por Luis04 » Mar Feb 01, 2011 4:18 pm
[b]Acero porvenir[/b]
Tras el descalabro provocado por la crisis del 2008, la industria siderúrgica creció el 2010 por encima de la región, lo auspicioso del nuevo escenario hace pensar que la competencia y las inversiones se reactivarán.
Aunque ya parece lejana, los nubarrones de la crisis financiera que se desató en el segundo semestre del 2008 aún son visibles en el horizonte de la industria acerera mundial. El descalabro sufrido en aquella oportunidad, que incluyó la paralización de plantas y pérdidas multimillonarias, ha dado cabida a que la prudencia se imponga en un mercado que late al ritmo que impone China, pues la potencia emergente consume el 40% del hierro (insumo básico para la industria siderúrgica) y produce el 50% del acero disponible en el mundo.
Pese a que su economía se expandió más de 10% el año pasado, el gigante asiático está en proceso de frenar su crecimiento y con ello, las previsiones para el mercado mundial del acero también se morigeran. Los problemas fiscales en Europa y la lenta en el 2009 reactivación de Estados Unidos no ayudan.
Todo esto nos incumbe porque el mercado nacional del acero no se puede abstraer al escenario global, pese a que el consumo aparente peruano creció por encima del promedio de Latinoamérica: 23% frente a 18,8%, según el Instituto Latinoamericano del Fierro y el Acero (Ilafa).
En cristiano, ello significa que si bien el Perú marcó un récord en el consumo de acero durante el 2010, no todo es color de rosa para las siderúrgicas nacionales, Síder-Perú y Aceros Arequipa, pues sus respectivos planes de expansión e inversión también dependen del contexto internacional. Además, la voracidad china ha elevado el costo de los pellets de este mineral, que son usados por las acereras en su proceso productivo.
Esta situación, sin duda, afecta significativamente más a Síder-Perú –controlada desde el 2006 por el grupo brasileño Gerdau–, pues la operación del alto horno de su planta de Chimbote depende del abastecimiento de pellets por parte de Shougang Hierro Perú. Pero el incremento en más del 120% en su costo, afirma Gerdau, determina que actualmente sea más competitivo producir acero en hornos eléctricos a partir de chatarra.
Hay que precisar que Síder-Perú también produce a partir de palanquilla que importa de sus otras plantas de la región.
Gonzalo Galdos, analista del mercado acerero, explica que la producción vía alto horno es un lujo que actualmente solo se pueden permitir las acereras integradas verticalmente con minas de hierro. “En otros países hay altos hornos parados esperando que bajen los precios de los insumos o que suba el costo del acero”, explica.
Raúl Vera, gerente adjunto de Shougang, confirma la afirmación del analista, pues asegura que la nula demanda de los mercados local y asiático ha obligado a la empresa a parar su línea de producción de pellets hace más de seis meses.
En cuanto al factor precio, es necesario subrayar que la menor demanda mundial de acero para la industria automotriz, por ejemplo, ha mantenido el acero a alrededor de US$700 dólares la tonelada: menos de la mitad del precio máximo alcanzado antes de la crisis.
INVERSIONES EN ÁMBAR
Además de las críticas que le llovieron por no encender el alto horno de Chimbote, Gerdau enfrentó el año pasado la llamada de atención del propio presidente Alan García por el plan de inversión de US$1.364 millones que quedó trunco por la crisis.
Si bien Gerdau ha explicado que desde que asumió la operación Síder-Perú ha invertido más de US$130 millones, hasta el momento no da señas sobre el futuro del plan anunciado por André Gerdau Johannpeter en Palacio de Gobierno.
Al respecto, el presidente ejecutivo, Raúl Barrios, dijo a Día_1 en marzo pasado que Gerdau necesitaba “que se vuelvan a dar las condiciones en el mercado, sobre todo, en el externo” para pensar nuevamente en invertir en el Perú.
La razón es obvia, los planes del operador brasileño incluían producir 3 millones de toneladas de acero para atender el mercado interno y exportar hacia el Asia.
