por admin » Mié Feb 18, 2015 1:56 pm
Los MBA de Harvard quieren aprender más tecnología
Por Melissa Korn y Lindsay Gellman
Feb. 18, 2015 12:10 p.m. ET
¿Necesita la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard (HBS) hacer una actualización?
La institución que empezó a exigir que sus alumnos usaran computadoras portátiles en 1984 y enviaban a sus graduados a puestos de primer nivel en empresas como Hewlett-Packard Co. y Facebook Inc. ya no dicta la pauta en lo que se refiere a la educación de temas de gestión en la era de Internet, dicen estudiantes, profesores y ex alumnos.
Mientras tanto, competidores como la Escuela de Postgrado de Negocios de la Universidad de Stanford y la Escuela de Negocios Sloan del Instituto de Tecnología de Massachusetts, se han establecido como los lugares más destacados para preparar ejecutivos para la industria tecnológica, según datos provistos por las propias instituciones.
La Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard sigue siendo muy codiciada entre los postulantes a un programa de MBA de dos años y acepta a sólo 12% de los candidatos. No obstante, el tamaño y el legado de la escuela de negocios pueden complicar sus esfuerzos para mantenerse al corriente de los veloces cambios que tienen lugar en la tecnología y los negocios.
Comparado con MIT o Stanford “tenemos, en un sentido, menos tecnología en el aire”, reconoce el decano de la escuela de negocios, Nitin Nohria, aunque resalta que Harvard envía muchos de sus graduados a las principales compañías de tecnología todos los años.
Los estudiantes, profesores y ex alumnos sostienen que la estricta adherencia al método de los estudios de caso se enfoca en dilemas empresariales de hace años o décadas, en lugar de abordar las fuerzas que están transformando los mercados de tecnología en la actualidad, que incluyen temas que los egresados del programa deberían dominar.
Nick Taranto, un graduado del MBA de Harvard en 2010, y cofundador de Plated Inc., startup de comida en Internet, dice que Harvard lo preparó para gestionar su empresa, que cuenta con unos 300 empleados. “Sin embargo, en las primeras etapas de la empresa, no tenía idea de la preparación para gestión de producto, descubrimiento de clientes, diseño web, la diferencia entre HTML, CSS, Java, y la experiencia del usuario”, reconoce. “Lo tuve que aprender todo por cuenta propia”.
Otro egresado de la Escuela de Negocios de Harvard, quien prefiere mantener el anonimato, cuenta una historia parecida. “HBS capacita a los estudiantes para ser presidentes ejecutivos, directores generales de marketing, toda clase de cargos de liderazgo, salvo director de tecnología o de informática”, señala.
Algunos sugieren que los alumnos de HBS tengan clases obligatorias de programación o que los postulantes que vengan desde el área de la ingeniería reciban un tratamiento especial. Los alumnos actuales y los graduados de clases recientes dicen que HBS debiera ofrecer un currículum con un mayor componente tecnológico abordando, por ejemplo, la analítica de datos en el ámbito del marketing o el impacto del crecimiento de Airbnb Inc. en las grandes cadenas hoteleras.
Harvard ya ha realizado algunas actualizaciones. Nohria lanzó en 2013 la Iniciativa Digital, un proyecto interdisciplinario, para tener una voz en la transformación digital que tiene lugar en todos los rincones de la economía.
Colin Maclay, quien está a cargo de la iniciativa digital, dice que el grupo ofrece estructura a las iniciativas tecnológicas, incluyendo investigación y cursos. Maclay ayudó a organizar una cumbre en abril para tratar los desafíos que presenta la transformación digital de las empresas y dice que habrá cerca de una decena de estos eventos durante el año.
Un reciente egresado que ahora es un alto ejecutivo de una firma de tecnología de Nueva York dice que una “iniciativa” nebulosa no constituye un gran avance. “Han estado conversando durante años”, señala. “No ha pasado nada”.
Un problema, dice Nohria, es geográfico. Tanto en Stanford como en el MIT, las escuelas de ingeniería y negocios se encuentran muy cerca la una de la otra y están estrechamente integradas. La escuela de ingeniería de Harvard, en cambio, se ubica a más de un kilómetro y medio de distancia de HBS. El traslado planificado de la escuela de ingeniería de Harvard la dejará casi al frente de HBS, lo que brindará más oportunidades para que los estudiantes de negocios tomen clases de programación y de grandes innovaciones en la ciencia.
En cuanto a los estudios de caso, el decano enfatiza que los profesores han estado escribiendo casos con las últimas actualizaciones ligadas a temas digitales, aunque algunos alumnos se quejan de que algunos casos pierden vigencia cuando llegan al currículum.
Los desafíos que afronta HBS son comunes en buena parte del mundo académico: ¿cómo reconciliar la enseñanza de material que ha pasado la prueba del tiempo con el ritmo de los acontecimientos en el mundo real?
Marco Iansiti, quien dirige la división de Tecnología y Gestión de Operaciones, estima que cerca de dos tercios de las clases obligatorias de su departamento durante el primero año del MBA se centran en operaciones, incluyendo un ejercicio de 12 horas que simula la gestión de una planta de operaciones de una fábrica.
La clase cubrió los negocios basados en redes y crowdsourcing —un mecanismo de micro financiación colectiva— por primera vez este semestre, e Iansiti dice que está interesado en añadir más contenido relacionado con la gestión de tecnologías y reducir un poco el referido a la gestión tradicional de operaciones,
Los cursos opcionales que ofrece HBS que tienen que ver con tecnología, están repletos, dicen los profesores. La demanda es alta para un curso de gestión de producto ofrecido por el profesor Thomas Eisenmann y Prem Ramaswami, un gerente de producto de Google . Los 45 estudiantes toman una idea desde su concepción hasta el lanzamiento de un producto y aprenden cómo funciona Internet y qué preguntas hacer sobre productos y la experiencia del usuario. Ramaswami dice que el objetivo es preparar a los alumnos para ser gerentes de productos o que al menos entienden cómo piensan los desarrolladores.
A medida que más MBA buscan carreras en tecnología, los solicitantes con estas aspiraciones ahora piensan más en Silicon Valley que en Boston, dice Jeremy Shinewald, fundador y presidente de mbaMission, una firma de consultoría de admisión las universidades.
Del pequeño número de personas que consiguen ser admitidos en las dos, HBS y Stanford, los candidatos con mentalidad tecnológica en general optan por Stanford, dice Shinewald. Pero a los estudiantes HBS todavía les va bien en el mercado de tecnología, ya que graduados recientes son contratados en empresas como LinkedIn, Google y Uber Technologies.
Por ahora, muchos estudiantes encuentran solución para resolver sus deficiencias en materia de tecnología. El club de estudiantes de tecnología, que tiene unos 500 miembros, organizó el año pasado tres talleres para aprender a programar, y los tres registraron un exceso de solicitudes.
“Me fascina el hecho de que los estudiantes muestren entusiasmo sobre la transformación digital”, dice el profesor Iansiti. “Al mismo tiempo, sirve como un recordatorio: ¿estoy trabajando lo suficiente para que haya cambios?”.