Libia se desmorona entorno a Gadafi
Por Angus Mcdowall, Margaret Coker y Tahani Karrar-Lewsley
.El líder libio, el coronel Muamar el Gadafi, se aferraba al poder mientras seguían sonando disparos en la capital, al tiempo que la comunidad internacional intensificaba su aislamiento y más territorio escapaba a su control en las áreas periféricas del país arrebatado por grupos tribales.
Muamar Gadafi acusó el jueves a sus oponentes de estar bajo el dominio de Al-Qaeda, en momentos en que los rebeldes controlan grandes extensiones del este del país y prometen una ofensiva en contra de la capital, Trípoli.
En declaraciones telefónicas a la televisión estatal, Gadafi dirigió su discurso a los ciudadanos de al-Zawiya, una ciudad industrial situado a 30 millas al oeste de Trípoli, donde se informaron de enfrentamientos armados el jueves.
Con enfrentamientos armados informados en pueblos a sólo 30 millas de la capital y a 130 millas al este, parece que el control del territorio que ejerce el régimen disminuye con rapidez.
Al Jazeera informó de la renuncia de Ali Huwaidi, supuestamente el jede de seguridad en Bengazi.
La oposición dijo que han tomado el control de la ciudad de Misrata, que está más cerca de la capital que cualquier ciudad del este del país donde la resistencia al régimen es más fuerte. Más al este, en la ciudad de Baida, no hay señales de la autoridad del régimen. En Trípoli, parece que Gadafi sigue manteniendo el poder con la ayuda de las fuerzas especiales que patrullan las calles.
Ciudadanos de Trípoli dijeron el miércoles que los partidarios de Gadafi han levantado barricadas en torno a la capital y que grupos de agentes de seguridad vestidos de paisano están redoblando los esfuerzos por detener personas consideradas desleales al régimen.
Muchos ciudadanos que participaron en la manifestación del domingo dijeron que temen por su seguridad si salen a la calle. Algunos dijeron que han recibido mensajes de texto amenazantes de personas desconocidas diciendo que les dispararían si inician otra manifestación. Los ciudadanos creen que los mensajes de texto los están mandando agentes de seguridad, ya que son anónimos.
Estos mensajes se han convertido en una herramienta usada en todo el país por partidarios y detractores de Gadafi.
En Bengasi, que está bajo control de los oponentes al régimen, se están enviando mensajes de texto a amigos y familiares de la capital, en los que se les insta a que "luchen contra el opresor", según un mensaje recibido por un ciudadano de Trípoli. Mientras, los médicos de la capital dicen que se están quedando sin reservas de sangre debido a que no dejan de llegar personas heridas a los principales hospitales de la ciudad. Un hospital del barrio de Tajoura fue saqueado por las fuerzas de seguridad afines al Gobierno esta semana y se destruyeron todas las provisiones de sangre, según un ciudadano.
Al menos el 20% de la producción de crudo de Libia sigue interrumpida el miércoles y se dice que la región oriental del país, rica en petróleo, está bajo dominio de las fuerzas contrarias al régimen. Aunque las petroleras internacionales han evacuado personal y han cerrado la producción en algunas zonas, los opositores que han tomado ciudades en el este de Libia dijeron que las exportaciones de crudo mantenían la normalidad.
Los libios cada vez están más preocupados por su seguridad diaria debido a la incertidumbre política del país. También crecen los temores por la posibilidad de que el país se fracture si Gadafi dimite o se ve obligado a abandonar el poder. El legado de sus 42 años de dictadura incluye disfunciones burocráticas, unas fuerzas armadas venidas a menos y una infraestructura represiva de "comités revolucionarios" que apoyan al régimen y aterrorizan a las comunidades locales.
Estados Unidos y las principales potencias están estudiando imponer sanciones conjuntas al Gobierno de Libia para presionar al coronel Gadafi para que detenga la violencia, señalaron fuentes estadounidenses.
"Estamos revisando varias opciones con nuestros socios internacionales" para tratar de obligar al coronel Gadafi y sus partidarios a que paren la violencia, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en una rueda de prensa. "Se están contemplando muchas opciones... sanciones y otras opciones".
La Casa Blanca no detalló qué opciones prefiere Estados Unidos, pero las propuestas hechas por el senador John Kerry están entre las que se están considerando.
Kerry pidió a Estados Unidos y a las petroleras internacionales que suspendan las operaciones de manera inmediata en Libia hasta que cese la violencia contra la población civil. Kerry también instó a la Administración Obama a que considere volver a imponer las sanciones levantadas por el presidente George W. Bush.
Otra opción que se está debatiendo en los círculos diplomáticos es que se cierre el tráfico aéreo de una zona o varias partes de Libia para evitar que Gadafi emplee aviones y helicópteros de combate contra los manifestantes, dijeron las fuentes.
El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, presionó el miércoles para que la Unión Europea sancione al régimen libio por su represión sobre las protestas y planteó la posibilidad de romper los lazos económicos y empresariales entre la UE y el país norteafricano.
"La comunidad internacional no puede permanecer como espectador de estas desmedidas violaciones de los derechos humanos", dijo.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condenó el martes el uso de la fuerza contra los civiles y pidió "un cese inmediato de la violencia y medidas para satisfacer las demandas legítimas de la población". Estados Unidos anunció que usaría un ferry para evacuar estadounidenses de Libia a Malta.
Desde que llegó al poder en 1969, el coronel Gadafi ha mantenido su mandato en parte por su política de 'divide y vencerás' entre las tribus libias y gracias a una reforma periódica de la estructura de gobierno para evitar que otros rivales políticos tengan una base para ejercer influencia.
La estructura de poder resultante es una mezcolanza de burocracia y de organizaciones ineficaces que compiten entre sí. Por encima de los tecnócratas están los comités revolucionarios, que vigilan la lealtad al líder y propugnan la ideología revolucionaria que ha sido el pilar del régimen de Gadafi.