarea a largo plazo. Los ingresos equivalen a 33% del Producto Interno Bruto. Basado fuertemente en los impuestos a la industria y a las ventas, su estructura es muy regresiva. El efecto cascada de los impuestos hace que muchos productos sean poco competetivos en los mercados internacionales.
La reforma electoral es una constante. La representación proporcional significa que 19 partidos tienen escaños en el congreso, con una confusa variedad de nombres, ideologías y propuestas. El sistema permite que cualquier persona famosa por algo que no sea su actuación en la administración pública puede ganar votos, ya sea una estrella del fútbol, un cantante pop y este año incluso, un payaso profesional.
La reforma laboral es otro asunto de larga data. Las empresas se quejan porque el 58% de lo que pagan de salario va a impuestos. Poderosos sindicatos controlan la normativa laboral.
"Dilma tendrá grandes mayorías en el Congreso, pero tan pronto como estos asuntos aparezcan, la coalición se va a fragmentar", dijo Fonseca. "Alguien tiene que ser el perdedor en cada una de estas cosas", sostuvo.
Los votantes se rebelarán contra los recortes en los beneficios jubilatorios. Los estados y los municipios resistirán los intentos de reducir los ingresos garantizados por el impuesto a las ventas, por más regresivos que sean. Los partidos políticos pequeños votarán en contra de cualquier decisión que reduzca la representación proporcional y los sindicatos querán retener su poder sobre las negociaciones salariales y los juicios laborales.
"La reforma será el test ácido para la capacidad negociadora del nuevo presidente", opinó Fonseca.
Mohr-Bell piensa que Rousseff, incluso con el poder que supone la presidencia, quizás ni lo intente.
"No creo que esté de acuerdo con la mayoría de las reformas", dijo. "No va a querer reducir los ingresos que vienen de los impuestos federales; los necesita para mantener a la coalición unida. No va a querer pelearse con los sindicatos que respaldarán a su gobierno", pronosticó.
Pero la politóloga de la Universidad Católica de San Pablo, Vera Chaia, no descarta las habilidades negociadoras de Rousseff, su suerte y su voluntad política.
"Va a ser ayudada por su vicepresidente, Michel Temer", dijo Chaia. Tres veces portavoz de la Cámara de Diputados, Temer es un consumado negociador político. "Pienso que lo va a hacer mejor que Lula", opinó.
La campaña de Rousseff no respondió a los requerimientos de comentarios para este artículo.
Como la mayoría de los brasileños, Maria Lourdes do Carmo, una empleada doméstica, no ha seguido los debates sobre el sistema de pensiones o los impuestos. Para ella, la reforma es simple. "Necesitamos suficientes hospitales así la gente no muera cuando está esperando en la fila para ver a un doctor, suficientes trenes para que a uno no lo sofoquen hasta morir cuando va a trabajar".