América Latina enfrenta la batalla por un crecimiento equilibrado
Por Ángel González y Paulo Winterstein
Dow Jones Newswires
CALGARY (Dow Jones)—América Latina, que tiene una historia de turbulencia y estancamiento en el crecimiento, parece ahora estar lista para una década prometedora, en la cual las ávidas economías del este asiático dependerán cada vez más de la riqueza mineral y agrícola del continente.
Pero el largamente esperado auge también tendrá su parte de inestabilidad debido a que el sobrecalentamiento producido por las exportaciones de materias primas y las inversiones extranjeras podría perjudicar a otras industrias y resultar en un crecimiento desequilibrado. En la reunión anual de gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, los funcionarios latinoamericanos y del Caribe prometieron luchar contra el "síndrome holandés", denominado de esa manera luego del deterioro del sector manufacturero holandés en medio de un auge exportador de petróleo y gas durante la década de los 60.
El ministro de Finanzas de Colombia, Juan Carlos Echeverry, dijo a Dow Jones Newswires en una entrevista durante un receso en la reunión que el desafío para los próximos 10 años en América Latina, y en Colombia en particular, consiste en hallar la forma de lograr un crecimiento equilibrado.
El comienzo de la "década latinoamericana", como ha sido calificada por funcionarios del BID, se basa en el éxito de los últimos 15 años, en los cuales una combinación de políticas económicas conservadoras e ingresos más altos por las exportaciones de materias primas enviadas a Asia resultaron en un crecimiento inesperadamente alto en la mayoría de los países. Entre el 2002 y el 2010, el auge permitió a más de 40 millones de latinoamericanos salir de la pobreza, algo que según el presidente del BID, Luis Alberto Moreno, no tiene precedentes en la historia reciente de la región. Moreno hizo el comentario durante un discurso en el último día de reuniones del BID.
En el 2011, se espera que las economías latinoamericanas crezcan 4,5%, después de expandirse 6% en 2010, añadió. La nueva división internacional del trabajo, donde las grandes economías en proceso de industrialización del mundo en desarrollo producen la mayor parte de los productos fabriles a nivel mundial, debería beneficiar a los países latinoamericanos, dijo Moreno.
No obstante, el flujo de ingreso de efectivo a la región ya está alentando las presiones inflacionarias y está causando una apreciación de las monedas de los países exportadores de materias primas, dificultando las exportaciones del sector manufacturero y la competencia con las importaciones baratas. Según Moreno, el síndrome holandés es la principal preocupación para muchos de los asistentes a la reunión.
Para aliviar esa presión, los gobiernos deberían comenzar a acumular parte del superávit de ingresos en fondos que les permitan capear crisis futuras y enfriar un poco la economía, dijo Moreno.
Colombia planea dirigir a partir del 2014 parte de los ingresos que obtiene por la creciente producción petrolera hacia un fondo de patrimonio soberano, dijo Echeverry de Colombia. Además, el año próximo el gobierno federal quiere forzar a las provincias colombianas a ahorrar parte de sus ingresos petroleros en un fondo propio, añadió.
El aumento de los flujos de capital que ingresan a la región, alimentado también por las bajas tasas de interés en las economías desarrolladas, ha llevado a que algunos gobiernos impongan barreras a los ingresos de capital, un tema que fue muy discutido en las reuniones de este año. Incluso el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, ha admitido que esos controles pueden ser útiles en algunos casos. En el pasado, las organizaciones financieras internacionales se opusieron a esos controles por considerarlos barreras para el libre comercio.
El ministro de Finanzas de Uruguay, Fernando Lorenzo, cuyo país organizará la próxima reunión anual del BID, dijo que tiene la esperanza de que las preocupaciones macroeconómicas disminuyan durante el año para que el banco pueda volver a enfocarse en su tarea de promover el crecimiento regional.
Lorenzo señaló que la región tiene ingresos medios o bajos y una desigualdad en la distribución de la riqueza, por lo que no tiene otra opción que la de buscar el crecimiento.