Entonces cabe preguntarse si es que la inversión anunciada con bombos y platillos el 2008 seguirá en ‘stand by’, pese a que el consumo interno ha superado el nivel precrisis y la previsión de crecimiento para este año es de 6,5%, según la gerencia de Estudios Económicos de la consultora Maximixe.
Sobre este punto, Galdos considera que las inversiones en una industria como la siderúrgica tienden a ser intensivas y permanentes, aunque las cicatrices dejadas por la crisis harán que se recuperen progresivamente.
Ante la consulta respectiva, Gerdau respondió que su “plan de inversiones se basa en proyecciones de crecimiento de un mercado en el que la empresa ya cuenta con una sólida posición”. La respuesta por sí sola no es del todo clara, pero si consideramos adicionalmente que el grupo brasileño ha incrementado sus previsiones de inversiones entre el 2010 y 2014 a US$6.260 millones, no es descabellado pensar que Gerdau podría dar la sorpresa este año.
OPERADOR DEL SUR
Si bien las dificultades por las que atravesó Síder-Perú en los últimos años permitieron que Aceros Arequipa refuerce su posición en el mercado, la siderúrgica de capitales nacionales también mantiene en suspenso la ampliación de su planta de Pisco.
Durante el 2010, Aceros Arequipa solo avanzó con la ampliación de su planta arequipeña, en la que invirtió US$31 millones.
Por el momento, la empresa no ha querido responder si las condiciones del mercado ya son propicias para continuar con su plan de expansión. Pero hay razones para pensar que tal decisión podría darse en el corto plazo, pues el crecimiento de la construcción, la metalmecánica y la minería empujarán la demanda de acero. Además hay que tomar en cuenta que la carretera IIRSA Sur –vía que une la macrorregión sur con el suroeste brasileño– le abre potenciales nuevos mercados, que se sumarían al boliviano, donde ya tiene presencia y un prestigio ganado.
Galdos añade que Aceros Arequipa también debe ser consciente de que Síder-Perú le lleva ventaja en cuanto a infraestructura, pues cuenta con un puerto y muelle propios, así como dos vías para producir acero. Estos detalles sin duda apoyarían su decisión de reactivar sus inversiones.
Fiel a su estilo de perfil bajo, Aceros Arequipa solo ha respondido que “más adelante” se pronunciará sobre este tema.
Si entramos a terrenos de la especulación, podríamos deducir que hay un pulso soterrado entre las dos siderúrgicas locales ante el posible anuncio de sus respectivas inversiones, pues está en juego un mercado que crece a dos dígitos y su posicionamiento local y regional.
No hay que olvidar que si bien la producción de ambas empresas se complementa en la atención de los mercados manufacturero y minero, no sucede lo mismo con el acero largo destinado a la construcción, que significa el 70% de la demanda, aproximadamente.
MERCADO ATRACTIVO
Otro factor a tomar en cuenta al momento de hablar de inversiones es la presencia del acero importado en el mercado local. Pues si ya el 2009 el principal productor mundial, Arcelor Mittal, aterrizó en el país por medio de la importadora Inkaferro, este año Tata Steel International, que ocupa el puesto seis entre los grandes operadores del mercado, hará lo propio.
Aún la empresa no señala si está en sus planes la instalación de una planta propia, Yuri Sedano, el gerente en el país de la transnacional india, adelantó que están tejiendo su propia red de clientes.
Con todas estas variables es posible estimar que las novedades no escasearán este año, ya sean inversiones, encendido del alto horno o, incluso una tercera planta siderúrgica en el país.
INSUMO FUNDAMENTAL
La disyuntiva del hierro
Al no ser un commoditie, el precio del hierro se maneja básicamente en base a la negociación de productores y demandantes, explica Raúl Vera, gerente adjunto de Shougang Hierro Perú. Así se explica que pese a que Gerdau y la minera aseguran tener buena disposición para alcanzar un acuerdo para la provisión de pellets para el encendido del alto horno de Sider-Perú, no se ha llegado a un acuerdo. Gerdau tiene la obligación contractual de mantener operativo el alto horno, a misma que –asegura– ha cumplido ante las críticas que recibe por su decisión de mantenerlo apagado.
Fuente: El Comercio