Hillary Clinton lanza su campaña a la presidencia
La ex secretaria de Estado Hillary Clinton lanzó su segunda campaña por la presidencia en un video publicado el domingo. LUCAS JACKSON/REUTERS
Hillary Clinton puso el domingo fin a años de especulaciones sobre sus planes políticos y lanzó su segunda campaña para presidente, pidiendo a los votantes que mantengan en la Casa Blanca al mismo partido por 12 años consecutivos, una petición que se ha concedido sólo en raras ocasiones en la historia moderna.
“Los estadounidenses del común necesitan un campeón, y yo quiero ser ese campeón”, dice Clinton, de 67 años, en un video publicado en YouTube el domingo que incluye imágenes de una variada colección de sus compatriotas.
Gran favorita para la nominación demócrata, Clinton expresó lo que sus asesores llevan meses diciendo: que ella no está tomando nada por sentado. “Saldré a caminar para ganar su voto”, dice.
Clinton, la primera demócrata relevante que declara formalmente su candidatura, entra en la carrera presidencial 2016 como una sólida favorita para la nominación del partido, como ya lo fue hace ocho años.
Esta vez tiene por delante un camino más suave, sin un rival que parezca tan fuerte como el hombre que la derrotó en 2008, el entonces senador Barack Obama.
Desde aquel intento ha reforzado su currículum con un período de cuatro años como secretaria de Estado, a la vez que conserva una leal red de recaudación de fondos y una base partidaria ansiosa de verla hacer historia al convertirse en la primera presidenta de la nación.
Una parte ineludible de su formidable candidatura es un conjunto de vulnerabilidades que han surgido tras un cuarto de siglo en el crisol de la política nacional y en el gobierno.
Los congresistas republicanos están examinando un ataque terrorista al consulado en Bengasi, Libia, en el que murieron cuatro estadounidenses cuando ella era jefa de la diplomacia de los EE.UU. También quieren que testifique en el Congreso acerca de su práctica habitual de utilizar una cuenta de correo electrónico privada para su actividad gubernamental.
Incluso activistas demócratas estaban nerviosos por los informes de que la fundación Bill, Hillary & Chelsea Clinton aceptó grandes donaciones de gobiernos extranjeros.
Dada las largas décadas de Clinton en el firmamento político estadounidense, su candidatura es una especie de paradoja, al ser a la vez potencialmente innovadora como una candidata y un retroceso a la década de 1990. Aunque aspira a ser presidenta, un cargo que nunca ha tenido antes, Clinton tiene sin embargo todas las características de la vida pos presidencial de su marido. Los republicanos la han puesto en la picota como liberal, mientras hoy en día es vista como demasiado centrista por algunos en su propio partido.
Tras el anuncio, que fue deliberadamente de bajo perfil para evitar aparecer presuntuosa, Clinton planeaba reintroducirse a sí misma ante los votantes tras un paréntesis electoral de siete años.
Sus asesores dicen que viajará a cuatro estados clave para la nominación demócrata: Iowa, Nueva Hampshire, Carolina del Sur y Nevada. A pesar de que está hoy disfruta de casi 50 puntos de ventaja sobre su posible rival más cercano a la nominación, el vicepresidente Joe Biden, Clinton planea hacer campaña como si estuviera en medio de una apretada carrera, dicen personas cercanas a ella.
En su malogrado intento de 2008, Clinton también aparecía muy adelante en las encuestas iniciales y era percibida como la candidata “inevitable”. Obama puso patas arriba cualquier idea sobre la fácil victoria de Clinton con su sorprendente primer puesto en los caucus de Iowa.