Canadá, desemplo y mercado de acciones
por Blog oportunidades en bolsa •Hace 2 días
La tasa de desempleo de Canadá de este mes de Septiembre asciende al 7,1%. Subiendo por encima de la zona del 7% desde los mínimos de este ciclo económico en el que se registraron tasas del 6,5% en el mes de Noviembre de 2014.
Conociendo el dato comentado y gracias a varios gráficos podemos extraer importantes conclusiones.
En el primer gráfico podemos observar el incremento del desempleo en Canadá y la posibilidad de que la tendencia bajista esté cambiando (línea negra).
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Por otro lado, analizando los dos primeros gráficos, si comparamos la tasa de desempleo con el índice de referencia del mercado de acciones de Canadá (S&P/TSX) podemos observar una clara relación inversa.
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Si realizamos el análisis técnico del índice S&P/TSX Composite (referencia del mercado de acciones de Canadá) podemos considerar que la tendencia de los precios es bajista.
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En el siguiente gráfico podemos observar como las tasas de desempleo de Canadá y Estados Unidos siguen una relación directa. Anticipándose una u otra al cambio de tendencia en función del las características del ciclo económico.
En este caso, la caída de los precios de las materias primas es, posiblemente, uno de los principales motivos por los cuales la tasa de desempleo de Canadá esté mostrando signos de cambio antes que la de EEUU.
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En el último gráfico, comparamos la tasa de desempleo de EEUU con uno de los índices de referencia del mercado de acciones, el Dow Jones Industrial Average.
La relación inversa entre la tasa de desempleo y el mercado de acciones es clara.
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Tras ver los gráficos podemos concluir que:
-La tasa de desempleo mantiene una relación inversa con el mercado de acciones tanto en Canadá como en Estados Unidos.
-Es posible que la tendencia en la tasa de desempleo de Canadá esté cambiando. Y que, por lo tanto, se inicie una nueva tendencia destructora de empleo.
-La tendencia de los precios del mercado de acciones de Canadá es bajista. Hecho que concuerda con la hipótesis del posible cambio de tendencia en el desempleo.
-Dada la elevada correlación entre la tasa de desempleo de Candá y la de EEUU, es posible que, si realmente está cambiando la tendencia en el desempleo en Canadá, estemos cerca de observar los mínimos de desempleo de EEUU de este ciclo.
-Si finalmente las premisas anteriores se cumplieran, es probable que las caídas observadas en el mercado de acciones de EEUU no se traten de una corrección de la tendencia alcista. Sino que realmente sean la primera pata de un mercado bajista.
02:10 Conozca las dos resistencias claves que llevarán al Mini S&P500 a máximos
Como hemos ido comentando en nuestro vídeos diarios el Mini S&P500 ha superado las resistencias menores que ha encontrado a su paso y ahora hasta máximos tan solo le quedan dos claves, sobretodo la primera, que es el fibonacci 61,8% de toda la caída iniciada a mitad de mayo último y que es la zona de los 2.018. En el caso de que superara dicha resistencia con volumen fuerte nos garantizaría el fibonacci 76,4% en la zona de los 2.062. Posteriormente para poder llegar a máximos debería superar y continuar entrando volumen fuerte desde esta última resistencia hasta los máximos históricos de 2.134.
La farsa del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP)
por Inteligencia Financiera Global •Hace 18 horas
Quien esté por el libre comercio debe mantener como premisa justo eso, la libertad de intercambiar las mercancías entre los agentes económicos, sin importar si se están en México, Estados Unidos, China o España, por ejemplo. La competencia que ello conlleva por supuesto, tienen como resultado que los beneficiarios sean los consumidores. Eso es lo mejor porque todos, sin excepción, lo somos.
Así, aquellas empresas o personas capaces de satisfacer de mejor manera los gustos, preferencias y necesidades de los clientes a los precios más competitivos son las que, por mérito propio, triunfan en el mercado, y qué bueno que así sea.
