por admin » Jue Jun 11, 2015 11:25 pm
Grecia y su rol en la volatilidad europea
MADRID (EFE Dow Jones)--No fue una pueril necedad la afirmación del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, la semana pasada durante la rueda de prensa posterior a la decisión de tasas de que el mercado debería acostumbrarse a periodos de mayor volatilidad.
Muchos pensarían que decir eso a estas alturas de la tragedia griega es como reiterar una vez más que las votaciones del festival de la canción de Eurovisión son más que previsibles todos los años. Obvio. Sin embargo, Draghi, que es un dechado de agudeza cuando quiere transmitir un mensaje importante a los inversionistas, sabía muy bien que era el momento de remarcarlo.
Un día después, Grecia anunció que unificaría sus pagos de junio al Fondo Monetario Internacional en uno solo que se desembolsaría el 30 de junio. Desde entonces hasta este miércoles, cuando empezaron a filtrarse informaciones de que el país aceptaría un mayor objetivo de superávit primario para este año para cumplir las exigencias de sus acreedores, el IBEX-35 se había dejado en el camino unos 300 puntos, pero dichos rumores provocaron una subida de 100 puntos en la recta final de la última sesión. Si se amplía aún más el zoom, desde el 13 de abril ha perdido más de 700 puntos, claro está con las elecciones municipales y autonómicas españolas de por medio, en las que el partido de izquierdas Podemos logró unos resultados históricos que amenazan seriamente a los partidos tradicionales de cara a las elecciones generales.
“Si ves la volatilidad de los dos últimos meses, el 70% ha sido prácticamente por la helenización de Europa”, comenta Jaime Sémelas, analista jefe de Capital at Work, en referencia a las conversaciones de los planes de reestructuración de la deuda griega.
“Las negociaciones están durando más de lo necesario y al mercado le está poniendo más nervioso”, añade.
En lo que va de año, el IBEX-35 sube un 9% frente al repunte del 13% del Euro Stoxx 50. Ese peor comportamiento se debe, además de al riesgo político local, a la posibilidad de que si Grecia no llega a buen puerto con sus acreedores, podría producirse una venta masiva de deuda española o en el IBEX-35 por el efecto contagio entre los países periféricos, explica Víctor Alvargonzález, analista de Tessis.
En su opinión, esa reacción del mercado “no tiene absolutamente ninguna base”, ya que la economía española está creciendo mientras que la griega está en recesión, tiene una mayor masa industrial y, además, ha sido objeto de unas severas reformas que aún están por aplicarse en la patria de Aristóteles que, por cierto, definía la virtud como el término medio entro dos extremos. Ahí queda.
“Desde el punto de vista de la credibilidad crediticia, hemos dado una lección de que España paga”, afirma Alvargonzález.
Sin embargo, la incertidumbre sobre el acuerdo de Grecia despista de tal manera a los mercados que queda anulada la mínima racionalidad, indica el experto. Y es que el último país que recurrió a aplazar cuatro pagos al FMI para abonarlos de una vez fue Zambia en los ochenta. “El mercado ha sido incluso generoso”, advierte.
En este punto hay que resaltar que aunque los inversionistas no descartan la salida de Grecia del euro --Javier Barrio, de BPI, cree que “el mercado lo interpretaría positivamente” al eliminar de golpe la incertidumbre--, la mayoría espera que habrá algún tipo de acuerdo. De esa forma, se despejaría cualquier duda respecto al proyecto del euro y el país mediterráneo evitaría volver al dracma, que le abocaría a una travesía en el desierto de austeridad incluso mayor a la que exige la Unión Europea, según los analistas.
“El Gobierno griego va a tener que pasar por el aro con unas condiciones a lo mejor más flojas de las que quisiera el FMI y más duras de las que quisiera el Gobierno griego”, añade Sémelas, de Capital at Work.
El análisis técnico apuntaría también a esa solución. Según Juan José Berrocal, de GVC Gaesco Valores, el objetivo a corto plazo del IBEX-35 está en los 11.240 puntos y, de superar el nivel de 11.570, “retomaría el movimiento de rebote tendencial iniciado en julio de 2012”, cuando el sagaz Draghi pronunció aquellas mágicas palabras de que haría “lo que haga falta para salvar el euro”. Esa subida llevaría al selectivo al 12.450. “En ese número está todo”, dice de forma enigmática Berrocal. Y, claro, resulta difícil concebir que el IBEX-35 escalará 1.300 puntos sin un acuerdo con Grecia.
Sin embargo, los analistas dan por hecho que los griegos podrían agotar perfectamente el plazo de negociación hasta el 30 de junio. “El show mediático que necesitan para justificar las medidas que tomen ante sus votantes pasa por sacar a todos los ministros a las cuatro de la mañana”, afirma Alvargonzález, de Tressis.
Por tanto, la volatilidad en las bolsas en junio está garantizada, la rentabilidad de los bonos podría aumentar como en las últimas fechas y, en consecuencia, el euro podría subir. Y aquellas compañías españolas que antes se beneficiaban de un euro flojo y un dólar fuerte podrían ver encarecidas sus exportaciones.
“Podría haber revisiones de estimaciones en el consenso de los analistas y aquellas compañías netamente exportadoras podrían verse perjudicadas”, pronostica Sémelas.
Entre las empresas con papeletas para sufrir enumera a Técnicas Reunidas SA, TRE.MC -0.65% Tubacex SA, TUB.MC -1.75% Ebro Foods SA, EBRO.MC -2.48% Viscofan SA, VIS.MC +2.69% Actividades de Construcción y Servicios SA, ACS.MC -1.63% ArcelorMittal MT -2.84% y Applus Services SA APPS.MC -0.19% . Menos mal que esto no es Eurovisión.