por admin » Vie Mar 18, 2011 6:54 am
Anatomía del alza relámpago del yen
Por Tom Lauricella y Katie Martin
Un día después de uno de los ascensos más pronunciados en la historia del yen, los operadores y banqueros atribuyeron el hecho a a una avalancha anómala de compras forzadas por inversionistas particulares japoneses y fondos de cobertura. La avalancha se produjo en el preciso momento en el que el mercado cambiario es más vulnerable.
En un movimiento que evocó la brusca caída del Promedio Industrial Dow Jones en mayo pasado, cuando el índice perdió cerca de 1.000 puntos en cuestión de minutos, el yen subió 4,6% en pocos minutos, un alza violenta que hizo que la divisa batiera un récord que se mantuvo durante 16 años y causó estragos en los portafolios de los inversionistas de todo el mundo.
El movimiento, que llevó el dólar de 80 yenes a 76,32 yenes poco después de las 5 de la tarde en Nueva York, fue uno de los mayores en la historia de la moneda japonesa. La cotización, sin embargo, retrocedió casi con igual rapidez, ubicándose en más de 79 yenes por dólar en el momento en los mercados asiáticos estaban en plena actividad. "No fue bonito", dijo Robert Sinche, jefe global de estrategia cambiaria de RBS Global Bank and Markets. "Hubo un período en que hubo muchas compras forzadas del yen y no había nadie del otro lado."
Lo que más llamó la atención fue que la súbita alza tuvo lugar en uno de los rincones más activamente negociados de los mercados financieros. El volumen de transacciones entre el dólar y el yen bordea los US$570.000 millones diarios y los movimientos tan pronunciados son muy poco comunes.
No obstante, la confluencia de compras de inversionistas particulares japoneses, que pueden representar hasta 30% de la negociación del yen, y fondos de cobertura, muchos de los cuales habían estado prediciendo una caída de la moneda tras el devastador terremoto y tsunami, se produjo en el momento menos activo del mercado, cuando muchos operadores no estaban en sus escritorios.
.La negociación de divisas es a menudo una actividad de 24 horas, pero todos los días, alrededor de las 17.00 de Nueva York, la mayoría de las plataformas electrónica cierran durante 10 o 15 minutos. En ese momento, hay un cambio de guardia entre el personal de Nueva York y el de Asia. Luego, los sistemas de computadoras se reinician.
El jueves, el yen se recuperó en Asia y cotizó en una banda bastante estrecha en Estados Unidos, llegando a alrededor de 78,87 unidades por dólar durante la jornada, pero sigue por sobre su máximo anterior.
Para sorpresa de muchos, el jueves el Banco de Japón se mantuvo al margen. Muchos analistas esperaban que la entidad interviniera cuando el yen llegó a 80. Algunos estiman que la intervención se podría producir después de una reunión de funcionarios del Grupo de los Siete que al cierre de esta edición aún no se había concretado. A algunos les inquietaba que el banco central tal vez no intervenga para aplacar el ascenso del yen.
Los gobiernos suelen ser reacios a intervenir en los mercados, en parte porque se trata, con frecuencia, de una medida estéril. Las intervenciones también pueden desestabilizar los tipos de cambio y las autoridades con frecuencia tienen intereses enfrentados. Pocos quieren que sus monedas se aprecien por temor a menoscabar las exportaciones. La última vez que los bancos centrales actuaron conjuntamente en los mercados cambiarios fue en 2000 para apuntalar el euro, cuando la joven moneda padecía de una crisis de confianza.
Jeffrey Frankel, profesor de la Universidad de Harvard, dijo que las intervenciones sólo tienden a funcionar cuando las acometen varios países, entre ellos Estados Unidos, o cuando la tasa de cambio se considera "muy desalineada respecto a los fundamentos".
Durante buena parte del miércoles, el yen estaba en alza pero no cruzó el nivel de 80. Justo antes de las 5 de la tarde, hora de Nueva York, súbitamente traspasó la barrera. Al comienzo rebotó de su máximo histórico de 79,75, pero luego una avalancha de compras, predominantemente contra el dólar estadounidense pero también contra el dólar australiano, se apoderó de los mercados.
Entretanto, los fondos de cobertura que usan estrategias algorítmicas pugnaban por volver al mercado, del cual suelen salir cuando sus plataformas electrónica no están disponibles. Pero el yen había hecho un movimiento enorme y se vieron obligados a volver. Esos fondos también estaban tratando de comprar yenes.