Analista del Sector Autos: El resto de mi carrera se centrará en este gráfico
Miércoles, 15 de Abril del 2015 - 14:57:00
El analista Adam Jonas, de Morgan Stanley, dice que este gráfico es tan importante que usted debería ponerlo en su tablero de inversión. "Contar la historia de este gráfico ocupará el resto de mi vida profesional. Es un poco triste que mi vida pueda resumirse en un gráfico... pero es cierto."
Jonas dice que la industria automotriz está en la mira por empresas externas que quieren entrar en el mercado de 10 billones de dólares de la movilidad (10 billones de millas recorridas x $1/milla)" y que el futuro de la industria va a girar en torno a dos fenómenos bastante recientes: ( 1) la economía compartida y (2) la conducción autónoma.
El analista de Morgan Stanleu lo divide en cuatro cuadrantes: el status quo de hoy, el mercado de la movilidad compartida con los gustos de Uber, "autonomía en propiedad" donde estamos dando el control de los coches a un ordenador, y "autonomía compartida" una flota de vehículos autónomos que estarán operando las 24 horas del día.
Así que, básicamente, el camino que la industria automotriz recorrerá desde el cuadrante 1 al cuadrante 4 será toda la historia de la industria automotriz.
The South (China) Sea Bubble
Submitted by Tyler D.
04/15/2015 - 14:34
Given the recent weakness in Chinese data, you might think that investor spirits would be dampened but, as anyone who has opened a paper in recent days will be aware, that is very much far from being the case. Indeed, China is currently enjoying the somewhat dubious fruits of one of the all-time great stock manias. Of course, it is not just Chinese stock markets that are being driven beyond the bounds of sanity by wild-eyed policy measures. Nor will it be just the Chinese who will eventually have to pay the price of such folly but, at the moment, it does appear as if they may be suffering from a more virulent strain of the pandemic that is afflicting the rest of the world, too. So, possibly, it will be in their country first that, in Cantillon’s words, ‘this furtive abundance [of fictitious and imaginary money] vanishes at the first gust of discredit and [so] precipitates disorder.’