Crecimiento de las exportaciones de Japón se debilita por tensión en China
Por Stanley White
TOKIO (Reuters) - Las exportaciones japonesas se ralentizaron por segundo mes consecutivo en agosto, una señal preocupante de que la desaceleración en China podría asestar un duro golpe a la la tercera economía más grande del mundo y obligar a las autoridades a inyectar un nuevo estímulo en poco tiempo.
Los datos se suman a una serie de cifras comerciales deprimentes de las economías clave de la región que ha avivado la inquietud sobre una desaceleración del crecimiento global y reducido las apuestas de que la Reserva Federal de Estados Unidos suba las tasas de interés más tarde el jueves.
La ralentización de las exportaciones podrían aumentar la posibilidad de que el Banco de Japón relaje adicionalmente la política monetaria, ya que podría conducir a una caída en la producción, debilitar la actividad económica y reducir el impulso necesario para compensar la presión deflacionaria causada por un colapso en los precios del petróleo.
"Nuestra visión es que el Banco de Japón relajará de nuevo la política monetaria en enero, pero los datos económicos sugieren una probabilidad cada vez mayor de que el Banco de Japón actuará para finales de octubre", dijo Hidenobu Tokuda, economista senior del Instituto de Investigación Mizuho.
El Ministerio de Finanzas dijo que las exportaciones japonesas subieron un 3,1 por ciento interanual en agosto.
Esto se ubicó por debajo de la estimación promedio de una expansión de un 4,0 por ciento obtenida en un sondeo de Reuters a un grupo de economistas, y fue menos que el aumento interanual de un 7,6 por ciento visto en julio.
Las exportaciones con destino a China, el mayor socio comercial de Japón, cayeron un 4,6 por ciento en agosto frente al mismo mes del año previo, en comparación con el incremento anual de julio de un 4,2 por ciento.
La caída fue la primera desde febrero debido a un declive de los envíos de piezas de automóviles y electrónica, y las exportaciones a Asia aumentaron un 1,1 por ciento interanual en agosto, debilitándose a partir de un aumento del 6,1 por ciento en julio, en otra señal del efecto de la ralentización de China en la demanda.
"No me sorprendería si las exportaciones empezaron a caer. Esto es peor que lo que el Banco de Japón había anticipado", dijo Tokuda.
La balanza comercial registró un déficit de 569.700 millones de yenes (4.730 millones de dólares), frente a la proyección promedio de un déficit de 541.300 millones de yenes.