por admin » Mié May 26, 2010 7:47 am
El Panico, Round 2: Que hubiera hecho Ronald Reagan?
Gigantescas reservas de capital estan sentadas sin hacer nada en depositos que no producen o como proteccion contra la inflacion. Esos fondos facilmente podrian convertirse en combustible de crecimiento real, generador de empleos si las condiciones despues de pagar impuestos se mejoran.
Cuando Reagan tomo la presidencia, el mundo tenia demasiada inflacion, mucho dinero persiguiendo pocos productos. Los economistas decian que impuestos mas altos bajarian la demanda, Reagan eligio cortar ls impuestos para aumentar la produccion y eligio una politica de dolar fuerte. El resultado fueron mas productos y mejores balances entre la oferta y la demanda por cada dolar. La crisis fue eliminada en 18 meses de su gobierno con la inflacion declinando gradualmente en 20 anios.
Ahora enfrentamos una realidad diferente, un problema muy severo - mucho endeudamiento del gobierno y gasto excesivo. Esto esta interrumpiendo la creacion de empleo y dificultando el trabajo de los mercados financieros en todo el mundo industrializado. La politica actual de respuesta a la crisis es mantener los intereses super bajos para los que mas dinero se prestas, (los gobiernos se estan ahorrando billones a expensas de los que ahorra) incrementar el gasto del gobierno y despues aplicar impuestos mas altos.
Es obvio que la presente politica no esta funcionando. Esta rapidamente reduciendo el capital para los pequenios negocios y esta provocando que no se creen empleos. Los resultados son rapido crecimiento en la deuda nacional, exactamente lo contrario de lo que se desea. El Congressional Budget Office proyecta que bajo la administracion Obama revelada en Febrero, el gasto del gobierno aumentara a $3.6 trillones en el 2010 y $5.7 trillones en el 2020 de $3 trillones en el 2008.
Este plan de aumentar el gasto del gobierno crea $20 trillones en bonos (deuda) para el 2020 casi 2.5 veces los $8.4 de hoy dia. Esta es una carga muy grande sobre los hombros de la economia Americana. Sera el 90% de la produccion total del pais. El IMF estima que la deuda de US es aun mas alta o 107% del GDP (PBI) para el 2020.
Sin embargo con todo el ruido de la deuda Americana a esos niveles, esta no incluye la deuda de los contribuyentes en programas de FRE y FNM, en efecto estamos en un hueco mas grande que el Grand Canyon y aun las politicas de administracion estan llamando a otro estimulo fiscal. La transferencia de pagos ya excede el 18% del ingreso personal de la nacion, moviendo trillones de ingresos de los americanos de actividades productivas a partes de la economia que no producen y no significan crecimiento para el pais.
Agregando aun mas peso sobre el sector privado, el gobierno pasara un complejo proceso de expansion de regulacion. La reforma de la salud tiene mas de 2,700 paginas, la reforma financiera 2,000 paginas. Otros miles de paginas seran aprobadas en impuestos este anio. Con la expiracion de lso recortes de los impuestos de Bush los Americanos pagaran tantos impuestos en el 2011 como en el 2010, asi Obama diga que recortara los impuestos este anio a la clase media. El razonamiento del Congreso de aumentar los impuestos ante las condiciones economicas tan severas en la que nos encontramos es erronea. Es el sector privado el que sera mas afectado por el aumento de impuesto, precisamente el mas productivo.
Una politica mas apropiada seria refrenar el gasto del gobierno tanto en US como en Europa para atraer mas inversion en el sector privado. Tristemente, la mayoria de los politicos y de los gobiernos no utilizan esta politica. Ellos prefieren aumentar los impuestos a los ricos y aumentar los impuestos de valor agregado en lugar de reducir los gasos del gobierno.
En lugar de sincerar el gasto como un problema, los gobiernos tratan de esconderlo.
Los mercados financieros recompensan rapidamente cuando hay un pronostico de crecimiento y se toman medidas constructivas, se ven aumento en los bonos y las acciones y un menor costo por el capital, mas creacion de empleo, mayores ganancias y mayor recoleccion de impuestos debido a la alta actividad. Cuando el crecimiento se deteriora los mercados tienden a reaccionar como lo hemos visto en las recientes semanas. Persistente debilidad en los mercados financieros significa mayores costos por el capital y menor creacion de empleos.
US, Japon y Europa necesitan entender esta ecuacion. Hay una competencia global por capital que US y Europa estan perdiendo por la preferencia por el Asia y otros paises emergentes. En estos momentos los mercados financieros esta enfocados con intensiddad en la deuda y el gasto de los gobiernos, y con todo y eso inexplicablemente se sigue agregando mas deuda y mas gasto de los gobiernos a un ritmo aun mas acelerado.
Mientras Asia crece, el fondo de capital para invertir es practicamente ilimitado para los paises en crecimiento. Los gigantes fondos de capital estan sentados sin hacer nada en las corporaciones, en lso mutual funds y en proteccion contra la inflacion como en fondos (ETFs) de oro y petroleo, los cuales facilmente podrian ser utilizados para crear empleos si las perspectivas despues de pagar impuesos mejorara.
Con el desempleo casi en 10% el gobierno de Obama esta asfixiando a los pequenios negocios en busca de capital, US enfrente retos para sostener su crecimiento. La creacion de empleo y el crecimiento de las economias son procesos dinamicos donde el capital se ira a los paises y companias que den un mejor retorno despues de pagar impuestos. No es un juego donde la suma de las partes es cero. No se trata de poner a un pais en contra del otro y a una compania en contra de la otra. Como Reagan entendio muy bien el verdadero liderazgo requiere poner metar y tomar acciones decisivas, en este caso reducir el gasto del gobierno para convencer al sectro privado de invertir nuevamente.