Es pues de la mayor importancia que no haya “mano negra” de ninguna autoridad para impedir el libre comercio, pues cuando hay preferencias y proteccionismo hacia determinados sectores o empresas privilegiados, la mayoría sale perjudicada. Lo que se premia con la ausencia de libre comercio es la ineficiencia de aquellos amigos del poder, que son protegidos con el pretexto de mantener empleos nacionales. Un engaño que en realidad esconde las complicidades de ciertos empresarios con los gobernantes, en perjuicio del consumidor, la absoluta mayoría.
Así las cosas, el llamado Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), cuyas negociaciones concluyeron esta semana –y a la que México y 11 países más de la cuenta del Pacífico se han sumado-, se anunció como un acuerdo histórico de libre comercio. Los países firmantes representan alrededor del 40% del PIB y un tercio del comercio mundial, lo que nos habla de su trascendencia.
Sin embargo, indigna que a estas alturas sea más lo que no sabemos del TPP, que lo que sí. Mala señal. Ni siquiera el Senado de la República conoce todavía el texto final del mismo, que es guardado celosamente.
Lo que es cierto es que se negoció a lo largo de 10 años casi en secreto.
Gracias a algunas filtraciones, este Acuerdo ha levantado mucha desconfianza, pues por ejemplo, se habla de que protegerá los intereses de grandes empresas transnacionales como las farmacéuticas, cuyas patentes se extenderían por más años en perjuicio de la venta de medicamentos genéricos.
No tiene nada de malo que compañías grandes expandan sus mercados, pero sí que busquen usar su influencia para cerrarlos en su beneficio. Eso no es mercado libre –como se dice y a algunos se engaña-, sino intervencionismo puro disfrazado de aquél.
Ha trascendido también que las empresas podrían demandar a los gobiernos en tribunales especiales e incluso exigir compensaciones de impuestos por afectaciones a sus “ganancias futuras esperadas”.
De manera que tenemos que estar muy atentos para ver qué trae en el fondo el TPP.
En este espacio estamos por el libre comercio, pero pleno, auténtico. El problema es que el TPP –que fue creado con la intención explícita de dejar fuera a China-, parece todo menos querer un mercado internacional más libre.
Comercio es intercambio, pero a juzgar por las primeras declaraciones de los gobiernos al respecto, todos destacan el grado en que esperan que el Acuerdo les permita “expandir sus mercados”, o sea, se enfocan en exportar, vender. Si se ha negociado con el ánimo de “todos vamos a vender más”, sin contemplar la parte de la compra, es decir, de crecer las importaciones, más temprano que tarde las tensiones entre países podrían exaltarse.
El TPP huele a neo-mercantilismo y eso es muy negativo.
En un intercambio ambas partes ganan porque obtienen mayor valor del que entregan, o de lo contrario, ni siquiera se efectuaría tal intercambio. Libre comercio –sí vender más pero sobre todo también comprar más- pues, es un ganar-ganar.
Por desgracia, por doquier se expande la idea mercantilista de que exportar es “bueno” e importar es “malo”, al grado de que cuando hay déficits de una parte se sienten “robados”. Pasan por alto lo obvio: que hay un beneficio con las mercancías que han obtenido, gracias a las cuales satisfacen las necesidades, gustos y preferencias de los consumidores que antes no podían.
En todo intercambio las mercancías se pagan en última instancia con mercancías, por lo que si nuestra percepción es correcta y el enfoque de todos está en la parte de beneficiar a la minoría exportadora, pero dejando de lado que lo importante es el consumidor –la mayoría que compra-, hay una alerta que se enciende con el TPP.
Si sus intervinientes piensan en él como una oportunidad de “ganar quitándole al otro”, está condenado al fracaso. En este momento, con lo que se conoce, esa probabilidad parece bastante alta.
Consultamos a nuestro amigo Mike “Mish” Shedlock, del afamado blog Global Economic Analysis, y al respecto del TPP nos hizo llegar una verdadera propuesta de acuerdo de libre comercio: “Todos los aranceles y todos los subsidios gubernamentales en todos los bienes y servicios serán eliminados con efecto inmediato”. Nada cercano a eso hay en el Acuerdo Transpacífico, tampoco en opinión de “Mish”.
Lo peor es que si al final el resultado es negativo, podría implicar echar las culpas al “libre comercio”. Si eso significa avanzar en la tendencia al proteccionismo, habremos cometido un error histórico. Mantengámonos atentos.