‘The Economist’ analiza a Humala y FujimoriCómo votaron en las regiones del Perú
14 de abril de 2011
La influyente revista británica hace un análisis del actual panorama electoral en el Perú, en el que Ollanta Humala y Keiko Fujimori tentarán en una segunda vuelta el próximo 5 de junio la Presidencia de la República, pese a tener un gran gran porcentaje del electorado en contra de ambas postulaciones.
Según ‘The Economist’, tanto Ollanta Humala -al que llama un ex oficial del ejército sin experiencia en el gobierno y respaldado por la extrema izquierda, y Keiko Fujimori -"cuyo padre es un conservador ex presidente que cumple una condena de 25 años por abusos a los derechos humanos y la corrupción"- representan una veta de autoritarismo populista que atraviesa la historia del Perú.
“Se cosechó un voto de protesta contra los políticos moderados democráticos que han gobernado el más rápido crecimiento de las economías más grandes de América Latina en la última década, pero que han fracasado para frenar la corrupción y el crimen o lo suficiente para mejorar las condiciones sociales”, señala el semanario.
A esto se suma que el voto democrático de centro-derecha se elevó a 44%, pero fatalmente se dividió entre un trío de candidatos: Alejandro Toledo, el presidente en 2001-2006, Pedro Pablo Kuczynski, quien se desempeñó como ministro de finanzas de. Toledo, y Luis Castañeda, un ex alcalde de Lima.
Sobre Humala Tasso hace un recuento de cómo durante el 2006 tuvo un claro acercamiento al modelo chavista, y hoy se inclina hacia el modelo brasileño de lula da Silva. Asimismo, informa sobre el cambio en su discurso, cuando en un inicio habló de expropiar a mineras extranjeras y las empresas de gas y la creación de nuevas empresas estatales, y ahora propone la legalización de vasta la economía informal del Perú, la negociación de mayores impuestos sobre la minería y la mejora de las escuelas.
Al analizar a Fujimori Higuchi, 'The Economist' hace referencia al peso de su apellido. "Su padre, Alberto Fujimori, derrotó a los terroristas maoístas de Sendero Luminoso y aplicar las reformas de libre mercado que sentó las bases del boom del Perú. Pero él utilizó tanques para cerrar el Congreso, pisoteó la Constitución y encabezó altos índices de corrupción de forma sistemática. Su hija, dice que no indultará a su padre, promete continuidad en la política económica mezclada con regalos sociales y defender las leyes antiterroristas contra la delincuencia", cita.
“La búsqueda decidida de la inversión extranjera y el crecimiento económico que marcó la presidencia de Alan García parece estar llegando a su fin. Muchos demócratas del Perú tendrán pesadillas en las próximas semanas”, concluye.