por admin » Lun Feb 08, 2016 11:18 am
¿Emergente o frontera? Los argumentos del presidente de la BVL
CHRISTIAN LAUB, presidente de la Bolsa de Valores de Lima (BVL)
En agosto del 2015, recibimos una sorpresa cuando MSCI, una de las principales empresas proveedoras de índices a escala mundial, lanza una consulta al mercado de inversionistas sobre si el Perú debería o no permanecer como mercado emergente o pasar a la categoría de frontera. Fue una sorpresa por varias razones: fue una consulta hecha fuera de los plazos regulares que MSCI utiliza, se tenían 45 días para tomar una decisión y, la más importante, no estábamos incumpliendo las condiciones de esta empresa para ser un mercado emergente.
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Si estábamos cumpliendo, ¿por qué se hacía entonces la consulta? La razón era que, a finales del 2012, el Perú tenía 11 acciones que calificaban como “invertibles” dentro del universo de MSCI, pero en agosto del 2015 este número había caído a cuatro con la inminente salida de una más para quedarnos con tres valores (Southern, Buenaventura y Credicorp).
La alerta era que, si la tendencia seguía, pronto tendríamos dos valores y en ese momento deberíamos ser reclasificados automáticamente a mercado frontera. La consulta era, por tanto, preventiva y quería adelantarse a un hecho que podía ocurrir. ¿Por qué perdimos los ocho nombres? Hay dos motivos principales: la caída del precio de los commodities y la desaceleración del crecimiento del PBI.
Ambos factores afectaron el sentimiento de inversión en el mercado, impactaron en el valor de las empresas y redujeron la liquidez considerablemente. El apetito por nuestros valores se redujo. ¿Fuimos los únicos? No, esto también ha ocurrido con nuestros vecinos, como Colombia y Chile, pero nosotros partimos de valores menores que ellos.
Un dato ilustrativo: en el 2007 se negociaban 40 millones de dólares y 4.000 transacciones al día en la BVL, mientras que terminamos el 2015 con 4 millones de dólares y menos de 400 transacciones diarios. Una reducción del 90% muestra lo dramática de la situación de liquidez, pero también que tuvimos un mercado líquido y que podemos retomarlo, siendo la peruana una economía mucho mejor a la que teníamos en el 2007.
¿Qué hicimos el año pasado frente a la consulta de MSCI? Organizamos una reunión con el CEO de esta empresa y sus ejecutivos más importantes en Nueva York, a la cual asistió una delegación público-privada. La lideró el ministro de Economía y Finanzas (MEF) y nos acompañaron líderes de la Superintendencia del Mercado de Valores (SMV), el Banco Central de Reserva (BCR), la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) y los principales actores del sector privado, como Confiep, la Asociación de AFP, Cavali, Procapitales, entre otros. Tuvimos una gran oportunidad para mostrar lo que habíamos venido trabajando los últimos años para dinamizar nuestro mercado y, lo más importante, para explicar que las mejoras no eran una respuesta a la consulta sino un trabajo de varios años.
Entre los temas más importantes que expusimos estaban el haber contratado a Oliver Wyman, una consultora líder en temas de mercado de capitales en el ámbito mundial, para definir cómo haremos del Perú un centro financiero regional en el 2025. Este proyecto fue trabajado en conjunto con el MEF, SMV, BCR, SBS, la BVL y Cavali, entre otros. Desde hace dos años tenemos una línea guía para ejecutar hasta el 2025. ¿Cuántos países de la región pueden mostrar un trabajo conjunto público-privado como este? Me gustaría decir que pocos, pero creo que la respuesta puede ser ninguno, al menos que yo conozca.
LOS CAMBIOS
Además de presentar el informe de Oliver Wyman, mostramos que veníamos ejecutando varios proyectos claves desde hace varios años, como el cambio de la plataforma de negociación a Millenium, el mismo sistema que utiliza la Bolsa de Valores de Londres; la reducción de costos en más del 50% en conjunto con la SMV y Cavali; la integración corporativa con Cavali siguiendo las tendencias mundiales; el lanzamiento de nuestra familia de índices con S&P; la integración con los mercados regionales a través del MILA y de la Alianza del Pacífico; y el Mercado Alternativo de Valores (MAV), que atrae a nuevas empresas.
También fuimos capaces de demostrar capacidad de respuesta como país en los temas en los que veníamos trabajando y no habíamos cerrado. El Poder Ejecutivo propuso la norma de exoneración a las ganancias de capital a las operaciones con acciones y esta fue evaluada y aprobada con celeridad por el Congreso, con apoyo multipartidario. Además, se aprobaron normas para incentivar que existan los creadores de mercado o formadores de liquidez, para poder realizar préstamo de valores que permitan operaciones en corto, para ejecutar transacciones por mecanismos electrónicos y para abrir la posibilidad de usar algoritmos, así como la regulación necesaria para el lanzamiento de fondos de inversión en bienes raíces.
Ninguna de estas medidas es una solución única para nuestro problema de liquidez, pero la unión de todas permitirá que rompamos las tendencias decrecientes y empecemos a ver un mercado nuevamente al alza.
Todo este trabajo se realizó en un ambiente mundial complejo y que impactó seriamente a los mercados emergentes. La realidad es que decidimos hacer todo lo necesario para estar preparados para cuando el viento cambiase de rumbo. Lo lamentable es que la consulta vino en el peor momento del mercado. Nos tomaron la temperatura estando en la Unidad de Cuidados Intensivos y, claro, teníamos fiebre. Lo que nos dijeron es que MSCI sentía que teníamos una probabilidad de 50/50 de mantenernos como mercado emergente.
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