Brasil saca la bandera blanca en su lucha por frenar el alza del real
Por John Lyons y Tom Lauricella
SÃO PAULO—Brasil parece estar ondeando la bandera blanca en la guerra cambiaria.
Luego de meses de quejas contra los especuladores y otros gobiernos por hacer subir al real brasileño, el ministro de Hacienda, Guido Mantega, parece resignado al hecho de que no hay mucho que pueda hacer para contener la meteórica alza de la moneda.
El jueves, el real superó la barrera de 1,60 por dólar, después de que Mantega presentara la última serie de controles diseñados para desacelerar el alza de la divisa. Al final del día, estaba operando a 1,59 por dólar, 40% por encima de su cotización de fines de 2008.
REUTERS/Ueslei Marcelino
Guido Mantega
.Cuando Mantega anunció un aumento de impuestos a quienes toman dólares prestados en el extranjero, los inversionistas se vieron sorprendidos al oírlo reconocer que hay razones legítimas para que suba el real.
Algunas de las alzas son "inevitables, debido a que el real es una moneda más fuerte, la economía de Brasil es más fuerte que otras, así que hay una atracción y una seguridad", dijo Mantega el miércoles a los periodistas en Brasilia.
Eso es un gran cambio respecto a sus polémicas declaraciones de septiembre pasado cuando advirtió a los operadores de divisas que el gobierno iba a recurrir a "recursos ilimitados" para comprar dólares y evitar que el real subiera. El real ha avanzado 8,5% contra el dólar desde su discurso del pasado 15 de septiembre.
En ese momento, el funcionario declaró que Brasil estaba en el centro de una "guerra de monedas" en la cual los países ricos como EE.UU. mantienen a las suyas débiles, artificialmente inflando el valor de otras en el mundo en desarrollo.
El real brasileño está subiendo a medida que dinero extranjero entra a este país sudamericano proveniente de inversionistas optimistas respecto a las perspectivas de crecimiento, así como de aquellos que esperan beneficiarse de sus tasas de interés interbancarias de 11,75%, que están entre las más altas del mundo.
Esas altas tasas de interés han hecho de Brasil un destino clave del denominado carry trade, practicado por inversionistas que toman prestado dinero en EE.UU., donde las tasas son bajas, y lo depositan en cuentas en Brasil donde rinde mejor gracias a las tasas más altas.
Los inversionistas hacen notar que parte del dinero que está llegando a Brasil no es del tipo especulativo, que los controles de capital intentan combatir, sino que, en cambio, se trata de fondos destinados a la inversión extranjera directa de largo plazo por lo que difícilmente serán rápidamente retirados del país.
"Al final, los flujos que están causando la apreciación de la moneda ayudan a Brasil y son indicativos de su éxito", dice Sara Zervos, una administradora de cartera de OppenheimerFunds. Una razón por la que puede ser que Mantega está cambiando su tono sobre la moneda es la inflación.
Una de las razones por las que Mantega está suavizando su tono es la inflación. El índice subió 6,3% en marzo, muy por encima de la meta anual de 4,5%. Aunque la tasa de un dígito es todavía baja para un país que sufrió una hiperinflación de cuatro dígitos, algunos observadores dicen que Mantega puede estar comenzando a ver una moneda más fuerte como una defensa contra la inflación porque reduce el costo de los bienes importados.