Mr. Malpass, deputy assistant treasury secretary in the Reagan administration, is president of Encima Global LLC and a Republican candidate for U.S. Senate in New York.
The Panic, Round Two: What Would Reagan Do?
Giant pools of capital are sitting idle in unproductive deposits or inflation hedges. They could easily fund job growth if real, after-tax prospects improved.
By DAVID MALPASS
When Ronald Reagan became president, the world had too much inflation, i.e., too much money chasing too few goods. Economists argued for higher taxes to sop up extra demand. Instead, Reagan chose to cut tax rates to encourage more output and pursued a strong-dollar policy. The result was more goods and a better balance between the supply and demand for the dollar. The malaise ended 18 months into his administration, with inflation declining gradually for nearly 20 years.
We now face a different, equally severe problem—too much government spending and debt. It is disrupting job growth and financial markets across the industrialized world. The current policy response is to keep interest rates super-low for big borrowers (saving governments billions at the expense of savers), increase government spending, and then apply large tax increases.
This approach isn't working. It is rapidly reducing the capital in small businesses and holding back hiring. The result is very fast growth in the national debt, the opposite of the desired outcome. The Congressional Budget Office projects that under the Obama budget unveiled in February, spending will increase to $3.6 trillion in 2010 and $5.7 trillion in 2020 from $3 trillion in 2008.
This plan for profligate government spending creates $20 trillion in marketable Treasury debt by 2020, nearly 2.5 times today's $8.4 trillion burden. It would amount to 90% of the nation's annual output. The International Monetary Fund (IMF) estimates for the U.S. debt are even higher—107% of GDP by 2020, based on its less rosy assumptions about debt service as debt levels rise.
All the forecasts are at nosebleed levels by any economic standards, yet they don't count the debt on taxpayers from unfunded benefit programs and Washington's huge money-losing mortgage institutions, Fannie Mae and Freddie Mac. In effect, we're in a debt hole the size of the Grand Canyon yet current economic wisdom is to dig deeper with more "fiscal stimulus." Transfer payments already exceed 18% of the nation's personal income, shifting trillions in income from more productive parts of the economy to less productive.
Adding to the strain on the private sector, Washington is using complex, heavily lobbied backroom processes to pass huge regulatory expansions. The health-care reform bill alone was a whopping 2,700 pages; the nearly finished financial reform bill is expected to top 2,000 pages. Washington may pass hundreds of pages of tax law late this year, claiming a middle-class tax cut. But with the expiration of the Bush tax cuts most Americans will pay as much or more in taxes in 2011 as in 2010. Congress's rationale for allowing a tax increase during hard economic times is the erroneous belief that U.S. growth and investment aren't very sensitive to tax rates. The reality is that the private sector takes the hit.
A more effective approach would be to restrain government spending in both the U.S. and Europe in order to attract more private-sector investment. Sadly, most politicians and government officials will undercut that approach, preferring taxes on the rich and value-added taxes rather than reductions in government expenditures.
Instead of tackling the spending problem, most governments are still trying to cover it up. Even if Greece implements its bailout deal with the IMF, taxes and government spending there will rise despite the deep recession. Gross debt will rise to $436 billion in 2015 from $379 billion in 2010. This explains the market's disappointment with the program. The private sector gets to cash in some of its Greek paper, but Greece is left owing ever more to the IMF and other euro-zone governments.
World financial markets react quickly to changes in the growth outlook. This is a two-edged sword. When constructive changes are underway, there's an immediate reward—higher prices for stocks and bonds mean a lower cost of capital, creating more jobs, profits and tax payments. When growth conditions deteriorate, however, financial markets tend to pile on as we've seen in recent weeks. Persistent financial market weakness means a higher cost of capital and less job growth.
The U.S., Japan and Europe need to tap into the constructive side of this momentum-driven feedback look. There's a global competition for capital that the U.S. and Europe are losing to Asia and other emerging markets. At present, world financial markets are intensely focused on debt and government spending commitments, yet we keep adding to spending and debt at a rapid clip.
Governments can't completely solve the spending excesses overnight, but markets would react positively to a process of constructive change. If government leaders in the U.S. or Europe announced meaningful cuts in government spending or even a credible process to reduce the rate of increase—not a commission or a legislative rule, but concrete executive action—markets would celebrate and public applause would encourage more decisive action.
As Asia is showing, the pool of investable capital is practically unlimited for countries on the ascent. Giant pools of capital are sitting idle—corporate and bank cash, chock-full money-market funds, and unproductive inflation hedges like gold and oil exchange-traded funds that could easily fund job growth if real after-tax prospects improved.
With U.S. unemployment at nearly 10% and Washington policies still starving small businesses of capital, the U.S. faces immense challenges to substantive growth. Yet global growth and job creation is a dynamic process in which capital flows to countries and companies that provide a good after-tax return. It's not a zero-sum game pitting one country or company against another. As Reagan understood, true leadership requires stating goals and taking decisive action, in this case reducing government spending substantially enough to convince the private sector to invest again.
Mr. Malpass, deputy assistant treasury secretary in the Reagan administration, is president of Encima Global LLC and a Republican candidate for U.S. Senate in New York.