En Nueva York, Trump usará violencia de pandillas para presionar por deportaciones
WASHINGTON/NUEVA YORK (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajará el viernes a una comunidad de Nueva York golpeada por una reciente serie de asesinatos cometidos por pandillas para destacar sus esfuerzos para frenar la inmigración ilegal y aumentar las deportaciones.
El viaje de Trump a Long Island da al presidente una oportunidad de mostrar algo de avance en su agenda, a pesar del fracaso de otros esfuerzos legislativos, y de tener un respiro del caos provocado por una dura lucha de poder entre sus colaboradores de alto rango que se hizo público el jueves.
El viernes, Trump subrayará la campaña de su Gobierno por deportar a miembros de la pandilla Mara Salvatrucha, mejor conocida como MS-13, cuya existencia la Casa Blanca atribuye a la floja aplicación de las leyes de inmigración a las personas provenientes de Centroamérica.
"Va a ser un mensaje muy fuerte sobre lo peligrosa que es esta amenaza, y sobre cuánto dolor le provoca a las comunidades estadounidenses", dijo un funcionario de alto rango del Gobierno a periodistas antes del viaje.
La visita de Trump se da luego de que su fiscal general, Jeff Sessions, viajó a El Salvador para destacar los avances en la lucha contra las pandillas.
Las pandillas se arraigaron en Los Angeles en la década de 1980, en vecindarios habitados por inmigrantes de El Salvador que habían escapado de la guerra civil. El Departamento de Justicia dice que la MS-13 tiene actualmente más de 10.000 miembros en todo Estados Unidos.
En Long Island -cerca del vecindario de Queens en la ciudad de Nueva York, donde Trump creció- la MS-13 estuvo detrás de los asesinatos de dos mujeres adolescentes en un vecindario suburbano en septiembre y de cuatro hombre jóvenes en un parque en abril.
Desde enero de 2016, se han registrado 17 asesinatos en Long Island relacionados a la pandilla, informó el Departamento de Policía del Condado Suffolk.
Bajo el Gobierno de Trump, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por su sigla en inglés) ha perseguido a la pandilla, deportando a más de 2.700 de sus miembros en el año fiscal 2017, un aumento frente a los 2.057 del año fiscal previo, dijo la Casa Blanca.
Agentes de inmigración planean concentrarse en adolescentes sospechosos de ser miembros de pandillas, incluso si no han sido acusados de un delito, según un memorándum visto por Reuters.