por admin » Sab Abr 04, 2015 6:27 am
Para agosto de 2008, Silva ya no podía trabajar. En octubre fue ingresado en un centro de salud en Limoeiro y llevado tres semanas después a un hospital en Fortaleza.
Silva murió un mes después, dejando a un hijo de un año y a su esposa, quien comenzó un litigio de años para que Fresh del Monte la compensara por daños y pagos de salarios atrasados.
La causa oficial de la muerte del trabajador se registró como falla hepática y hemorragia digestiva.
En la corte, los abogados de Fresh del Monte dijeron que a Silva se le había diagnosticado una forma viral de hepatitis que no estaba vinculada con su empleo, pero el juez rechazó el argumento de la empresa.
Cerca de esa zona, José María Filho, un pequeño productor en la meseta, había empezado a quejarse ante las autoridades locales por la irritación cutánea y las enfermedades de sus animales.
Filho acusó a los grandes propietarios de abuso de pesticidas, en particular por las fumigaciones aéreas que rociaron químicos sobre los canales y otras áreas adyacentes a las tierras de cultivo.
"TE ESTÁS METIENDO CON PECES GORDOS"
"El hablaba demasiado", recuerda Luiz Girão, ganadero local y ex congresista, con influencia entre los agricultores de la zona.
Filho consiguió que científicos dirigidos por Rigotto analizaran el agua de la meseta. Un estudio que realizaron a fines de 2008 investigó muestras tomadas en 25 puntos a lo largo de los canales y en los grifos de agua de los hogares.
El estudio buscaba la presencia de 22 pesticidas distintos. En cada muestra, los investigadores encontraron residuos de al menos tres de los compuestos y de hasta 12 compuestos.
Los agricultores de la zona le restaron importancia al estudio y dijeron que la investigación no determinaba la concentración específica de cada químico en el agua, por lo que no probaba nada sobre la toxicidad.
Durante 2009, Filho siguió haciendo denuncias. Se presentó en concejos municipales en Limoeiro y, pese a la oposición de los grandes propietarios, para noviembre había convencido a suficientes miembros de los concejos para aprobar una prohibición contra la fumigación aérea.
"Estaban furiosos", recuerda Reginaldo Araújo, maestro local y activista por los derechos laborales de la zona.
Pero algunos agricultores siguieron con las fumigaciones.
A comienzos de 2010, Filho empezó a tomar fotografías y videos de un avión fumigador que despegaba desde un aeródromo local. Le dijo a la gente en Limoeiro que estaba juntando evidencia sobre violaciones a la restricción contra los pesticidas. Y también empezó a recibir amenazas.
Según una investigación policial detallada en una denuncia que Reuters revisó, una persona no identificada llamó a Filho y le dijo que lo estaban siguiendo.
La persona le dijo a Filho que lo seguían cuando viajaba por las carreteras locales en moto, a menudo con su hijo pequeño.
"Eres un cobarde porque nunca viajas solo", le dijo.
En el aeródromo, según una denuncia policial que presentó Filho, un guardia de seguridad le había advertido: "Te estás metiendo con peces gordos. Es peligroso".
ACRIBILLADO
El 21 de abril, mientras iba en moto por las plantaciones bananeras, a Filho le dispararon 25 veces con una pistola calibre 40. Su cuerpo quedó en el camino.
Un mes después, el concejo revocó la prohibición de uso de fumigadores aéreos.
Tras una investigación de dos años, la policía acusó a João Teixeira, un propietario local, agricultor y empresario que coordinaba la aplicación de fumigadores aéreos en la meseta, de ordenar el asesinato.
Los registros balísticos y de celulares revisados por la policía los llevó a relacionar las llamadas telefónicas entre el capataz de Teixeira y otras dos personas de la localidad y un pistolero, que posteriormente murió en una balacera.
Teixeira, el capataz y los otros dos individuos de la localidad fueron acusados por la muerte de Filho.
En una conversación telefónica de Reuters con Teixeira, éste dijo: "No tuvimos nada que ver con el asunto". Pero no quiso hablar más sobre el tema.
Un juez en Limoeiro está previsto que en los próximos meses decida si el caso irá a juicio.
En tanto, dos cortes fallaron a favor de Gerlene Santos, la viuda de Silva, el trabajador de Fresh Del Monte. En 2013, un tribunal en Limoeiro ordenó a la compañía pagar unos 350.000 reales, unos 110.000 dólares, por daños. Una corte superior confirmó la sentencia.
En la meseta, las tensiones continúan.
Brasil, la tierra prometida para los fabricantes de pesticidas prohibidos
Por Paulo Prada
LIMOEIRO DO NORTE, Brasil (Reuters) - Los agricultores brasileños se han convertido en los principales exportadores mundiales de azúcar, jugo de naranja, café, carne, aves de corral y soja, pero también han conseguido una distinción más dudosa: Brasil desplazó en 2012 a Estados Unidos como el mayor comprador mundial de pesticidas.
Este rápido crecimiento ha hecho de Brasil un mercado atractivo para pesticidas prohibidos o descontinuados en países más ricos por los riesgos a la salud y el ambiente.
Al menos cuatro de los grandes fabricantes de pesticidas, FMC Corp de Estados Unidos, la danesa Cheminova A/S, la alemana Helm AG y la gigante suiza Syngenta AG, venden en Brasil productos que ya no están permitidos en sus mercados domésticos, según una revisión de Reuters a los pesticidas registrados.
Una plantación local que exporta bananas a Europa, Tropical Nordeste SA, recientemente ganó un premio a la excelencia de una asociación de compradores extranjeros.
En octubre, un trabajador publicó fotografías en Facebook de un tanque perdiendo pesticida en un depósito.
Diego Oliveira da Silva, "químico" de 25 años, como se llama a los trabajadores que rocían pesticidas en el área, dijo en una entrevista que los capataces en la hacienda también le dijeron a él y a sus colegas que agotaran todo el Furadan, el químico de FMC, en los días previos a una inspección.
Otros dos trabajadores, que hablaron bajo condición de anonimato, hicieron la misma afirmación.
Da Silva fue despedido por subir las fotografías.
Hugo Carrillo, gerente de la plantación, dijo que la filtración del tanque era un problema temporal causado por un grifo roto y que fue arreglado el mismo día.
Sobre las acusaciones de que encubrió el uso de pesticidas peligrosos, Carrillo dijo: "¿Por qué escondería el Furadan? Si el Furadan no está prohibido en Brasil".